Duran vuelve a meterse a Madrid en el bolsillo

El portavoz del grupo parlamentario de CiU en el Congreso convence a la clase dirigente madrileña con su tesis sobre el pacto de Estado para salir del atolladero y al reclamar el fin “de la cultura del subsidio”

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Madrid está inquieto. Los desmanes del mercado financiero, de la deuda y la incomparecencia del Gobierno para dar un mensaje claro e inequívoco sobre cuál es su hoja de ruta para dejar atrás, sin perder la autonomía económica en el intento, uno de los episodios más lúgubres desde que se adoptó la economía de mercado están desorientando a la casta dirigente de la capital, que nada en un mar de rumores.

En este escenario, Josep Antoni Duran Lleida, portavoz de CiU en el Congreso y político avezado en estos lares, ha saltado a la palestra del Foro Europa para reivindicar su papel de estadista, que es diferente a querer formar parte del Gobierno español, como él mismo ha recordado. Ha improvisado el discurso con la guía de unas notas escritas en la noche del miércoles mientras viajaba de Barcelona a Madrid en AVE. El desplazamiento, casi nocturno, le permitió trabajar con los últimos datos del descalabro financiero español.

“Necesitamos un pacto de Estado”, ha dicho el dirigente democristiano mirando al ministro del Interior, el catalán Jorge Fernández Díaz, y a la ministra de Fomento, Ana Pastor. Arropado por los diputados nacionalistas, con Pere Macias a la cabeza –aunque Sánchez Llibre no se ha dejado ver— y por el portavoz del Partido Nacionalista Vasco, Josu Erkoreka, ha seguido Duran lanzando pullas sutiles. “La mayoría absoluta es legítima, pero no suficiente” para salir de ésta.

Esfuerzo

El consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Vilaseca, o Maurizio Carlotti, la mano derecha de José Manuel Lara en Antena 3 TV –en proceso de fusión con La Sexta de Jaume Roures–, se sentaban en las primeras mesas. Los empresarios estaban a apenas tres metros del atril. Duran tenía una parte de su discurso pensada para ellos, para ensalzar las trayectorias de algunos patrones y alinearse con los postulados de la CEOE, tímidamente representada. “Es preciso acabar con la cultura del subsidio”. Durante años, ha clamado Duran, “se ha priorizado la cultura del tener, y no la del ser”. “Chapeau”, susurraba un asistente de la primera mesa.

Con el parpadear justo y necesario han discurrido los apenas 15 minutos de conferencia. Corta, la tónica de las conferencias del Foro Europa, pero con mensajes para todos. “Los políticos deberíamos irnos de vacaciones un par de meses por el bien de nuestra economía”. Guiño para el gran consumo. Y al final, tras mostrar su sorpresa porque Rajoy no recupere las competencias de las autonomías que quieran devolverlas, vuelve el número dos de Artur Mas al inicio de su discurso: “No quiero que intervengan a España. Habría mucha gente que lo pasaría muy mal”.

Se retira con ovación. Casi le dan la vuelta al ruedo del hotel Ritz mientras, en una mesa de desayuno, tres asistentes más dicen: “es el mejor”.

Ismael García Villarejo

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