Francia se prepara para seleccionar a quién salva del coronavirus
La sanidad francesa se prepara para el colapso de los hospitales y prevé clasificar a los pacientes de acuerdo con su estado de salud
El balance entre la ética y la realidad acucia en Francia. De la misma forma que ya está sucediendo en los hospitales italianos, para los médicos franceses se acerca el momento de tomar decisiones difíciles. Las unidades de cuidados intensivos (UCI) solo pueden soportar a cierta cantidad de personas, y llegará el momento en el que los profesionales de la salud tengan que clasificar a los pacientes de coronavirus de acuerdo con su estado de salud para decidir quién entra.
La Dirección General de Salud francesa tiene en sus manos ya un documento titulado Priorización del acceso a cuidados críticos en un contexto de pandemia, que guiará a los médicos al momento de atravesar por el valle oscuro del colapso de las UCI. El texto recoge un «puntaje de fragilidad» para clasificar a los contagiados de Covid-19 según sus estados de salud, informó Le Monde. Dicho de otra forma, el personal sanitario deben valorar quién tiene más probabilidad de sobrevivir.
El texto fue solicitado por el Ministerio de Salud hace diez días. El departamento lo encargó a varias sociedades científicas. Ahora, con la saturación total de los servicios de reanimación de hospitales como el de Alto Rin, y a medida que el número de casos de coronavirus se duplica cada 72 horas, la Federación Hospitalaria de Francia —que representa a los hospitales públicos— ha avisado que «algunos» centros sanitarios tendrán que optar por lo que se conoce como «medicina de guerra».
«Sería catastrófico»
La autoridad sanitaria francesa avisó de esta potencial realidad a incios de esta semana.
«Sería catastrófico tener que clasificar a las personas en cuidados intensivos porque no hay espacio», dijo el pasado lunes el director general de Salud, Jerome Salomon. Ese mismo día, el dirigente galo admitió que Francia no estaba siendo capaz de controlar el virus, antes de que se incrementaran las medidas. Ahora, toda la ciudadanía francesa está obligada a quedarse en casa y el país se ha paralizado.
Este miércoles, el jefe de la UCI del Hospital Saint-Antoine en París, Bertrand Guidet —que participó en la redacción del documento que guía al personal en la clasificación de pacientes durante la pandemia—, ha manifestado que «no deberías esconderte detrás de tu dedo meñique». Y ha añadido: «Cuando existe una enorme presión para admitir pacientes que esperarán en la puerta, la pregunta (sobre a quién salvar) surgirá con franqueza».