Los diplomáticos rebajan la euforia de Sánchez con la nueva embajadora de EEUU
La decisión de Biden de enviar a España a la jefa de gabinete de la Primera Dama no es un guiño a Pedro Sánchez, sino una "cuestión interna" del Partido Demócrata
Julissa Reynoso, hasta ahora jefa de gabinete de Jill Biden, Primera Dama de Estados Unidos, ha sido la elegida por Joe Biden para convertirse en embajadora de EEUU en España. Una designación que ha sido interpretada, desde el entorno del Gobierno, como un guiño del presidente estadounidense a Pedro Sánchez.
Desde Moncloa se ha destacado, al igual que varios medios de comunicación, la labor de asesora de Reynoso en la Casa Blanca. La nueva embajadora ha sido descrita como una persona de la máxima confianza de los Biden y se han difundido tuits de la primera dama ensalzando su labor.
Teniendo en cuenta esa relación de confianza de Reynoso con los Biden, se ha hecho especial énfasis en que la decisión del presidente de enviarla a Madrid podría suponer una apuesta clara del estadounidense por mejorar las relaciones con España y la interlocución con el Gobierno de Pedro Sánchez. No obstante, los motivos del nombramiento son otros.
Según explican a Economía Digital fuentes de la diplomacia española, la futura embajadora de EEUU en España, nacida en República Dominicana, ya fue elegida por Barack Obama como embajadora de Uruguay, al hablar perfectamente español.
Además, y a pesar de recalar en la Casa Blanca, su deseo era volver a la carrera diplomática: «Eso, o un cargo mayor en la nueva Administración». Su llegada a España, por tanto, se considera un «paso lógico» por su perfil, y más vinculada «a los equilibrios entre Washington y el Partido Demócrata.
La menos socialista del Partido Demócrata
Un embajador español contactado por ED, y que conoce a la perfección la política estadounidense, explica que, dentro del Partido Demócrata «existen dos almas: la socialista y la elitista«. Y Reynoso, a pesar de sus orígenes humildes, «es considerada de la segunda por haberse formado en Harvard y Cambridge y no estar implicada en el día a día del partido».
Además, durante la campaña por las presidenciales, «el partido suele mirar mucho las aportaciones económicas«, y Reynoso no aparecía, precisamente, en la lista de grandes donantes.
Su designación como jefa de gabinete de la Primera Dama, comenta esta misma fuente, «probablemente no contentó a nadie». Ni al Partido Demócrata, que quizá prefería a alguien más implicado, ni a la propia Reynoso: «Es fácil pensar que, con su formación y trayectoria, aspirase a un cargo más importante«.
Es fácil pensar que, con su formación y trayectoria, aspirase a un cargo más importante
Ante este panorama, «la solución de retomar la carrera diplomática suele ser la más habitual».
Este embajador recuerda, en ese sentido, la designación de Jorge Moragas como embajador de España ante la ONU: «Él quería ser ministro y Rajoy le compensó con un gran premio de consolación. Aunque desde EEUU no se ve igual ir de Washington a Madrid como vemos nosotros ir de aquí a Nueva York».
Los embajadores no se nombran como guiños a ningún Gobierno
La misma fuente añade, además, que ningún embajador se nombra como guiño al Gobierno del país al que es destinado: «No se piensa en eso. Nosotros ahora hemos nombrado nuevos embajadores en Israel, India y Bosnia, y desde luego las personas elegidas no lo han sido por tener un gesto con esos países».
El embajador, eso sí, afirma que la nueva representante de EEUU en España será «mucho mejor» que su predecesor en el cargo, Duke Buchan: «Lo nombró Trump sin tener ningún tipo de experiencia en la carrera diplomática. Pasó unas buenas vacaciones en España, pero nada más».