Una consellera del regulador de TV3 pide explicaciones por los documentales de Medriapro sobre el juicio del ‘procés’
Carme Figueras exige al Consell de l'Audiovisual de Catalunya que analice si la emisión de 'El Judici' incumple las normas de transparencia y neutralidad de la televisión pública
Nueva afrenta por la neutralidad de TV3. La consellera del Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC) –el regulador de TV3 y Catalunya Ràdio, Carme Figueras, ha exigido que controlen si la emisión de los documentales de Mediapro sobre el juicio del procés –dentro de la serie El Judici, cumplen con la misión de equilibro y objetividad que se exige a la televisión autonómica.
En un escrito presentado ante registro en la entidad, Figueras se ha preguntado si la «emisión de los dos documentales y las posibles emisiones de seis más de la serie El Judici, pueden comportar una falta de equilibro y objetividad, y vulnerar las misiones de servicio público que prevén la Ley de Comunicación Audiovisual y el Libro de Estilo de la CCMA.
La consellera crítica con los medios de la CCMA ha recordado que el CAC instó a TV3 en 2018 a que los documentales relacionados con el procés «de autor o de tesis» tuvieran como «indispensable» que respondieran «a más de un punto de vista y ofrezcan los diferentes posicionamientos de la sociedad catalana».
Una polémica serie-documental de 440.000€
La consellera ha recordado en su petición que tanto TV3 como Catalunya Ràdio tienen «la misión principal de ofrecer a los ciudadanos el acceso a un conjunto de contenidos audiovisuales que garanticen el acceso a una información veraz, objetiva y equilibradada».
La polémica se cierne sobre la serie-documental de Mediapro llamada El judici, de ocho capítulos, donde se analiza el proceso judicial por el que los condenados por sedición y desobediencia tuvieron que someterse en 2019. La pieza pone en duda el conjunto del proceso judicial. Según contabilizó El Triangle, 38 entrevistados son favorables a los presos y solo 3 son críticos.
La adquisición por parte de TV3 de esta pieza de Jaume Roures causó polémica, ante el elevado coste que suponía –800.000€ en el coste inicial, que ha terminado por ser de 440.000€–. También, por las sospechas de falta de neutralidad, y porque Mediapro ha sido acusado por otras productoras de acaparar el presupuesto de TV3 para documentales.