Efecto vacuna: España cierra 2021 con menos muertos por covid pese a duplicar contagios
Con casi el 90% de la población diana vacunada, el país se ha visto inmerso en la sexta ola, lo que llevado aun aumento de contagios muy superior al del final de 2020 aunque, afortunadamente, no ha significado un aumento proporcional de muertes
Recién estrenado 2022, este próximo año se prevé que siga marcado por la pandemia desatada a raíz de la aparición del virus del covid-19. No obstante, mucho ha cambiado desde finales de 2020 en España, pues la vacunación muestra sus efectos más inmediatos, lo que ha provocado la drástica reducción de los fallecidos. Por otra parte, a pesar de tener al 90% de la población diana vacunada, la irrupción de la sexta ola, junto con la propagación de la variante Ómicron, mucho más contagiosa que cualquiera de las anteriores variantes aunque con efectos menos graves, ha creado un escenario relativamente parecido al de hace un año.
Sin duda, 2021 ha sido el año de los contagios. El avance tanto de la quinta ola, originada el pasado mes de junio como el de la sexta ola, hace apenas un mes aproximadamente en España, ha llevado los picos de infección a unos niveles alarmantes. Y es que, al término de 2020, solo había 1.928.265 contagiados en España registrados. Finalizado 2021, pero, la cifra ha aumentado hasta los 6.294.745 personas infectadas.
No obstante, también hay que destacar que se ha reducido el número de fallecidos. Si se parte de la premisa de que la pandemia irrumpió en España el mes de marzo de 2020, cuando se originaron los registros ante el aumento de fallecimientos, en los primeros 9 meses de pandemia fallecían un total de 50.837 personas. En los 12 meses restantes, es decir a lo largo de 2021, la cifra total de fallecidos ha aumentado hasta los 89.331.
Dicho de otra manera, en 2021, pese a que se han producido más del doble de contagios comparado con el año anterior, la cifra total de fallecidos es de 38.494, casi 12.000 personas menos.
Si se comparan los datos del Ministerio de Sanidad de ambas fechas, puede observarse que los casos diagnosticados son mucho más elevados en estas fechas. En esta línea, el 31 de diciembre de 2020 se notificaban en España 10.217 contagios en solo un día, mientras que, a fecha del 30 de diciembre de 2021, el número de contagiados en 24 horas asciende a 74.487 personas.
Lo mismo ocurre con la Incidencia Acumulada, y es que hace un año el Ministerio registraba 279,51 contagiados por cada 100.000 habitantes, nada que ver con la IA de 1.775,27 casos actuales.
Sin embargo, el desorbitado aumento de los contagios no se ha traducido en un aumento proporcional de la presión hospitalaria. De hecho, esta es incluso menor que hace un año, tanto en pacientes críticos como en pacientes en planta. A finales de diciembre de 2020, la ocupación hospitalaria de pacientes covid era del 9,49% en planta y del 21,21% en las UCI. Actualmente, pero, la ocupación es del 8,81% en planta y del 19,42% en UCI, unos datos que ya dibujan que la sexta ola, si bien aumenta la presión hospitalaria, no lo hace como hace un año.
Tampoco ocurre con las cifras de fallecidos. La sexta ola, como ocurrió con la quinta que inició a principios del pasado verano, ha incrementado el número de muertes si se compara con otros meses. Por otra parte, con casi 5 veces más contagiados de media que hace un año, lejos quedan los 282 fallecidos registrados en los últimos días con respecto a los 622 registrados en aquellas fechas.
En términos absolutos, esto se traduce en que, con una IA14 muchísimo más reducida había, hace un año, hasta 2.018 pacientes que requerían los servicios de UCI hace un año, mientras que ahora hay 1.803 y, en el caso de hospitalizados, hay que comparar los 10.768 pacientes actuales con los 11.535 pacientes hace un año.
