Díaz pide ayuda a los sindicatos para que ERC apoye la reforma laboral
El encargo de la vicepresidenta desata tensión entre los sindicatos. UGT se abre a modificar la norma, tal y como piden ERC, Bildu y PNV; mientras CC.OO lo rechaza
A una semana de que se vote la reforma laboral y con Esquerra Republicana de Cataluña instalada en el ‘no’, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, visitó este miércoles Barcelona para reunirse con los sindicatos mayoritarios -UGT y CC.OO-.
La ministra de Trabajo ha repetido la estrategia que realizó la parte socialista del Gobierno al pedir a la patronal (CEOE) que mediase para obtener el ‘sí’ de Ciudadanos a la reforma laboral. Según ha podido saber Economía Digital, Díaz ha solicitado al secretario general de UGT, Camil Ros, su apoyo para que los republicanos apoyen la ‘medida estrella’ del Ejecutivo el próximo 3 de febrero en el Congreso.
Díaz se sirvió primero de UGT, sindicato del que proceden un buen número de dirigentes de ERC, para participar más tarde en una asamblea de CC.OO, donde ya dio por hecho el ‘sí’ de los republicanos a la reforma. Díaz no ha querido revelar si mantendrá algún encuentro con el presidente Pere Aragonès, aunque la cena que celebraron en Madrid días atrás tampoco estaba en su agenda oficial.
La vicepresidenta opta ahora por llevar el diálogo a las bases sindicales de los republicanos para convencer a los militantes con afiliación en alguna central para que estos a su vez fuercen un cambio de posición en la dirección del partido y esta permita la convalidación del decreto en el Congreso.
En su viaje a Cataluña para escenificar un frente común con los sindicatos, la vicepresidenta también se citó el miércoles por la noche con el ‘conseller’ de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, para intentar recabar el apoyo de ERC a la reforma laboral.
El encargo de Díaz desata tensiones entre los sindicatos
Los sindicatos, por su parte, llevan días intentando convencer a los republicanos para que aprueben la norma y esto, según ha podido saber Economía Digital, ha desatado tensiones entre ambas organizaciones.
Desde el principio, UGT se abrió a aceptar cambios en la reforma laboral, tal y como reclaman ERC, Bildu y PNV. Sin embargo, desde CC.OO llevan días tratando de convencer a los socios del Gobierno de que sus peticiones sobre convenios y despido ya pueden aplicarse de facto y alerta de que la pretensión de implantar el control administrativo en los ERE que reclaman ERC y Bildu, resultaría de difícil encaje en el Derecho de la UE.
Desde el sindicato que preside Unai Sordo (CC.OO) piden cautela a sus compañeros de UGT respecto a sacar en estos momentos la negociación pendiente sobre el encarecimiento del despido, algo que estos organismos buscan aprobar en una segunda fase. «No es momento de exigir eso ahora», critican desde CC.OO, a sabiendas de la alerta que mantiene la patronal por si se cambia el texto pactado sobre la reforma laboral en el Congreso.
Díaz vincula la subida del SMI con la aprobación de la reforma
La vicepresidente ofreció este miércoles en rueda de prensa un ‘caramelo gallego’ para que los independentistas cambien de parecer sobre la norma: el ofrecimiento de otra subida del salario mínimo. Fuentes del Ministerio de Trabajo desvelan que el anuncio estaba pensado para que Díaz lo anunciase con motivo de su visita en Barcelona con el calor de los sindicatos.
Se trata de una de las máximas reivindicaciones de ERC para que los de Junqueras confíen en la palabra de la vicepresidenta respecto a aprobar más adelante otras de sus propuestas en materia laboral a cambio de sacar adelante la reforma el próximo 3 de febrero.
Trabajo ofrece un inminente aumento del salario mínimo, que empezará a discutirse el próximo 7 de febrero, es decir, cuatro días después de que el Congreso vote la convalidación del decreto que modifica el marco laboral aprobado por el PP. «Vamos a seguir incrementando el salario mínimo. La reforma laboral supone el incremento de los salarios del conjunto de la ciudadanía», defendió Díaz tratando de vincular ambos conceptos.
Pero los republicanos siguen y amenazan con mantenerse instalados en el no a la modificación de la reforma laboral si el Gobierno siguen oponiéndose a introducir modificaciones no pactadas con sindicatos y patronal, tales como aumentar la indemnización por despido improcedente hasta los 45 días, devolver a la Generalitat las competencias para autorizar ERE o respetar la prevalencia de los convenios autonómicos cuando mejoren las condiciones de los estatales.
El PSOE puntualiza: se abre a más cambios, no sobre la reforma
Tanto Unidas Podemos como el PSOE rechazan realizar cambios sobre el texto pactado con los agentes sociales y también cierran la posibilidad a que la reforma laboral se tramite como anteproyecto de ley (porque entonces sí se podrían realizar modificaciones). Los socios de Gobierno discrepan en cuanto a contraprestaciones.
La dirección de Sánchez teme que los empresarios, que avalaron el texto con tirones internos, se descuelguen con la excusa de que se ha desvirtuado lo pactado, y creen que «no tragaría» con una batería de medidas a futuro, tal y como está ofreciendo Yolanda Díaz a ERC.
Subrayan que el decreto está cerrado y comunicado a Bruselas, y no hay por tanto margen de negociación para introducir cambios, ni ahora ni en el futuro. «No está sobre la mesa condicionar la tramitación del decreto a las demandas de los grupos», sostiene un dirigente del PSOE.
Fuentes socialistas son muy claras en que la posición del ala mayoritaria del Gobierno es que no pueden ofrecerse «contraprestaciones» de cara al futuro a los socios parlamentarios del Ejecutivo. «Lo que se está planteando en la negociación es que se apruebe el decreto en sus términos» -algo que Trabajo comparte-, y «no se está hablando de compromisos para más adelante», zanjan los dirigentes del PSOE consultados.
Sin embargo, las fuentes socialistas consultadas sí que se abrirían a negociar nuevos aspectos relativos al mercado laboral pendientes de negociar como, por ejemplo, la nueva regulación de las jornadas a tiempo parcial, incluida en la ley de usos del tiempo que Trabajo tiene previsto comenzar a tramitar en los próximos meses.
Es ahí donde Díaz habría ofrecido a ERC un refuerzo de la Inspección de Trabajo, tal y como vienen reclamando los republicamos, entre otros aspectos, para sacar adelante la norma con los socios de investidura la próxima semana. Desde el Ministerio de Trabajo ya dan por hecho el ‘sí’ de ERC. Desde el PSOE insisten en que «por el momento, no hay nada que celebrar».