Díaz desmonta el plan de Calviño para cumplir con Bruselas

Díaz respalda a los sindicatos y pide comenzar por derogar los aspectos más lesivos de la reforma, mientras que Calviño exige cumplir con Bruselas y atajar la temporalidad del mercado laboral.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en una reunión con el dirigente de CCOO, Unai Sordo, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. Foto: EFE/Mariscal

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La reforma laboral vuelve a enfrentar a las ministras de Economía y Trabajo, Nadia Calviño y Yolanda Díaz. La primera busca zanjar cuanto antes los aspectos que reclaman en Bruselas para que vean diálogo social y voluntad de atajar los más de seis millones de parados con los que cuenta España, el país de la UE que más ha crecido este último año en desempleo.

Calviño prometió a los agentes sociales comenzar por atajar la temporalidad en el mercado de trabajo o la reforma de la contratación. Uno de los puntos que, tal y como publicó Economía Digital, la Comisión Europea apremia desde hace un mes al Ejecutivo.

Unos puntos a los que no se opusieron, en un primer momento, patronal y sindicatos. Sin embargo, la ministra de Trabajo considera imprescindible derogar primero los aspectos más lesivos de la reforma laboral para cumplir con el acuerdo del Gobierno de coalición y borrar todo signo del Partido Popular, artífice de la norma.

Las diferencias entre las dos ministras han comenzado en los primeros pasos a dar: establecer un calendario y fijar el contenido de las reuniones con los agentes sociales. Según ha podido saber ED, desde Bruselas siguen llamando la atención por las altas tasas de temporalidad y de desempleo, en especial el juvenil.

Eurostat recoge que en el tercer trimestre del año pasado, la temporalidad en España se colocó en el 24,3% (en el cuarto trimestre se elevó al 24,7%), mientras que la media de la zona euro estaba en el 14,2% y en la media de la UE-17 en el 13,5%. Diez puntos por encima.

De ahí que Calviño no ceda ante su propuesta y considere la temporalidad como el asunto primordial a debatir, más si cabe cuando la Comisión no ve con buenos ojos que se derogue de manera íntegra la reforma laboral de Mariano Rajoy.

Los sindicatos con Díaz y la patronal con Calviño

A este frente se unen los dos principales actores: patronal y sindicatos. Los primeros se posicionan con Calviño asegurando que «no procede tocar ahora la reforma laboral» y piden «centrarnos en lo importante que es el mercado laboral», priorizando en los aspectos que marcan desde Bruselas, apuntan desde la patronal a Economía Digital.

Mientras, fuentes de los dos principales sindicatos, UGT y CC.OO. hablan de acabar con la prevalencia de los convenios de empresa sobre los sectoriales, recuperar la ultraactividad de los convenios y la subcontratación.

De hecho, esos son los principales puntos de la primera pata del ‘desmontaje’ de la reforma laboral que proyectan las confederaciones sindicales, toda vez que postergan para una segunda fase asuntos más controvertidos como los despidos, la temporalidad o la flexibilidad interna.

Las mismas fuentes señalan que, en caso de no lograr acuerdo en la mesa de diálogo social, reclaman al Gobierno que «legisle», bajo advertencias de una mayor movilización. Es decir, le piden a Díaz que pase el ‘rodillo’ del Ejecutivo para aprobar la reforma sin el acuerdo de los agentes sociales, algo que desde CEOE y también desde Cepyme se llevan las manos a la cabeza.

Díaz da tres meses para consensuar los cambios

Calviño, que públicamente siempre se ha mostrado partidaria de «no mirar atrás» y sigue rechazando la derogación de la reforma laboral, liga cualquier posible cambio en materia laboral al consenso, por lo que descarta posibles modificaciones unilaterales como podrían pretender los sindicatos.

La vicepresidenta no quiere arriesgar lo comprometido con la Comisión Europea ante los toques de atención recibidos por Bruselas, lo que abre un escenario de negociaciones cuyo resultado final se dirimirá conforme a la resolución de los choques en el diálogo social y al interior del Gobierno.

Aunque este jueves Calviño dijo ver «positivo» que Díaz coincida en la necesidad de acometer las reformas comprometidas con Bruselas, lo cierto es que la ministra de Trabajo ha dado un plazo de tres meses a los agentes sociales para ponerse de acuerdo sobre la primera tanda de cambios que echen por tierra la reforma laboral.

Así las cosas, tras el primer descafeinado encuentro del miércoles con la constitución de la mesa de diálogo social para la modernización del mercado laboral, los interlocutores se han vuelto a citar para el próximo 30 de marzo y programan, tras Semana Santa, reuniones semanales.

Dualidad y simplificación de contratos

Entre las 17 reformas laborales comprometidas con Bruselas en el marco del Plan de Recuperación que prioriza Calviño, figuran algunas ya aprobadas o consensuadas como la Ley del Trabajo a Distancia, la regulación de los ‘riders’ o las medidas para eliminar la brecha de género, y otras en negociación o pendientes de abordarse. 

Se incluye la generalización del contrato indefinido, causalidad y simplificación de la contratación temporal, de forma que se penalicen los contratos de muy corta duración. Calviño marca como prioridad fijar tres tipos de contratos (indefinido, temporal y de formación en prácticas para jóvenes y reciclaje de trabajadores», así como reducir la dualidad.

Las otras reformas pasan por la modernización de políticas activas de empleo, y de la normativa sobre los ERTE , que vencen el 31 de mayo,y la revisión de subvenciones y bonificaciones a la contratación laboral

También se recoge la modernización de la negociación colectiva, de la contratación y subcontratación y de la formación para el empleo, así como del SEPE, junto la Estrategia Española de Activación para el Empleo 2021-2024, la Garantía Juvenil y el Plan 2021-2027 de trabajo digno para jóvenes y la evaluación de políticas. 

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