La floja subida del crudo aviva la amenaza de deflación
El Banco de España prevé que el precio del crudo, que ha golpeado a la inflación, se mantendrá en 2021 por debajo de los niveles del arranque de este año
El Banco de España (BdE) desconfía de la fortaleza de la subida del petróleo. El organismo, en un informe publicado este lunes, apunta que el ascenso vivido por el crudo en mayo, en un escenario marcado por la salida gradual de la crisis del coronavirus, no es suficiente para apuntalar una subida continuada. En este sentido, cree que el crudo continuará el año que viene por debajo de los precios de enero de 2020, lo que refuerza la expectativa de que la economía española y la europea puedan verse abocadas a un escenario deflacionista. El gobernador del BdE, Pablo Hernández de Cos, insistió en el riesgo de caída de los precios hace pocos días.
El BdE adelanta que los precios del petróleo en 2021 serán «moderados», en un entorno similar al del periodo 2000-2006, pero que seguirán estando muy por debajo de los niveles registrados en enero de este año; lo que mantendría bajo presión al IPC. La caída de los precios energéticos está siendo la culpable de que la inflación se mantenga en terreno negativo y, al Banco Central Europeo (BCE), le está valiendo de excusa para reforzar sus medidas de estímulo.
Al respecto de la amenaza sobre la entrada en una espiral bajista en los precios, De Cos explicaba en una entrevista a Bloomberg News, recogida por Finanzas.com, que ha aumentado. «Esa es una de las razones por las que el Banco Central Europeo está tomando las medidas que está tomando», señaló. Pocos días antes, Christine Lagarde, presidenta del BCE había recurrido a este miedo para justificar el incremento de su programa de compra de deuda relacionado con la crisis del Covid-19.
Según el Banco de España, la recuperación de la demanda de petróleo a medio plazo estará condicionada por la incertidumbre de la actividad en la recuperación posterior a la crisis. Se remite, además, a los cálculos del Banco Mundial, que estiman que el PIB de la economía global estará un 5,9% por debajo de la última previsión, publicada el pasado enero. Tendrá incidencia, además, el cambio de comportamiento de los consumidores tras la emergencia sanitaria.
En los próximos meses, el BdE no descarta que se produzcan «nuevos desencuentros» entre los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en cuanto al cumplimiento del acuerdo que sostiene a los principales productores y que expira en agosto de 2022.
En cualquier caso, el organismo apunta a que el petróleo ha vivido un «episodio singular» durante la crisis del coronavirus provocado por una rápida caída de la demanda y un aumento gradual de la producción, lo que ha dejado una «veloz acumulación de inventarios» en los países exportadores.
El riesgo de deflación provoca debate entre los economistas
No todos los expertos comparten, sin embargo, la opinión del Banco de España sobre la deflación. La economista senior de Funcas, María Jesús Fernández, señaló en una entrevista concedida a Economía Digital que la deflación es una excusa del BCE para justificar sus programas de compra de deuda.
«No se puede hablar de deflación, ni siquiera de peligro de deflación, con una tasa subyacente muy estable desde hace ya mucho tiempo», explicó Fernández, que situó el porcentaje «en torno al 1%». Este indicador, para Funcas, lleva mucho tiempo estable.
«No veo nada positivo en el hecho de que el petróleo se encarezca», aseguró Fernández. Por el contrario, eso «reduciría la capacidad adquisitiva» de los consumidores en el «momento más inoportuno». «Cuanto más tiempo se mantenga el precio del petróleo en los niveles reducidos, mejor será para la reactivación de la economía», explicó.
En su informe trimestral, el BdE recoge que el impacto de la caída del precio del petróleo en países importadores, como España, habría sido inferior al habitual. Sin embargo, dada la situación de confinamiento, los consumidores no han logrado beneficiarse completamente de ese abaratamiento.