Las claves para evitar otro confinamiento en otoño
Aumentar el gasto en rastreadores y realizar un mayor número de pruebas PCR posibilitaría evitar el confinamiento del 90% de la población
Los continuos rebrotes de coronavirus que se suceden durante los meses de verano han acrecentado dos de los temores de la ciudadanía ante la pandemia: la llegada de una segunda oleada mucho más virulenta y la vuelta a un confinamiento total como el vivido entre marzo y mayo en otoño o invierno.
Los últimos datos del Ministerio de Sanidad sitúan a España con niveles de contagio similares a los de la primera ola; este miércoles se registraron cerca de 4.000 casos en las últimas 24 horas. En concreto, 3.715 nuevos positivos, lo que eleva la cifra total hasta 370.867 infectados desde el inicio de la pandemia, además de 28.797 muertes después de un incremento de 127 fallecidos en la última jornada.
La posibilidad de que estas cifras parezcan pequeñas con la llegada de la segunda ola invita a pensar que son necesarias medidas más rigurosas para reducir el riesgo de contagio pero que pasen por evitar el confinamiento. Algo que también agradecerían los indicadores económicos de varios sectores, como el turismo, que anticipa pérdidas sin precedentes en la peor temporada de la que se tiene constancia.
Pero para ello, es necesario detectar de forma más rápida los casos de coronavirus y sus contactos. Según un estudio de la revista Nature Human Behaviour, para contener nuevas oleadas sería necesario aumentar la detección temprana de al menos la mitad de los casos sintomáticos en un plazo de dos días. Esto permitiría rastrear con mayor rapidez a entre un 20% y un 40% de sus contactos, según cálculos de los investigadores, lo que reduciría además la saturación de los sistemas sanitarios.
Una estrategia que ya han comenzado a aplicar comunidades como Madrid, Cataluña, País Vasco y La Rioja -algunas de las regiones más golpeadas por la pandemia entre marzo y mayo- y donde ya están realizando del orden de entre 1.000 y 6.000 pruebas PCR diarias en función de la comunidad.
Más rastreadores para un menor confinamiento
Según el estudio, invertir en un mayor número de rastreadores posibilitaría tener que confinar a alrededor de un 4% de la población en lugar del 90% al que se obligó a permanecer en sus domicilios entre marzo y mayo.
Algo que además impediría que se volviera a cerrar la actividad económica, que solo pudo ir retomando la reapertura de negocios de forma gradual durante las semanas de desescalada. En este sentido, se evitarían también los desajustes entre las cuentas de las comunidades autónomas ya que no todas las regiones salieron del confinamiento de forma simultánea.
Además del aumento de test de detección y de los rastreadores, los expertos recomiendan asimismo seguir cumpliendo con las medidas de higiene sanitaria de uso de mascarillas, distancia social e higiene de manos. Para ello, proponen un refuerzo de los lugares públicos -especialmente, colegios y centros que retomarán su actividad previsiblemente en septiembre- de los medios para cumplir con estas medidas.