La «masacre» italiana: «No saber quién está en ese ataúd es peor»
Los familiares afectados piden justicia: "Después de la muerte, llamaron para decir que había sido un error y que el cuerpo todavía estaba en la morgue"
La OMS denuncia la «masacre» en las residencias de ancianos en Italia por el coronavirus. El director general adjunto de la organización sanitaria, Ranieri Guerra, lanzó esta denuncia ante la gran cantidad de casos escandalosos, varios de los cuales se han registrado en los Castelli Romani, el grupo de municipios de la provincia de la capital (Roma).
Los muertos en las residencias se cuentan por muertos y en la mayoría de casos muchos de ellos no tuvieron ni siquiera la posibilidad de despedirse de sus seres queridos. El destrozo en muchas familias ha sido irreparable, y así lo narran en Quien lo ha visto de la RAI recogido por ABC.
Una mujer manifestó que en el geriátrico San Raffaele en Rocca di Papa su padre fue hospitalizado en la misma habitación de un paciente con coronavirus. La mujer planteó el problema y recibió una dura respuesta: «No podemos aislar a todos los pacientes con fiebre y tos». Una vez desatada la epidemia se produjo una desbandada de empleados y muchos trabajadores se quedan en casa por miedo a contraer el virus.
«No los han protegido»
Una señora explicó al programa de la RAI que no tuvo ni siquiera ocasión para despedirse de su madre y solo se enteró de que había muerto por una llamada telefónoca: «Solo obtuvimos el ataúd con el certificado de defunción. El no saber quién está en ese ataúd es peor».
No es el único caso escabroso, puesto que otra mujer perdió a su madre enferma de coronavirus en la residencia de ancianos donde se hospedaba: «Después de su muerte y de la entrega del ataúd, llamaron para decir que había sido un error y que el cuerpo todavía estaba en la morgue«. Muchas de estas familias piden justicia: «Se dijo desde el principio que este era el virus de los ancianos, pero no los han protegido».
En Italia hay 4.629 residencias, públicas y privadas, donde viven 300.000 ancianos. En los controles efectuados ya en unas 700 residencias se ha descubierto que un 20 por 100 eran irregulares, y ni siquiera se sabe con exactitud el número de fallecidos. El Instituto Superior de Sanidad reveló a finales de marzo que se habrían registrado ya entonces más de 3.000 muertos, sobre todo por coronavirus, la mayoría sin test de Covid-19.