Wuhan vuelve al trabajo tras dos meses de confinamiento
La ciudad china, primer epicentro del brote de coronavirus, empieza a relajar sus restricciones de movimiento al registrar cero contagios locales
Este lunes se cumplieron dos meses desde que se activó el confinamiento de Wuhan, la ciudad china que se convirtió en el primer epicentro del brote de coronavirus en el mundo. Después de mantenerse la mayoría de ciudadanos sitiados en sus casas desde el pasado 23 de enero, la normalidad regresa paulatinamente a la capital de la provincia de Hubei y uno de los puntos industriales de mayor importancia en China. Los residentes considerados saludables ya pueden moverse por la ciudad y tomar el bus o el metro, pero deben mostrar su identificación a la policía, a la vez que las empresas reanudan sus operaciones.
No es que el Covid-19 haya desaparecido del todo de China: en las últimas 24 horas se han detectado 39 nuevos casos de la enfermedad en el país, pero ninguno por contagio local; todos eran importados. Pese a que Wuhan, con unos 11 millones de habitantes, computó este domingo nueve fallecimientos por el coronavirus, ni en la ciudad ni en toda Hubei se registraron nuevas infecciones por quinto día consecutivo, según la Comisión Nacional de Sanidad china. Así las cosas, este regreso a la normalidad se hace en condiciones aparentemente favorables, aunque siempre con cierta precaución.
Los ciudadanos de Wuhan pueden regresar al trabajo si tienen un permiso de sus patronos. También pueden salir de la ciudad a otras partes de Hubei (cuya población asciende a unos 60 millones), previa prueba de Covid-19 y con un certificado médico, informó AFP. La vuelta a la normalidad tiene lugar poco menos de dos semanas desde que el presidente chino, Xi Jinping, visitó Wuhan por primera vez desde que estalló el brote. Hasta ahora, en China se han registrado más de 81.000 casos de Covid-19 y casi 3.300 muertes, mientras que el resto del mundo superó ya estas cifras la semana pasada.
Atascos de tráfico en Pekín
The Guardian, informando desde Shanghái, ha informado de que en otras partes de China la vida normal empieza a asomarse después de meses de una mezcla entre miedo y quietud. Este lunes por la mañana, en Pekín, hasta hubo atascos de tráfico en algunas arterias principales, algo no visto en mucho tiempo. Los no residentes de Wuhan, varados en la ciudad desde hace dos meses, ya pueden hacer una solicitud para volver a sus ciudades, afirmaron las autoridades en las últimas horas. Y este fin de semana ha llegado un tren con 1.000 trabajadores de otras partes del país listos para regresar a sus puestos de trabajo.
Los residentes, que empiezan a salir en pequeños grupos, igualmente están siendo muy cuidadosos. Pero eso no quita que varios wuhaneses están caminando por las calles y visitando algunos parques, disfrutando de pequeños grandes «lujos» como estirar las piernas y respirar al aire libre. El Mundo informa de que la capa de contaminación se ha limpiado después de 60 días de calles desiertas, y se celebra que «una ciudad sitiada va recuperando algo de normalidad». «Es un alivio y un indicador para que la gente sepa que por muy gris que se vean ahora las cosas, del Covid-19 se sale», anota el corresponsal Lucal de la Cal.