La verdadera obsesión de Sánchez en pleno coronavirus
El presidente del Gobierno se encomienda a su comité de expertos y a una minuciosa estrategia de comunicación como claves para la gestión de la crisis
Pedro Sánchez reconocía este sábado la «extraordinaria dureza» del endurecimiento de las medidas de distanciación social por el coronavirus. El presidente del Gobierno remarcó el discurso que viene ofreciendo en sus últimas comparecencias: España vive unas fechas «muy duras». Al igual que el propio Sánchez, que ve como la cúpula de su Ejecutivo se ha resquebrajado por las discrepancias en cuanto a la gestión. El positivo en Covid-19 de la vicepresidenta segunda, Carmen Calvo, principal sustento de Sánchez, debilita aún más el liderazgo del mandatario.
Según los últimos datos de Sanidad, la cifra de contagios se acerca a los 78.800 casos; la de fallecimientos, por su parte, supera las 6.500 personas. Hace una semana, el 21 de marzo, Sánchez anunció la creación del Comité Científico Ténico, formado por seis profesionales «de prestigio nacional e internacional». A su cargo confirmó al habitual portavoz gubernamental durante la crisis sanitaria, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón.
Sánchez, salpicado con casos cercanos de coronavirus –su mujer, Begoña Gómez, dio positivo– muestra un tono mucho más lúgubre en sus últimas comparecencias. Propio de la situación; quizás excesivamente preparado. Según recoge El País, responde a una estrategia de comunciación. Siguiendo la información publicada este domingo, el presidente se ha rodeado de un grupo de asesores para diseñar desde los discursos de sus ruedas de prensa hasta la puesta en escena.
El diario ABC apuntó esta semana que los últimos discursos de Sánchez estaban casi calcados con algunas de las comparecencias del expresidente de EEUU, George W. Bush, durante la invasión de Afganistán, en 2003. Y apuntaban como responsable al principal hombre de confianza del líder socialista, su asesor Iván Redondo.
Por el camino, y con el creciente casos de contagios en el seno del Gobierno -las ministra Carolina Darias e Irene Montero volvieron a dar positivo- Sánchez ha limitado el acceso a la Moncloa. Solo mantiene reuniones diarias con su comité de expertos, y es, junto con su gabinete de comunicación, a los que dedica casi la plenitud de sus jornadas.
Al comité de expertos se suma al grupo de ministros contra el coronavirus, que integran, por la parte socialista, el titular de Sanidad, Salvador Illa; del Interior, Fernando Grande-Marlaska; de Defensa, Margarita Robles y, hasta la fecha, Carmen Calvo. Las voces de las ministras de Economía, Nadia Calviño, y Hacienda, María Jesús Montero, también tienen resuenan con fuerza en la toma de decisiones de Sánchez.
Por parte de Unidas Podemos, socio de los socialistas en el Gobierno de coalición, se adhieren a este comité los responsables de Trabajo, Yolanda Díaz; Consumo, Alberto Garzón; además del líder de la formación y vicepresidente de Asuntos Sociales, Pablo Iglesias. El destino del paquete de 120.000 millones de euros, el destinado para combatir el impacto económico del coronavirus, fue el primer desencadenante de la ruptura en la que vive ahora el Ejecutivo.
España, el país con el peor índice
Los datos aportados por el Ministerio de Sanidad este viernes, con 56.188 positivos de los que murieron un total de 4.089 personas, sitúan a España como el país con el mayor porcentaje de víctimas mortales. Es también, siguiendo el mismo método de referencia, el país, por delante de Italia, donde mayor avance tiene la pandemia.
Con las cifras actualizadas -78.797 contagios y 6.528 muertos- el índice de fallecidos supera el 8%, por delante no solo del país transalpino, sino de los datos que ha hecho públicos -no sin discusión sobre su certeza- el Gobierno de China, epicentro del brote surgido a finales del pasado diciembre.