Solo uno de cada tres empleados puede teletrabajar

Un 32,5% de los trabajadores españoles tiene potencial para teletrabajar, frente a la media de países como Alemania (42%) o EEUU (37%)

Una mujer realiza teletrabajo en su casa mientras su hija juega a su lado, el 16 de marzo de 2020, primer día laboral de aplicación del estado de alarma | EFE/Archivo

Una mujer realiza teletrabajo en su casa mientras su hija juega a su lado. | EFE/Archivo

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La pandemia de coronavirus ha obligado a implementar el teletrabajo en un gran número de empleos, pero no todos disponen de los medios necesarios para poder continuar con su actividad laboral. Solo uno de cada tres, según el último estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que señala que el 32,5% de los ocupados españoles tiene la capacidad para trabajar desde su domicilio. 

Según el informe publicado este lunes, las facilidades para teletrabajar aumentan en sectores como el financiero, seguros, actividades inmobiliarias, información y comunicaciones.

Por comunidades, Madrid acumula el mayor potencial de teletrabajo, con un 38,6% de sus ocupados con facilidades para implementarlo. Le siguen Cataluña y País Vasco, con porcentajes cercanos al 35%, frente a los menores, registrados en Extremadura (27,8%) y Castilla-La Mancha (28%). La media nacional se sitúa por debajo de otros países como Alemania (42%) o EEUU (37%). 

La cifra, no obstante, supera con creces el porcentaje actual de teletrabajadores, un 4,8% según la última Encuesta de Población Activa (EPA), frente a la tasa europea, que supera de largo el 10%. 

Una de las principales conclusiones del estudio reside en que muchas empresas podrían seguir adoptando el teletrabajo incluso después de la pandemia. «Podría originar un cierto salto permanente en la intensidad en el uso del teletrabajo», apunta Fedea. 

El informe relaciona también el teletrabajo con una menor incidencia en el número de contagios -que estaría apoyada por otros factores- y apuntan a que «ha permitido un menor impacto» de la pandemia desde su implementación a principios del estado de alarma, decretado el pasado 14 de marzo. 

Sin relación con la destrucción de empleo

Tampoco se relaciona la menor destrucción del empleo -en un cálculo en el que Fedea incluye parados y afectados por ERTE- con el potencial para teletrabajar. No obstante, el informe revela que esta modalidad de trabajo ha evitado que muchas empresas recurran a los despidos temporales. 

Además, Fedea aprecia una «importante asimetría en la amplitud del despliegue en las redes» entre las áreas urbanas y las zonas rurales, signo de que el teletrabajo aumentaría la brecha entre las ciudades y los municipios de menor tamaño. 

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