Así pues, el retrato de la situación es claro. Con aproximadamente 7 veces más contagiados por día que las navidades pasadas, ahora hay menos hospitalizados, menos pacientes ingresados en la UCI y menos de la mitad de muertos. ¿Cuál ha sido el mayor cambio entre ambas fechas? El inicio de la campaña de vacunación.
Y es que, en marzo de 2020 comenzó la campaña para inocular los preparados de Pfizer, AstraZeneca Moderna y, algo más tarde, Janssen y el Gobierno estableció el reto de que, de marzo a septiembre, hasta el 70% de la población española estuviera inmunizada, objetivo que cumplió ‘in extremis’.
Con los datos del pasado 28 de diciembre, el Ministerio ha registrado que hasta el 89,9% de la población española mayor de 12 años ha recibido ya la pauta completa y el 92% tiene al menos una dosis. No obstante, durante este mes de diciembre el país ha comenzado a encarar el que iba a ser el último reto del año para la inmunización de la población: la vacunación de los menores.
Tras recibir el aval de la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) este mismo mes comenzaba la vacunación de los menores de entre 5 y 11 años, uno de los colectivos etarios más afectados hasta la propagación de la sexta ola, pues era el único que no estaba inmunizado.
Tras menos de un mes desde la puesta en marcha de la campaña, hasta el 25,8% de este colectivo ha sido vacunado con la primera dosis.
El año de las olas
España vio el inicio de 2021 inmersa en la segunda ola y el país celebró las festividades con gran cantidad de restricciones. Máximos de reunión implementados, aforos, ocio nocturno cerrado y toque de queda era la tónica habitual en un cambio de año marcado por la vigencia del Estado de alarma.
Se trató de una tónica que se mantuvo hasta el término de la cuarta ola y es que, justo cuando la situación parecía mejorar a principios de verano gracias al avance de la vacunación masiva de la población y el descenso de los indicadores epidemiológicos, estallaron una serie de macrobrotes en fiestas estudiantiles coincidiendo con el fin de curso que resultaron ser el inicio de la quinta ola.
Además, el inicio de la misma coincidió con la relajación de medidas y la caída del Estado de alarma por lo que, para inicios del pasado mes de julio, España se enfrentaba a una ola sin la obligatoriedad del uso de mascarillas en exteriores, las fronteras abiertas y sin un criterio unificado para hacer frente al virus, por lo que cada comunidad autónoma tuvo que elaborar su propio plan de contingencia, contando con el aval del Tribunal Superior de Justicia de cada territorio.
De esta manera, el verano pasó para todos aquellos que se fueron de vacaciones por España de forma que, junto al equipaje, había que comprobar las restricciones en cada lugar e incluso revisar si se había implantado o no un toque de queda.
En los últimos 365, pues, el país se ha visto sacudido por hasta 5 olas, de la segunda a la sexta, en la que nos encontramos inmersos habitualmente, con muchos más contagios pero con muchas menos muertes y casos de gravedad.
La sexta ola, por su parte, explotó en una situación similar, con el ocio abierto y casi sin restricciones en ningún lugar de España. Más aún, lo que al principio fue un ligero y relativamente lento -si se compara con los países vecinos- aumento de los contagios, en menos de un mes se ha convertido en un cambio de tendencia tan radical que ni siquiera la relajación de los criterios de evaluación del estado de la pandemia que llevó a cambio el Gobierno hace unas semanas ha impedido que España se sitúe en tiempo récord en una grave situación.
En esta línea, consejeros de sanidad autonómicos, como el catalán Josep Maria Argimon, ya avisaron que si bien la variante Ómicron no causa tantos síntomas de gravedad pese a ser mucho más contagiosa, el alza desorbitada de contagios puede volver a tensionar los sistemas de salud. Y no se equivoca, pues en pocas semanas, el Principado ha vuelto a tener una ocupación hospitalaria del 11,08% y lo que es más grave, 37,41% en las UCI.