| Entrevista a Daniel Sirera

«Yo nunca haré alcaldesa a Colau, y tampoco a Maragall»

El candidato del PP a la alcaldía de Barcelona defiende la apuesta por el turismo, liberalizar horarios comerciales y pide unidad de las fuerzas no independentistas para ser tercera fuerza

Daniel Sirera, candidato del PP a la alcaldía de Barcelona. Imagen: PP

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Daniel Sirera llevaba casi 15 años lejos de los focos, tras su fugaz paso por la presidencia del PP catalán, donde sustituyó a Josep Piqué. Tras ser durante un año jefe de gabinete de Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana, ha decidido volver a Barcelona, ciudad que no había abandonado del todo porque seguía viniendo los fines de semana, para presentarse a la alcaldía de Barcelona.

¿Por qué vuelve a la política y por qué ahora?

El partido me pide que vuelva porque conozco Barcelona, conozco la casa porque fui concejal y también porque conozco el partido, llevo 37 años militando en el PP. Y viendo la situación en la que estaba Barcelona, creí que era necesario que el Partido Popular tuviera una representación importante dentro del Ayuntamiento.

¿Qué situación?

Hay una parte muy importante de la sociedad barcelonesa que no se siente representada por dirigentes municipales y por lo tanto, frente a quienes se han cargado Barcelona, que son el grupo Collboni-Colau, y quienes pretenden asaltar Barcelona para ponerlo al servicio de los independentistas, hace falta una alternativa sensata, que es la que yo quiero representar.

¿Le llamó Feijóo?

Me llamaron hace casi dos años del partido de la provincia de Barcelona. Lo hablé con gente del partido en Cataluña, hablé con gente de la dirección nacional y al final hablé con el presidente nacional.

“Queremos llegar a cuatro concejales, pero mi verdadero objetivo es disputar la alcaldía de Barcelona en cuatro años”

¿Qué es lo primero que cambiaría si fuera alcalde?

Lo primero que hay que hacer es garantizar la seguridad de los barceloneses. Para que vayan tranquilos por la calle pero también para que se sientan libres para invertir en la ciudad, para abrir nuevos negocios, para consumir en la calle, para ir a las terrazas de los bares, etc. Y también la seguridad de quienes nos visitan. Los turistas siguen siendo un sector muy importante que hay que preservar y que hay que intentar que sigan viniendo. Hacen falta 1.000 agentes de la Guardia Urbana y 3.000 de los Mossos d’Esquadra. Lógicamente, hay otras cosas que hay que cambiar, hay que revertir buena parte de las cosas que ha hecho mal la señora Colau, que son muchas. Y luego la ciudad se ha vuelto sucia, gris, oscura. Tiene que volver a brillar.

¿Gris y oscura?

Ha perdido aquel punto canalla que tenía hace años, en la que mucha gente venía de todas partes de España y de fuera de España porque tenía un color especial. Atraía talento, atraía inversiones, atraía ganas de hacer cosas. Entre la izquierda que gobierna Barcelona y los independentistas, la han convertido en una ciudad poco atractiva desde el punto de vista de la inversión, y eso ha provocado que la ciudad Barcelona haya caído en una cierta decadencia.

Modelo de ciudad

Daniel Sirera, candidato del PP a la alcaldía de Barcelona. Imagen: PP

Repasemos algunos asuntos municipales. Empecemos por el turismo: pisos turísticos.

Hay que regular los que no están regulados y hay que cumplir la ley. Yo soy partidario, si es posible, que los pisos turísticos estén en edificios enteros y por tanto no convivan con viviendas.

Moratoria hotelera.

Hay que acabar con ella. Barcelona es turística o no será y por lo tanto necesitamos que haya nuevas plazas hoteleras. Y creo que es importante que la gente sepa que si tú quieres montar un hotel, vas a poder hacerlo. ¿Quién es el Ayuntamiento de Barcelona para decirle a alguien que no puede montar un hotel? Esto es España, no es Cuba o Venezuela, donde el Estado te dice qué puedes montar y qué no puedes montar. Porque cada hotel que se abre está generando puestos de trabajo y consume bienes y servicios.

Cruceros.

