Así decide Francia quién vive y muere en los hospitales saturados
Médicos franceses reconocen el dilema moral que supone, aunque en "medicina de guerra" los sanitarios se guían por "posibilidades reales de recuperación"
Decidir quién vive y quién muere. Esa es la dolorosa pregunta que los médicos franceses se tendrán que hacer si el sistema sanitario público termina por colapsar ante la avalancha de casos por coronavirus. En algunos hospitales del Grand Est, el personal afirma haberse sentido obligado a clasificar a los pacientes que van a cuidados intensivos. Los hospitales de esta región, los más afectados en Francia por el Covid-19, están saturados ante la gran cantidad de pacientes hospitalizados.
«Tengo pesadillas al respecto», reconoce la presidenta del Sindicato Nacional de Practicantes de Hospitales, Anestesistas-Resucitadores Ampliados, Anne Geffroy-Wernet en France Info. «Hemos tenido que tomar esta decisión con una persona de 70 años que sufría de otras enfermedades«, lamenta una enfermera en la región más azotada por el covid-19. Las UCI en Francia son limitadas, así como la cantidad de respiradores. Si esto último falla, habrá que realizar una clasificación entre ellos.
«El presidente dijo que estábamos en un estado de guerra, eso significa que vamos a hacer medicina de guerra. En medicina civil hacemos de todo para salvar a la gente. En medicina de guerra debemos salvar el máximo de personas que tienen probabilidades de sobrevivir», explica la jefa del departamento de emergencias del Hospital Pasteur en Colmar Yannick Gottwalles a Les Jours y que recoge France Info.
La responsable del servicio de UCI del hospital Bichaten, Lila Buadma, se resiste: «No vamos les vamos a clasificar como en los desastres, con un collar rojo a un paciente y un collar azul a otro». Lila Bouadma». La sanitaria insiste en que «nadie se quedará tirado por el camino», aunque reconoce que la elección estará guiada por sus posibilidades reales de recuperación: «Debe ser útil para el paciente. No tiene mucho sentido brindarle atención si sabemos que su condición es demasiado grave».
Los expertos consultados en medios franceses también apuntan a que la decisión tiene que ser colegiada. El trabajo lo llevan por ley dos médicos: «Un reanimador y una persona que no está en contacto directo con el servicio de UCI», explica Bouadma. Este segundo médico suele ser un «el médico de emergencias, un médecin traitant, o un médico de cabecera. El Ministro de Salud, Olivier Veran, se negó a hablar de «clasificación» en el programa Quotidien, pero ve imprescindible una «célula ética» para guiar a los médicos, formada por personal sanitario, filósofos y sociólogos.
Medidas de excepción
Italia ha asumido que dejará de dar acceso a las UCI para los mayores de 80 años, y también a aquellas personas con problemas anteriores de salud. La decisión se tomará en función de si colapsa o no el sistema sanitario. Los médicos prefieren decirlo de otra manera: “Se les dejará morir”. El departamento del Piamonte ha elaborado un documento que determinará qué pacientes reciben tratamiento en cuidados intensivos y cuáles no si hay espacios insuficientes.
Francia vive una «crisis sin precedentes» en un país que está casi detenido. El director general de la agencia de salud pública francesa, Geneviève Chêne, previó este miércoles que la prolongación del encierro «probablemente será necesario» y que habrá que esperar «entre dos y cuatro semanas» para observar un cambio en la dinámica de la epidemia.