Viajar entre Italia y España sí que es posible (en barco)
Las compañías de ferrys operan con normalidad entre ambos países, aunque ya llegan las primeras cancelaciones de cruceros al Port de Barcelona
Mientras que desde este miércoles se ha vuelto imposible volar desde Italia a España, viajar desde el país transalpino a nuestro país sí que es posible. El transporte aéreo entre ambos países ha sido prohibido, pero las conexiones marítimas se mantienen prácticamente inalteradas. Los ferrys operan con normalidad y apenas ha habido hasta el momento cancelaciones oficiales de cruceros, explican en el sector.
Fuentes de Grimaldi Lines explican a Economía Digital que operan con total normalidad a pesar de haber notado una evidente bajada de viajeros, que declinan cuantificar. De hecho, sólo hace falta entrar en su página web para comprobar que ofrece trayectos entre los puertos de Civitavecchia (Roma) y Barcelona por alrededor de 60 euros por trayecto.
Otras firmas como MSC Cruceros también funcionan sin alteraciones.
Mientras un portavoz del Port de Barcelona explica que, a falta de tener confirmados los datos del mes de febrero, solo un crucero ha cancelado oficialmente su estancia en la infraestructura catalana. Se trata del Aida Bella, operado por Aida Cruises, que debía atracar dos veces por semana en el embarcadero y que podía transportar a algo más de 2.000 personas.
Sin embargo, de forma oficiosa se admite que serán más las suspensiones. Por ejemplo: la italiana Costa Cruceros anunció el martes que cancelaba todas sus rutas en el Mediterráneo hasta el próximo 3 de abril de forma voluntaria. En la capital catalana operaba con el Costa Smeralda, con capacidad para 6.500 pasajeros.
La efectividad del cierre aéreo
Con el transporte marítimo abierto y después de que el consulado español en Nápoles recomendase «sacar un billete con escala en otro país, ya que sólo se han suspendido conexiones directas», son muchos los que han puesto en duda la efectividad de la prohibición de vuelos desde Italia a España. No obstante, fuentes del sector aseguran que, pese al «disparatado comentario» del consulados, la medida sí frenará la distribución del virus de manera efectiva.
Otra cosa será el golpe asestado a las aerolíneas, que ya sufrían una drástica caída de la demanda, tanto en el mercado italiano como en el español. La primera en reaccionar fue Air Europa, que comunicó a la plantilla su voluntad de aplicar un ERTE para la totalidad de los trabajadores, tal y como avanzó este martes Economía Digital.
Compañías aéreas como Iberia o Vueling también planean medidas para sus empleados, aunque en este caso todavía contemplan escenarios voluntarios, como la rotación de vacaciones.
El país transalpino supone el tercer mercado aéreo por importancia para España, con más de 106.000 operaciones comerciales en 2019 y un volumen de 16 millones de pasajeros; el 9% del total del tráfico internacional, según datos recogidos por Efe.
La restricción de las rutas con Italia se aplica a los vuelos directos pero no a los aeronaves oficiales, los que tengan escala con fines no comerciales, vuelos de carga, humanitarios, médicos y de emergencia.