Convulsión en Unió por el posible acuerdo de Mas con Esquerra

El alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal, rompe el carnet del partido por las dudas de Duran Lleida

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Como un conocido estudio sobre las crisis financieras, que tiene el título de Esta vez es diferente, las desavenencias en el seno de CiU podrían esta vez tener consecuencias políticas de envergadura. Pero hay que buscar siempre el detalle, y el libro de Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, que analiza ocho siglos en los que el endeudamiento de los países ha sido una tónica, juega con la idea de que, en el fondo, siempre se repiten algunas constantes.

Es decir, ¿hay una crisis esta vez en Unió Democràtica que pueda desestabilizar a CiU? ¿O será la habitual habilidad política de Josep Antoni Duran Lleida para negociar bien sus cartas? Sí y no. Porque la política catalana vive en plena convulsión, y ningún dirigente de la federación nacionalista se atreve a predecir qué pasará en los próximos seis meses.

Con ERC o el PSC

El hecho es que la aproximación de Artur Mas con Esquerra Republicana, para buscar un acuerdo de legislatura, aunque los republicanos pudieran apoyar al nuevo Govern de CiU desde el Parlament, sin entrar en el Ejecutivo catalán, irrita a algunos miembros de la dirección de Unió. El propio Duran Lleida asegura que se debería también sondear, con cierta predisposición, al PSC.

Y clama, en el seno del consejo nacional del partido, este pasado fin de semana, que no se puede dejar de lado al PP catalán, teniendo en cuenta que el PP gobierna con mayoría absoluta en Madrid. Después Duran matiza. Siempre matiza. Pero a una parte significativa de Unió, la que busca en Madrid complicidades para lograr acuerdos que favorezcan al tejido empresarial y a las clases medidas y profesionales catalanas, el posible acuerdo con Esquerra no les gusta.

Dividir a la sociedad catalana

Pero de forma paralela, la actitud de Duran, que insiste en que “no se puede dividir a la sociedad catalana entre unionistas e independentistas”, tampoco consigue todas las complicidades internas en Unió.

Y el alcalde de Vic, Josep Maria Vila d’Abadal, nieto de uno de los fundadores de Unió, rompió este lunes el carnet del partido, al considerar que Duran no permite el debate interno y no ha escuchado el clamor, según él, de la sociedad catalana: “El 11 de septiembre, Catalunya pidió la independencia, Artur Mas escuchó, y Duran Lleida no lo hizo”, asegura.
Vila d’Abadal seguirá como alcalde de Vic, en calidad de independiente.

Trabas al estado propio

La dirección de Unió fue contundente y, a través de un comunicado, aseguró que lamenta “su última deslealtad con Unió por manipular y tergiversar los contenidos del consejo nacional”.

Con ello, Unió se refería a las acusaciones del alcalde de Vic en las que acusaba al sector oficialista y mayoritario en el partido de querer acercarse al PP y frenar, así, el camino de Mas hacia un estado propio.

Más allá del caso concreto de Vila d’Abadal, Unió, esta vez sí, podría tomar un camino particular. Y será, de nuevo Duran, quien se responsabilizará de los posibles pactos de CiU para asegurar la gobernabilidad. Hay que recordar, pase lo que pase, que en los 50 diputados de CiU, hay 13 de Unió Democràtica.

Como en el relevo de Jordi Pujol

“CiU no podrá seguir por mucho más tiempo”, asegura un miembro de la dirección. Pero esa afirmación también se formuló hace años, cuando se decidía el relevo de Jordi Pujol por Artur Mas.

En cualquier caso, es toda la política catalana la que está sujeta a grandes cambios. En el otro lado, el PSC busca cómo administrar el varapalo de las elecciones del 25N, que le ha dejado con sólo 20 diputados.

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