La Convención de Cs se desinfla: ni redefinición, ni cambio de marca, ni Albert Rivera
Los naranjas celebran su Convención Nacional este fin de semana sin cambios profundos, más que el de abrirse a la militancia y llevar sus ideas a las instituciones
Ciudadanos afronta su Convención Nacional este fin de semana en sus horas más bajas. El goteo de salidas del partido continúa y la dirección desinfla las expectativas iniciales de su cónclave: no habrá redefinición ideológica más allá del rearme de ideas, tampoco habrá cambio de marca sino, y como mucho, de tipografía y tampoco acudirá su fundador, Albert Rivera, porque, precisamente, se busca acabar con su giro más representativo: el PP ya no será su socio preferente.
Los naranjas buscan un relanzamiento del partido para dejar atrás la inmensa crisis que atraviesan. Tras el hundimiento en las elecciones generales de noviembre de 2019, que llevó a la dimisión de Albert Rivera, los hitos políticos posteriores no han dado alegrías a Cs ni han hecho que el partido remontara; más bien lo contrario.
En un principio y desde la dirección del partido se habló de un necesario «rearme ideológico» con la esperanza de marcar un punto de inflexión que devuelva la ilusión a los votantes e impide que haya más fugas de dirigentes y afiliados.
Pero esa redefinición se ha quedado en el eslogan ‘Liberales’ y en la idea de implicar a la militancia en la definición de las propuestas y los enfoques que la formación defenderá en las instituciones. Sin cambios en los líderes, parece que éstos se hayan quedado sin programa y decidan ahora contar con la ciudadanía para reconstruir el partido.
Pactos a derecha e izquierda
«No habrá redefinición ideológica como tal», señalan a ED desde el partido. Pero sí se eliminará el giro hacia Pablo Casado que evitaba las políticas dañinas de Pedro Sánchez, una estrategia llevada a cabo por Albert Rivera negándose, incluso, a formar Gobierno con el líder socialista.
A partir de este fin de semana, los naranjas mirarán a derecha e izquierda, sin importar el color, como ya vienen haciendo desde que Inés Arrimadas fue apoyo fiel a las leyes de los socialistas durante la pandemia.
Cs ya quiso escenificar esta ruptura con la moción de censura en Murcia pero no salió bien. Anterior a este episodio, los naranjas quisieron negociar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2020 con el PSOE pero Sánchez les dio la espalda y se fue con el independentismo. En la formación naranja no tiran la toalla para demostrar que están siendo «útiles», explican.
La militancia pide «cambio de caras»
Sin embargo, hay una parte de la militancia que cree que este foro de debate, que se reunirá este sábado y el domingo en Madrid, no resolverá los problemas de Ciudadanos y que lo que debería hacer la presidenta, Inés Arrimadas, es convocar una nueva Asamblea General, tras la celebrada de forma extraordinaria en la primavera de 2020, unos meses después de que Albert Rivera dimitiera.
La clave reside en que en un congreso se pueden aprobar cambios de calado en los Estatutos del partido, la estrategia y el ideario, mientras que la convención sirve únicamente para debatir los asuntos que quiera plantear el Comité Ejecutivo, aunque se base en aquellos temas en los que los militantes hayan mostrado un mayor interés.
Este sector crítico, liderado por la corriente llamada Renovadores, buscan cambios de calado en la formación como «un cambio de caras» que califican de «necesario» tras la debacle sufrida en las urnas catalanas y madrileñas. «Nadie ha asumido responsabilidades desde entonces», comentan a ED. Otros van más allá y ya exigen la refundación del partido.
De «centro» a «liberales»
La dirección de Cs cierra también estos días la puerta a un cambio de la marca como tal. Varios dirigentes asumieron que la marca ‘Ciudadanos’ ha sufrido «un desgaste importante» y llamaban a un debate interno para repensar incluso dar otro nombre a la organización.
Pero en los últimos días, dirigentes consultados descartan este cambio de nombre aseguran que, como mucho, sería un cambio en la tipografía. La formación dejará de definirse sólo de «centro» para pasar a denominarse «liberal». Este podría ser el único cambio de calado que se vea tras la convención.
«Los cambios conllevan tiempo y queremos que se nos vea como liberales, que la gente entienda lo que significa», explican fuentes del partido a ED.
El plante de Albert Rivera
La ausencia del fundador de Cs, Albert Rivera, en la Convención Nacional de este fin de semana marca el silencio en la formación. Altos cargos del partido apuntan a que se contactó con el ex diputado hace tiempo y éste declinó la invitación a asistir, mientras que otros dirigentes negaban hasta hace unos días que le hubieran dicho nada.
El portavoz Edmundo Bal sacó de dudas a propios y extraños poniendo una excusa peregrina sobre la ausencia de Rivera al cónclave naranja: “Los abogados tenemos que ser neutrales políticamente, no se pueden dejar llevar; no tenemos otra cosa más que respetar los deseos de Albert, es un ciudadano libre; entiendo perfectamente su decisión”, señaló.
Pero lo cierto es que Rivera sí que participa en otras conferencias como la de este lunes bajo el título ‘Prensa y poder’ que se celebra estos días en Aranda del Duero, Burgos, y donde también han participado dirigentes del PP como el secretario general, Teodoro García Egea.
Los naranjas dinamitarán este fin de semana una de las estrategias de Rivera para retirar al PP de su condición como “socio preferente”. Una estrategia llevada a cabo por Albert Rivera, quien se negó, incluso, a formar Gobierno con Pedro Sánchez. A partir de este fin de semana, los naranjas mirarán a derecha e izquierda, sin importar el color, como ya vienen haciendo desde que Inés Arrimadas fue apoyo fiel a las leyes de los socialistas durante la pandemia.
Un feo en toda regla al fundador del partido que desde su entorno evitan hablar. Precisamente, está por ver si el exlíder de Cs participa en la Convención Nacional del PP que se celebrará en octubre. Tal y como apuntó ED, los populares ya han invitado a Rivera a formar parte de una de las principales conferencias que la formación está organizando junto a otros dirigentes.
En la formación conservadora reconocen que Rivera “es un activo” y “un gran profesional”, aunque desde la formación advierten que su participación no está cerrada y que “todo es susceptible de cambio”.
Fuentes del PP consultadas por este medio aseguran que la relación entre Rivera y Pablo Casado es “fluida”, especialmente después de Génova contratara al despacho de abogados que dirige el expresidente de Cs, Martínez-Echevarría & Rivera, para preparar el recurso de inconstitucionalidad que los populares interpusieron ante el Tribunal Constitucional contra la ley catalana que regula los precios de los alquileres.
En Ciudadanos son conscientes de que la aparición de Rivera en la Convención Nacional del PP remataría al partido, tras los continuos fichajes de ex dirigentes naranjas como Toni Cantó, Fran Hervías, Lorena Roldán, Marta Rivera de la Cruz y Patricia Reyes, entre otros nombres.
El pasado mes de mayo el expresidente de Ciudadanos afirmó: “A los que están dentro de Cs, suerte y acierto, y a los que están fuera, todo mi cariño”.
Falta por ver los guiños que se realicen hacia Rivera o la ausencia de ellos en el cónclave que los naranjas celebran este fin de semana y si esta cita convence a su militancia y logra frenar el goteo de cargos que abandonan la formación y, tal vez, terminen en otoño en el PP.