Reino Unido advierte a su población con el ejemplo de España e Italia
Boris Johnson avisa que si se repiten imágenes como las de este fin de semana de calles llenas de gente, optará por el confinamiento total
Mientras algunos científicos advierten a Downing Street de que Reino Unido está a 14 días de ser Italia, Boris Johnson se resiste a aplicar las medidas tan estrictas del país transalpino o de España en la lucha contra el coronavirus. De hecho, el primer ministro británico está utilizando el ejemplo de estos dos países para concienciar a su población para que se quede en casa y restrinja al máximo los movimientos, pese a que, de momento, sigue defendiendo cierto margen para pisar la calle.
Después de un fin de semana en el que miles de británicos salieron a las calles a celebrar el Mothering Sunday –el día de la madre para los cristianos del país–, al premier se le terminan las ideas para lograr que los británicos se queden en casa. Su gobierno aprobó cerrar muchos comercios, entre ellos los pub, uno de los símbolos de las islas británicas. Pero se resiste a tomar medidas más duras aunque ya ha advertido de que las próximas 24 horas serán clave si no quieren terminar como España e Italia.
Johnson hizo referencia expresa a estos dos países y advirtió a los británicos de que si no hacían caso a las recomendaciones de las autoridades, iban a tener que tomar las mismas medidas de confinamiento obligatorio con contadas excepciones y la necesidad de una autorización para salir a la calle, como es el caso de Italia.
Miles de británicos salieron a la calle este domingo para celebrar el Mothering Sunday, lo que ha enervado a Boris Johnson
«Tenemos que pensar en el tipo de medidas que hemos visto en otros lugares, otros países que se han visto obligados a imponer restricciones a los movimientos de las personas por completo. Ahora, como digo, no quiero hacer eso”, aseguró el líder tory. Para lograrlo, pidió a los británicos que respeten el distanciamiento social y piensen bien a dónde van.
Las imágenes de este fin de semana han hecho daño a la estrategia británica de actuar lo menos posible. Mercados llenos de gente comprando flores, sin rastro del distanciamiento social, han colmado la paciencia de Johnson: “Todos hemos visto cómo la gente se ha estado divirtiendo durante un hermoso fin de semana. Si no lo hace de manera responsable, no habrá duda de que tendremos que presentar nuevas medidas”.
Aún así, el primer ministro británico sigue defendiendo que los ciudadanos puedan salir a la calle: «Muchas personas no tienen acceso a espacios verdes privados donde puedan hacer eso y es por eso que los parques y los espacios abiertos son tan cruciales para nuestra sociedad. Pero tenemos que hacerlo de manera responsable. De lo contrario, tendremos que presentar nuevas y mantenerlas en constante revisión».
De mirar hacia otro lado a imitar a España e Italia
Boris Johnson está siguiendo una línea errática en la crisis del coronavirus. El hecho de que, cuando el brote llegó a Europa, Reino Unido no fuera de los países más afectados, hizo que el primer ministro priorizara que la economía siguiera en marcha a la protección estricta de la población. La escalada de contagios y víctimas le obligaron a rectificar, pero se resiste al parón generalizado.
Pese a ello, el gobierno post-brexit empieza a ver que el Covid-19 se le va de las manos y que su propia reacción, tardía y tibia, ha provocado que una parte de la población no se lo tome en serio. Por ello, este mismo lunes, el parlamento británico debatirá un proyecto de ley urgente para endurecer el control y las sanciones para aquellos que no respeten las prohibiciones ni la norma de distanciamiento social.
El proyecto de ley evitará, de momento, endurecer las medidas de confinamiento. Se tratará de dar a la policía y fuerzas de seguridad más poderes para detener a los incumplidores, con multas de hasta 1.000 libras esterlinas. Pero Johnson advirtió de que las normas se revisarán diariamente y que, si en las próximas 24 horas la sociedad no exhibe una mayor concienciación, tendrán que aplicar medidas como las de España e Italia.