Comín desata una batalla campal entre alcaldes
Los primeros ediles de Girona y Salt se enzarzan en una disputa para albergar en sus municipios el nuevo hospital que planea la Generalitat
Toni Comín se ha propuesto completar el mapa de hospitales públicos de Cataluña, aunque sólo sea sobre el papel. La capacidad financiera de la Generalitat no da para mucho más. Estos planes hospitalarios, anunciados a golpe de titular de prensa, están generando conflictos entre los alcaldes afectados.
En las últimas semanas, Comín anunció el propósito de comprar el Hospital General de Cataluña, en Sant Cugat del Vallès, propiedad grupo Quirón Salud, para ahorrarse la construcción de dos nuevos centros en Cerdanyola y Rubí. Los alcaldes de la comarca no ven nada clara esta operación.
También fijó como «prioridad» la construcción de un nuevo hospital en Tarragona que substituya al viejo Joan XXIII. Este anuncio provocó un ataque de celos en Girona, ya que sus dirigentes locales estaban convencidos de que la prioridad del departamento de Salud era levantar un nuevo Hospital Josep Trueta.
Los planes de Comín han provocado una pugna entre los ayuntamientos colindantes de Girona y Salt para albergar el nuevo hospital. Hoy lunes, en el pleno del consistorio de Salt se votará una moción del PSC, en la oposición, por la que se insta al departamento de Salud a hacer públicos todos los informes que ha elaborador sobre el emplazamiento del hospital que reemplazará al Josep Trueta. Fuentes municipales apuntan que todos los grupos están de acuerdo en que se muestren los estudios.
La alcaldesa y el consejero se citan en el parlamento
El pasado 10 de noviembre, la alcaldesa de Girona, la convergente Marta Madrenas, se reunió con el consejero Comín en el parlamento catalán para ofrecerle unos terrenos para instalar un futuro parque sanitario, que albergaría el nuevo Josep Trueta y la Facultad de Medicina de la Universitat de Girona.
Tanto Marta Madrenas como su homólogo de Salt, el republicano Jordi Viñas, aseguran que no mantienen ninguna pugna aunque ninguno de los dos dará su brazo a torcer. Carles Puigdemont, actual presidente de la Generalitat y ex alcalde de Girona, evita pronunciarse. En 2013, el entonces consejero Boi Ruiz encargó un estudio sobre cuál debía ser el emplazamiento idóneo del parque de salud, pero nunca se han publicitado sus conclusiones.
Una veintena de directivos del actual Josep Trueta, situado al norte de Girona, pidieron en una carta pública que el nuevo hospital de referencia se traslade a Salt, al sur, tal como también propone el presidente del Colegio de Médicos de esta demarcación, Josep Vilaplana. No obstante, CC.OO, el primer sindicato del Trueta, defiende todo lo contrario.
CC.OO apuesta por Girona
Ángels Rodríguez, portavoz de sanidad de CC.OO, recuerda que en Salt ya se encuentra un hospital concertado, el de Santa Caterina, y que trasladar allá el Josep Trueta puede acarrear consecuencias negativas para sus usuarios: la primera, que se concentran los servicios hospitalarios en un mismo lugar, y la segunda, que el departamento de Salud puede caer en la tentación de convertir dos hospitales en sólo uno.
Ángels Rodríguez explica a este medio que ya ha asistido a dos actos de presentación del proyecto del nuevo Hospital Josep Trueta, que tuvieron como protagonistas a Marina Geli, titular de Salud durante los gobiernos tripartitos, y Boi Ruiz, consejero del ramo con el ex presidente Artur Mas. Los dos proyectos han quedado en papel mojado. En tiempos de Geli, incluso se mostró una maqueta y se iniciaron las expropiaciones para los terrenos, que después se han revertido a sus antiguos propietarios. Ahora, Toni Comín tiene la oportunidad de presentar el tercer proyecto.
En Tarragona tampoco está claro el futuro hospitalario. En mayo, el alcalde de la ciudad, el socialista Josep Félix Ballesteros, pidió a Comín la construcción de un nuevo hospital en unos terrenos adyacentes al actual Joan XXII. Comín anunció que sería operativo en 2021.
La prioridad es la salud y no los ladrillos
Marga Chave, secretaria de Sanidad de UGT en Tarragona, duda que se puedan realizar las inversiones previstas «si no hay dinero en la caja» y, más aún, cuando todavía no se han revertido los recortes sanitarios.
Chave recuerda que la Generalitat sólo ha pagado la mitad de la factura de octubre (correspondiente a los trabajos realizados en el mes de agosto) a los centros concertados y que el Hospital de Santa Tecla, centro concertado de Tarragona para el que trabaja, ya les ha anunciado que el próximo año no se cubrirán las bajas laborales, ni siquiera las de maternidad. En su opinión, la prioridad deben ser los servicios sanitarios y no la compra de ladrillos.
Antoni Barberà, portavoz de Dempeus, una de las plataformas más activas en defensa de la sanidad pública, pide más concreción al consejero Comín. Apoya su política de desprivatizaciones, pero critica su «frivolidad» por «soltar titulares de prensa» como la compra del Hospital General de Cataluña antes de tener atada la operación. Eso sólo crea «inquietud», tanto en los trabajadores como en los usuarios.