Las playas este verano: zonas por edad, aforo máximo y más vigilancia
El cierre de las duchas, el aforo máximo, la división de la playa por zonas o el aumento de los vigilantes van a formar parte del día a día en la costa
Los municipios turísticos de la costa planifican cómo amortiguar el golpe del coronavirus este verano para que los visitantes puedan hacer un uso racional de su principal y hasta ahora concurrido reclamo.
A estas alturas del año y si el virus no hubiera paralizado medio mundo, las playas de estos lugares estarían a punto para ofrecer las típicas imagenes de postal playera en las que no existe la distancia social.
Pero con el coronavirus todavía amenazante, los ayuntamientos de la costa ya estudian las fórmulas para establecer la desescalada playera. Un ejemplo es Lloret de Mar, que según explica este jueves La Vanguardia, controlará y limitará el aforo a todas sus playas. También hará división por sectores, cada uno de ellos destinado a un colectivo distinto.
Como se hace ya con las franjas horarias, habrá una zona para personas de edad avanzada, otra zona para familias con niños, y un tercer sector para adultos sin menores y grupos de amigos.
En cuanto al aforo permitido, en cada caso irá variando en función del día y la evolución de la pandemia. A pesar de que el todavía no se sabe exactamente cuando se van a poder abrir las playas y de que el Gobierno no ha hecho públicas las normas que se exigirán en esos contextos, el Consistorio ha elaborado ya un plan para estar preparados cuando llegue el momento de retomar la actividad.
En esta nueva estrategia, uno de los puntos más importantes será el refuerzo de la limpieza. Esto se podrá ver en elementos que se encuentran en las playas como los patines a pedal, los kayaks, las áreas de juegos infantiles, minigolfs y las duchas. Aunque estas últimas solo se abrirán si se puede garantizar el riesgo cero de contagios por coronavirus. T
ambién será más habitual ver a vigilantes, teniendo en cuenta que se ha ampliado la plantilla para que se cumplan con todas las medidas de seguridad. Los drones serán sus aliados en este acometido.
Algunos empresarios de la restauración también han propuesto iniciativas como colocar palos a una distancia de un metro y medio para señalar las plazas en la playa y, de paso, atraer clientes.
Uno de cada cuatro chiringuitos se plantea no abrir
Los chiringuitos viven en la incertidumbre de no saber qué panorama van a encontrar este verano. Por ello, uno de cada cuatro se plantea no abrir y los que sí lo harán negocian con sus ayuntamientos la reducción del canon. Muchos profesionales del sector dan la temporada por perdida, poniendo su punto de vista en la siguiente. El plan de desescalada permite a estos negocios abrir en la tercera fase, durante el mes de junio, coincidiendo con la apertura playas.
Los chiringuitos que poseen la licencia pueden renunciar a ella o suspenderla si al principio de temporada hay un “elemento de fuerza mayor” que les impida operar.
Teniendo en cuenta las circunstancias actuales, el Gremi de Restauració de Barcelona el lunes entregó por escrito al Consistorio una carta en la que piden dar por suspendida toda la temporada —que arrancó el 1 de marzo y acababa en noviembre— y el retorno del canon que ya habían pagado al Consistorio, entre 3 y 4 millones de euros entre todos.
Donde sí habrá chiringuitos es en Lloret de Mar, segundo destino en recaudación de tasa turística de Cataluña tras Barcelona. La Associació de Xiringuitos de Catalunya ha creado un manual de buenas prácticas. Éste incluye disponer de gel desinfectante y guantes o controlar la temperatura de los clientes que accedan al local.
