Los Comuns rompen negociaciones con ERC ante el nuevo acercamiento con Junts
Aragonès apela a izquierda y derecha para desbloquear la investidura, mientras justifica su negativa a hablar con el PSC: "Cada partido hace pactos con quien quiere"
La líder de En Comú Podem, Jéssica Albiach, ha dado por rotas las negociaciones con ERC en la sesión de control de este jueves tras constatarse que Aragonès ha vuelto a sentarse en la mesa con Junts: «Tiene que decidir si quiere ser un presidente de verdad o un presidente tutelado». Además, le ha pedido que levante el veto al PSC, con el que Esquerra se niega siquiera a hablar.
«Cataluña se merece avanzar con un Govern progresista, de izquierdas», ha lamentado Albiach. La líder morada ha lamentado que la vena de izquierdas le haya «durado cuatro días» a Aragonès: «Hemos trabajado con la voluntad para que hable de psicólogo público, de inmobiliaria pública».
Aragonès ha eludido la ruptura de negociaciones, y ha agradecido a En Comú Podem que haga un paso al frente para desencallar una legislatura que se aboca a una repetición electoral tras 230 días de Govern en funciones. El presidente interino ha recordado a Abliach que «la aritmética es la que es» y que el «frente amplio» de reconstrucción apela tanto a Junts como a los Comuns.
El candidato a la presidencia por ERC no ha cerrado la puerta a buscar los apoyos de Junts. «Las negociaciones, lo que no tendrían que hacer es de lo que nos acusan [en referencia a cordones sanitarios al PSC]»: «Tenemos por delante una semana para que el país no vuelva a las urnas, que permitan esta amplia mayoría de las soluciones».
Aragonès lamenta las «limitaciones muy claras» del Govern en funciones
Aragonès se ha dedicado a apelar a lo largo de la sesión de control a esa mayoría «amplia» para la reconstrucción política y social que alude a los tres partidos independentistas y a los Comuns. ERC lo ha escenificado, al preguntar el diputado Josep Maria Jové sobre la parálisis de estar en funciones.
«Un Govern en funciones tiene unas limitaciones muy claras, como que no puede presentar proyectos de ley», ha lamentado Aragonès. El vicepresidente con funciones de presidente ha recordado que la emergencia requiere unos presupuestos que no se pueden aprobar: «La herramienta más importante durante todo un año para llevar a cabo políticas públicas».
Quien sí que ha marcado perfil contra ERC ha sido Junts. Albert Batet, cuyo partido tiene la llave para llevar a Aragonès al Palau de la Generalitat, ha pasado de puntillas sobre la cuestión, y ha pedido que se audite la gestión de la pandemia pese a formar parte del Govern que ha gestionado la crisis sanitaria.
Illa y Aragonès se enzarzan por el ‘veto’ al PSC
Pese a que Salvador Illa no tiene apoyos, le ha vuelto a pedir a Aragonès que se eche a un lado y le deje intentar una candidatura a la investidura. «No es tiempo de vetos, es tiempo de consensuar, de trabajar unidos para vencer al virus. El veto que le pusieron a la socialdemocracia en Europa es inaudito», ha expresado el líder socialista.
Aragonès le ha negado un veto, y ha asegurado que «las fuerzas políticas tienen libertad para decidir con quien pacta». Además, le ha vuelto a recriminar que espere forjar su investidura «mirando al cielo». «No haré un paso al lado, no por mi, sino por lo que representa la mayoría parlamentaria independentista«.
Los gritos de «Junqueras, traidor, púdrete a la prisión» frente a la sede de ERC por parte de simpatizantes de Junts también se han entrado en el debate. Alejandro Fernánez (PP) ha preguntado a Aragonès como ha sido el probar «su propia medicina», y ha lamentado que se haya creado «un monstruo que amenaza con devorarles».