Cada vez que viene un crucero a nuestra ciudad, es gente que viene a consumir, a comprar, a gastar su dinero y por tanto debemos ponerles a los cruceros la alfombra roja y la banda de música. Tienen que venir todos los que puedan y tenemos que facilitarles no solo que vengan, sino que cuando lleguen a Barcelona, aunque sea domingo, puedan tener sitios en los que comprar y gastar su dinero. Los turistas tienen que tener una ciudad con todos los servicios preparados para dar respuesta a sus necesidades.

¿Apuesta por una libertad comercial al estilo de Madrid?

Depende. Debemos flexibilizar los horarios comerciales y hay zonas en Barcelona en las que cuando llega un turista un fin de semana puede tener necesidad de comprar.

“Debemos poner a los cruceros la alfombra roja y banca de música”

¿Libertad por zonas?

Yo soy partidario de que la gente pueda abrir sus comercios cuando considere oportuno. Sé que hay un pequeño comercio que no quiere y por lo tanto debemos protegerle. Pero proteger al pequeño comercio no quiere decir limitar la libertad de abrir a los comerciantes que quieran en determinadas zonas de Barcelona.

Ligando turismo con actividad económica: ampliación del aeropuerto.

Totalmente. Barcelona debe poder competir con las grandes ciudades europeas con grandes aeropuertos transoceánicos, y creo que se puede ampliar sin destrozar ninguna zona protegida. Luego ya hablaremos de la gestión, que corresponde al Estado, pero se puede traspasar a la iniciativa privada.

Más temas: Barcelona como ciudad de congresos.

A mí me gustaría, y voy a trabajar por ello cuando sea alcalde, que Barcelona tenga como mínimo un gran evento cada mes. Barcelona necesita que venga gente todos los meses. Por desgracia, en los últimos años lo que mucha gente ha visto es que podía tener problemas y, por tanto, prefería organizar sus cosas en otras partes de España.

¿Cómo se consigue eso?

En Barcelona hay dos tipos de inseguridad: la inseguridad ciudadana, que es consecuencia de la mala política de Colau y también del gobierno de la Generalitat, y luego está la inseguridad jurídica, provocada por el procés. Eso hace que la gente y las empresas, cuando analizan riesgos, ven que Barcelona es una ciudad en la que pueden pasar cosas negativas y prefieren invertir en otras ciudades de nuestro entorno, como Madrid o Málaga. Si queremos que Barcelona vuelva a ser lo que fue, no solamente hay que echar a Colau, sino que intentar que esos que dicen que dieron un golpe de Estado y que ahora lo quieren volver a dar, dejen de utilizar a Barcelona, porque es una gran losa para la promoción internacional de nuestra ciudad.

“El Ayuntamiento de Barcelona se ha dedicado a enfrentar a los comerciantes con los vecinos”

Las terrazas.

Somos una ciudad mediterránea y a la gente le gusta vivir en la calle y disfrutar de las terrazas, y no se puede sangrar a los pequeños empresarios con impuestos y tasas desorbitadas. El plan de usos del gobierno municipal las limita porque dice que molestan a los vecinos. Las terrazas no molestan a los vecinos, lo que les molesta es el ruido, y para eso está la Guardia Urbana. Desde el Ayuntamiento de Barcelona se tiende a enfrentar a comerciantes y hosteleros con vecinos. Pero los comerciantes y los hosteleros son familias que viven en nuestra ciudad, por lo tanto, debemos trabajar todos juntos.

Las ‘superillas’: ¿las eliminaría?

Depende. Hay algunas que las voy a mantener, pero lógicamente, procurando que el mantenimiento sea el adecuado, y hay otras que hay que revertir, como la de Consell de Cent. Puede que guste a los que viven allí, pero ha complicado el tráfico y los que vivimos en la calle València estamos sufriendo todo el tráfico que no va por ahí, lo que hace que con esta idea, que ya venía de Xavier Trias, haya una ciudad de primera y otra de segunda. L’Eixample precisamente era un barrio que se había construido un poco para igualar a todos, con todas las calles iguales, repartiendo el tráfico. Yo creo que Colau no es más lista que Cerdà [creador del plan urbanístico que dio lugar a l’Eixample].

