Renfe prepara trenes medicalizados para mover a pacientes de Covid-19
España ultima los ferrocarriles especiales habilitados para trasladar enfermos de zonas con hospitales tensionados a otras menos congestión en las UCI
España decide inspirarse en el modelo que Francia, que ha dado buenos resultados, y ultima los preparativos para poner en marcha trenes medicalizados que puedan trasladar pacientes de comunidades autónomas con hospitales muy congestionados a otras con capacidad para poder absorber a esos enfermos de coronavirus.
El Ministerio de Sanidad ha llevado a cabo un simulacro en la Estación de Atocha junto a sanitarios del Summa 112, Renfe y Adif, para trasladar enfermos en uno de los trenes medicalizados de la compañía ferroviaria. El objetivo de esta prueba era validar la idoneidad de los trabajos realizados en la transformación de los convoyes para su uso como transporte sanitario, según un comunicado.
Como ya había anunciado el ministro Ábalos, Renfe tiene los medios previstos para trasladar a enfermos de Covid-19 siempre que las autoridades sanitarias lo requieran. La transformación interior de los trenes también tiene el visto bueno de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, que ha autorizado las adaptaciones en vehículos de la serie 730 como transporte sanitario.
Por las características de la red ferroviaria española, los trenes de la serie 730 son los más adecuados al tratarse de trenes híbridos que funcionan en eléctrico y en diésel, y poseen rodadura desplazable para adaptarse a los distintos anchos de vía. Dicho de otra forma, estos convoyes permiten que el tren pueda desplazarse por vías de AVE y también convencionales.
El caso francés
La medida que impulsa el Ministerio de Transportes de España, se toma a partir de los buenos resultados que Francia ha tenido tras medicalizar trenes de la compañía ferroviaria pública SNCF. El gobierno de Emmanuel Macron permitió entonces que ferrocarriles de TGV –los AVE franceses– fueran adaptados para convertirse en ambulancias para trasladar a enfermos a otras zonas.
Los primeros trenes medicalizados sirvieron para desplazar a contagiados de las regiones del Gran Este y de Îlle-de-France (donde se encuentra París) uno de los focos más problemáticos de la enfermedad. El plan diseñado por el gobierno francés pretendía aliviar la carga de los hospitales de la zona, en una operación sanitaria complicada pero exitosa.