La defensa de Pujol se escuda en la herencia de su padre para pedir la absolución
El expresidente defiende que nunca "torció su recto y digno ejercicio" como político e insiste en que los fondos que atribuye a Florenci Pujol nada tienen que ver con su etapa como mandatario catalán
Jordi Pujol usa su versión de la herencia de su su padre, Florenci Pujol, para pedir su absolución dentro del conocido caso Pujol. El expresidente catalán asegura que «nunca torció su recto y digno ejercicio» de presidente y que la herencia proceden de unos fondos que nada tienen que ver con su etapa al frente de la Generalitat de Cataluña
En un escrito presentado ante la Audiencia Nacional para pedir la absolución, Pujol ha asegurado que no existe «un solo ingreso en el patrimonio de sus hijos y esposa que tenga relación causal con un abusivo e ilegítimo ejercicio de su autoridad y potestades públicas». La Fiscalía pide para él 9 años de prisión, y penas de entre 8 y 27 para sus siete hijos.
En su escrito de acusación, la Fiscalía describe cómo todos los miembros de la familia Pujol actuaron conjuntamente para ocultar, al menos desde el año 1991, una ingente cantidad de dinero en Andorra, «producto del favorecimiento a determinados empresarios para que resultaran adjudicatarios de distintos concursos públicos de la administración pública catalana».
Por el contrario, el expresidente alega en su escrito que «nunca en el ejercicio de su alta función pública (…) torció su recto y digno ejercicio, sin que resolviera o indujera por influjo a que otros lo hicieran, desoyendo el interés general por motivaciones económicas que favorecieran el interés particular o de sus hijos».
Pujol niega el «abusivo e ilegítimo ejercicio de su autoridad»
Tampoco existe un «solo ingreso» en el patrimonio de los hijos del expresident y su esposa que tenga relación causal con un «abusivo e ilegítimo ejercicio de su autoridad y potestades públicas», afirma el escrito, que apunta que la acusación no ha aportado pruebas en su contra.
«Jordi Pujol i Soley, en la alta función pública que desempeñó, no se prestó jamás a desplegar gestiones de invitación, incitación, sugerencia o influjo de prevalimiento sobre autoridades resolventes o funcionarios informantes en interés o a petición de sus hijos o cónyuge, ni tampoco fue nunca requerido por estos en esa dirección», agrega el escrito.
Por este motivo, la defensa argumenta que los fondos familiares que supuestamente les legó Florenci Pujol, que ascendían a 140 millones de pesetas en dólares, «no guardan relación alguna con la alta función pública» que Jordi Pujol desempeñó en la Generalitat desde su primer nombramiento como president en 1980 hasta que cesó en 2003.
«Inquietud y desasosiego» de Florenci Pujol por su hijo
El escrito destaca que Pujol arrancó su trayectoria profesional manteniendo una «fuerte vinculación» con su padre Florenci, aunando esfuerzos en proyectos como los Laboratorios Fides o Banca Catalana. «Sin embargo, pronto la actividad política pasó a reclamar el mayor empeño y esfuerzo y, es más, la propia actividad económica quedó también reorientada y al servicio del proyecto político», esgrime la defensa.
En este contexto, el escrito alega que la «profunda inestabilidad política» y los «riesgos» que Jordi Pujol asumía «producían una profunda inquietud y desasosiego» en su padre Florenci, «quien le aventuraba un futuro incierto para él y su ya entonces numerosa familia».
«En ese marco de preocupación y con voluntad de asegurar y garantizar la estabilidad económica de su nuera y nietos, Florenci Pujol hizo saber a su hijo y nuera que constituía un depósito en el exterior, con el deseo que se mantuviera unido e intacto, para amortiguar futuras eventualidades de necesidad económica por el riesgo política que asumía Jordi Pujol», resalta la defensa.