¿Qué coches deben poder entrar en Barcelona?

Todos los que pasen la ITV. No veo porque yo no puedo circular con mi Montesa Impala en Barcelona cuando hay autobuses municipales que tienen más de 17 años y contaminan mucho más que mi Impala. Por lo tanto hay que regular el tema de la zona de baja emisión, pero no como se ha hecho en Barcelona, que no está cumpliendo la normativa de contaminación atmosférica, sino como Madrid, que sí la cumple, porque ha hecho reformas y mejoras pero los coches pueden llegar a todas partes. En Barcelona, con las obras, las superillas, los carriles bici, los cambios en la Diagonal, lo que provocan es mucho más tráfico, por tanto los coches están mucho más tiempo contaminando.

¿VTC o taxi?

Yo creo que las VTC reguladas tienen que tener su papel complementario al taxi y por lo tanto debemos hacer compatibles la existencia de ambos, porque ambos son buenos para los ciudadanos, que debemos tener la posibilidad de elegir entre unos y otros.

Los pactos prelectorales y postelectorales

Sirera conversa con los clientes de un bar. Imagen: PP

Volviendo al tema más electoral: ¿a cuántos concejales aspira?

Mi objetivo es doblar, llegar a cuatro. Pero mi verdadero objetivo no son estas elecciones sino las siguientes. Y en la siguientes sí que aspiro a disputar la alcaldía.

¿Su lista va a ser de dirigentes del PP o habrá fichajes, por ejemplo, de Ciudadanos?

De momento estoy trabajando con mi gente y cuando llegue el momento ya lo veremos. No me cierro a nada, pero tengo una cantera muy grande y muy preparada que puede ir en las listas.

¿Y pactos prelectorales con Ciudadanos, Valents o Vox?

Creo que sería bueno que los partidos de centro derecha no independentistas fuéramos juntos, porque si la gente que va a votar a fuerzas políticas que según las encuestas no van a tener representación en el Ayuntamiento, votara al Partido Popular, seríamos la tercera fuerza política en la ciudad, que no me parece menor.

«Sería bueno que los partidos de centro derecha no independentistas fuéramos juntos»

Entonces sí está abierto a una lista unitaria.

El resto de formaciones no quiero hacerlo. Ni Vox ni Ciudadanos ni Valents quiere renunciar a su candidatura. Por tanto, lo que tengo que hacer es intentar convencer, no a los dirigentes de esos partidos, sino a sus posibles votantes, de que aquí hay un partido dispuesto a representarles mejor que nadie y que tiene opciones de entrar con mucha fuerza. Queremos hacer un pacto con sus votantes.

¿Haría alcaldesa a Ada Colau para que no hubiera un alcalde independentista, como hizo hace cuatro años Manuel Valls?

No. Yo nunca haré alcaldesa a Ada Colau.

¿Aunque se lo pidieran los poderes fácticos?

No, mis jefes son los ciudadanos de Barcelona. No voy a hacer alcaldesa a Colau de ninguna manera, y tampoco a Ernest Maragall. Yo quiero un gobierno sensato, una ciudad que genere seguridad, que baje los impuestos, que mejore la movilidad. Quien quiera hacer eso va a poder contar con el PP.

“¿Collboni? Si va a seguir haciendo lo mismo, con el PP que no cuente”

¿Y con Jaume Collboni y Xavier Trias?

Collboni forma parte del problema y Trias ya ha dicho que si él es alcalde va a mantener las cosas que ha hecho Ada Colau. Por tanto me cuesta mucho pensar que pueda apoyar a alguien que ha hecho lo que ha hecho o que quiere seguir haciendo lo que se ha hecho.

¿Ni siquiera les apoyaría con una abstención para impedir que fueran alcalde Colau o Maragall?

Si Collboni va a seguir haciendo lo que ha hecho hasta ahora, conmigo que no cuente. La seguridad depende directamente del PSC, por tanto, él es responsable de lo que está pasando. Respecto a Trias, es que Colau ha sido tan nefasta que ha hecho bueno a Trias, pero fue un mal alcalde para Barcelona, las superillas las inventó él, toleró los okupas.

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