El coronavirus impediría votar a 200.000 personas en las elecciones catalanas del 14F
Los cálculos más pesimistas hablan de un aumento de confinados por la pandemia y las dificultades para garantizar su derecho al voto en las elecciones catalanas
La celebración de las elecciones catalanas el próximo 14 de febrero se vislumbra cada vez más difícil. El aumento de casos y de la presión hospitalaria pone en riesgo que la cita electoral se pueda llevar a cabo en la fecha señalada, y se abre la puerta a un retroceso electoral.
El Síndic de Greuges ha advertido que ante la situación actual «no podrían votar presencialmente en las elecciones del 14F desde el punto de vista sanitario entre 196.000 y 216.000 personas.
Rafael Ribó ha dado la razón a la consellería de Salut, que cuestionaba que la situación epidemiológica permitiera la celebración de las elecciones en la fecha señalada.
En una rueda de prensa, el Síndic ha advertido que aquellas personas positivas y sus contactos deberían quedarse en casa y no votar presencialmente pese a las medidas de seguridad, puesto que ello supondría un riesgo para la salud pública.
También se ha expresado en contra la jefa del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiológica del Hospital Vall d’Hebron y miembro de la Comisión, que ha expuesto cuatro escenarios de pandemia posibles de cara a las próximas elecciones, aunque se inclina por el más grave: 196.700 positivos o contactos estrechos durante los 10 días previstos para las elecciones según los datos de referencia de la segunda ola.
Las implicaciones jurídicas de aplazar las elecciones catalanas
Sobre la propuesta del Govern para establecer franjas para el voto presencial de las personas infectadas, juntamente con los contactos estrechos, Campins ha avisado que esa medida podría ser peligrosa. ¿El motivo? Que podría infectar a personas que no lo están, como contactos negativos o miembros de las mesas electorales. El Síndic ha planteado que se pospongan y se usen fórmulas como el voto digital o postal para otras formas no-presenciales.
Pero la suspensión de las elecciones es más complicado de lo que parece. El catedrático de Derecho Constitución y miembro de la Comisión, Luis López Guerra, ha destacado las implicaciones jurídicas de la supuesta suspensión de las elecciones catalanas. El doctor en derecho recuerda el precedente vasco y gallego, que contempla motivos de fuerza mayor para casos similares, o la Comisión de Venecia, que avala la suspensión temporal de las elecciones por la pandemia.
Salut se posiciona a favor de aplazarlas: Cataluña no tiene «el mejor escenario»
La consellería de Salut también se ha posicionado a favor de un aplazamiento electoral. El secretario de Salud Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, ha asegurado que Cataluña no presenta «el mejor escenario» sanitario que le permita celebrar la contienda del 14 de febrero.
La mano derecha de Alba Vergés ha asegurado que con los plazos actuales tampoco daría tiempo a vacunar a las personas que deberán estar en las mesas electorales.
Los datos «hace semanas que no van bien», por lo que Argimon considera que desde el «punto de vista epidemiológico no es el mejor escenario el hacer unas elecciones». Será el Govern, tras consultar a la mesa de partidos y buscando el mayor consenso, quien tomará la decisión sobre si se debe poder votar el próximo 14 de febrero: «La decisión no corresponde al departamento de Salut».
Argimon ha evitado especular sobre si mayo podría ser un mejor escenario para los comicios: «No soy yo el que puede poner fechas electorales». El experto contra la Covid-19 ha explicado que con la subida de las temperaturas en la primavera y el aumento de gente vacunada, «es de esperar» que la situación sea mejor. Argimon cree que el 14 de febrero habrá 100.000 confinados y la «clave» está en «garantizar el derecho fundamental del voto» a estas personas.