Más positivos y cuarentenas imposibles ponen en riesgo la desescalada
El 40% de los españoles no puede aislarse mientras suben los contagios de coronavirus, lo que supone un gran riesgo en la salida de la crisis sanitaria
La desescalada está en riesgo. De hecho es la propia desescalada la que se pone en riesgo a sí misma, pues ha multiplicado las posibilidades de contagio de coronavirus y se está produciendo un repunte, según muestra una encuesta público-privada que añade otras conclusiones tan o más preocupantes: cuatro de cada diez españoles no puede ponerse en cuarentena si se contagia, lo que complica la contención del virus.
Estos son dos de los resultados de la Encuesta impacto del CoVID-19 en España, impulsada por la nueva comisionada de la presidencia de la Generalitat Valenciana para la Inteligencia Artificial, Nuria Oliver, con la colaboración de la sociedad civil. La ingeniera de telecomunicaciones y doctora por la Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) inició la encuesta la última semana de marzo centrada principalmente en la Comunidad Valenciana pero el alud de respuestas de toda España la llevaron a hacer el estudio a nivel nacional.
Tras ocho semanas de trabajos, acumulan 226.000 respuestas en España –también en otros países, que se han segregado– que les permiten sacar conclusiones muy llamativas y ver también evoluciones. Estas muestran un repunte de los contagios en la segunda quincena de mayo, coincidiendo con la flexibilización de las medidas de confinamiento, con los avances de muchas provincias a fase 1 y, posteriormente, a fase 2.
«Los contagios están subiendo, tenemos que ver si sigue porqué lo importante es actuar rápido», afirma Nuria Oliver
“Han estado bastante planon desde finales de abril hasta la primera quincena de mayo, pero ahora están repuntando”, explica Oliver a Economía Digital. La encuesta, que consta de 28 cuestiones, pregunta si se han realizado o no el test y si ha dado positivo, tanto si he ha superado la enfermedad como si se tiene en ese momento. El 1,2% de los encuestados respondió padecer Covid-19 en la última semana, el triple que en las dos oleadas anteriores. También utilizan un cálculo que cruza que la persona tenga algunos síntomas con que haya estado en contacto con un positivo, que también ha subido en las últimas dos semanas.
El estudio ha llegado a la conclusión de que los avances de fase suponen más contagios. Las personas con síntomas compatibles con coronavirus se incrementaron más en las provincias y zonas sanitarias que ahora se encuentran en fase 2 que en aquellas que están en fase 1. Los resultados positivos de la encuesta en fase 2 fueron del 3,3% de las personas que respondieron a la misma, un punto más que en fase 1 de la desescalada.
“Estamos observando un incremento de la prevalencia, según nuestra encuesta, y tendremos que ver si sigue pues lo que nos interesa es detectar indicadores tempranos de un cambio de tendencia porque cuanto antes los detectemos, antes podremos actuar”, relata Oliver. Para ello, sigue haciendo un llamamiento a la ciudadanía para que participe en el sondeo.
Las dificultades para ponerse en cuarentena, un impedimento inesperado
Es evidente que un repunte de los casos pone en riesgo la desescalada. Así lo ha manifestado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y se ha demostrado. Algunos municipios y regiones han tenido rebrotes. En un caso concreto, el de Lleida, donde además de una fiesta con 20 personas, que se infectaron todas, ha habido brotes en fábricas agroalimentarias, eso le impedirá avanzar a fase 2 el lunes 1 de junio pese a la baja densidad de población y la disponibilidad de camas de hospital y UCIs.
Pero hay otro factor que se tiene menos en cuenta pero que también pone en riesgo la desescalada y, en general, la lucha contra la propagación y los rebrotes de Covid-19. Es la imposibilidad, por parte de cuatro de cada diez españoles, de realizar una cuarentena de dos semanas si se contagian de coronavirus. Además, se trata de una cifra que ha ido subiendo durante el estado de alarma.
Inicialmente, en las primeras semanas de encuesta, se situaba en el 25% y estaba más o menos estable, pero luego empezó a repuntar. “Nos sorprendió mucho un porcentaje elevado, que era del 25%, así que empezamos a preguntar la causa y fue aumentando hasta el 40%”, apunta la responsable del estudio. Detrás de esta respuesta hay, en muchos casos, motivos económicos o de logística familiar.
Un 7% de las personas que no podrían ponerse en cuarentena asegura que no lo soportaría psicológicamente
Uno de cada cuatro encuestados, en la última oleada, afirma no poder aislarse del resto de personas del hogar, mientras que el 11% tiene que cuidar de otras personas, como hijos y padres. Un 4% asegura no poder permitírselo económicamente y un 2% cree que podría perder su trabajo. Lo que sorprendió más a los autores de la encuesta fue que el tercer motivo (7%) fue que “sería imposible psicológicamente”.
“Creemos que es un dato importante porqué no podemos controlar la propagación de la pandemia si las personas no pueden hacer una cuarentena efectiva. De qué sirve saber que tienes el coronavirus si te vas a ir a trabajar normalmente o si vas a estar moviéndote por ahí”, argumenta Oliver.
La encuesta es más completa y se divide en cinco bloques: demografía y hogar, contacto social, impacto económico y trabajo, salud y estado emocional. Ha despertado interés en otros países y ya se ha iniciado también, por ejemplo, en Brasil, Colombia y Argentina.
La ingeniera del MIT elegida por Ximo Puig para liderar este proyecto advierte de que hay que actuar con más precaución cuanto mayor es el contacto social “porqué el virus sigue circulando y hasta que no haya una vacuna, va a estar haciéndolo; no cambia nada respecto a marzo y debemos ser conscientes de ello”.