Convergència lanza a Homs contra ERC y la CUP
Los cuperos diferencian las posiciones de ERC, que estarían por el ''buen camino'', de las de CDC, con las que discrepan totalmente
Francesc Homs, el cartel electoral de Convergència para las generales del 26-J, se dedica a lanzar dardos a los diputados de la CUP, a los que califica de «irresponsables» por presentar una enmienda a la totalidad de los presupuestos de la Generalitat, y al mismo tiempo pide a sus socios de ERC que se «aclaren» en su relación con los anticapitalistas. A Homs le sienta muy mal que Gabriel Rufián, el candidato de los republicanos, presuma de tener sintonía con la CUP.
Los dirigentes de Convergència, empezando por Artur Mas, están hartos de la CUP, pero no romperán la baraja en estos momentos y dejarán que el republicano Oriol Junqueras intente reconducirlos, si es que puede, por el camino adecuado. No obstante, el papel de Junqueras en esta negociación les genera resquemores, incluso celos, por las complicidades que exhibe con los cuperos y por el trato que estos le dispensan.
Benet Salellas, diputado de la CUP, asegura que «ERC está en el buen camino», o sea, al destacar tan solo a ERC, da a entender que CDC no lo está, cuando se trata de su socio en Junts pel Sí.
Abren fuego con la excusa de la campaña electoral
La dirección de Convergència no puede lanzarse en tromba contra la CUP ni contra el vicepresidente económico, pero dejan que Francesc Homs lo haga con la excusa que se encuentra en precampaña electoral. Una fuente convergente reconoce que, si Junqueras consiguiese cerrar un acuerdo con los anticapitalistas por los presupuestos, deberían aceptarlo, no se podrían negar aunque «no nos gustase».
Cuando la CUP presente la anunciada enmienda a la totalidad de los presupuestos de la Generalitat, Oriol Junqueras tendrá tres opciones: convencer a la formación anticapitalista para que retire el veto, presentar unas nuevas cuentas o prorrogar las actuales. Fuentes del entorno del vicepresidente económico aseguran que este se «guarda cartas en la manga», para jugarlas cuando se dispute «la gran partida» de los presupuestos en el Parlamento catalán a partir del próximo 8 de junio.
Junqueras está dispuesto a desobedecer un poco, pero no del todo
Junqueras está dispuesto a «desobedecer» a las instituciones del Estado, tal como le exige la CUP, pero no todo lo que estos quisieran. El vicepresidente plantea una transgresión controlada. Las fuentes consultadas confirman que se han incluido en el anteproyecto de presupuestos los ingresos obtenidos de los tributos suspendidos por el Tribunal Constitucional, como son los que gravan los pisos vacíos y las operadoras de Internet, pero también se están negociando los tributos anulados, como el se pretendía aplicar a las nucleares o el de los depósitos bancarios.
Un portavoz del departamento de Economía asegura que no hay margen para incluir los tributos que ya están anulados por el Tribunal Constitucional, pero, pese a ello, esta cuestión continua sobre la mesa en las conversaciones con la CUP. Para que figuraran en el proyecto de presupuestos que se sometería a votación, previamente el Consejo de Garantías Estatutarias debería dar su visto bueno.
Incluir tributos suspendidos o anulados en el presupuesto no significa que se cobren
Que los ingresos por los tributos suspendidos o anulados por el Constitucional figuren en el presupuesto, aunque este llegue a aprobarse en el Parlamento, no significa necesariamente que se consiguiesen cobrar.
En el trámite parlamentario, que empieza el próximo martes, Junqueras confía en las «cartas» que se guarda en la manga, según explica unos de sus asesores, para convencer a la CUP. Estas cartas son sus propuestas fiscales –incluido un aumento de la tributación del IRPF para las rendas más altas– y los tributos suspendidos o anulados por el Constitucional.
Si fracasa, puede presentar unas nuevas cuentas y, en última instancia, todavía le queda el recurso de prorrogar las actuales.
Todos están de acuerdo en tirar adelante las leyes de la desconexión
Pese a las tensiones entre CDC, ERC y CUP por los presupuestos, diputados de estas tres formaciones presentaron ayer en el registro del Parlamento la proposición de Ley para crear la Agencia Catalana de Protección Social, la primera de las leyes de «desconexión». Esta agencia sería el embrión de un Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) a la catalana. Se ponen de acuerdo en la creación de estructuras de Estado, pero no en las cuentas con que deberían financiarlas.