La ambición de Collboni convierte a ERC en árbitro en Barcelona
Xavier Trias da la sorpresa y gana en Barcelona pero PSC y Ada Colau, segundo y tercera respectivamente por 141 votos, apelan a un gobierno de izquierdas y d
Xavier Trias dio la sorpresa este 28M y ganó las elecciones municipales en Barcelona, pero podría no ser suficiente y podría ocurrirle como a Ernest Maragall hace cuatro años, aunque esta vez el verdugo no sería un extraño apoyo como fue el de Manuel Valls sino el propio Maragall. Eso es lo que quiere Jaume Collboni, que no aceptó la derrota y quiere ser alcalde de Barcelona con ayuda de Ada Colau y el candidato de ERC.
Como se esperaba, los resultados dejaron todo en el aire. Trias logró 11 escaños, uno más que el Collboni (PSC) y dos más que Colau (BComú). Maragall (ERC) quedó cuarta con 5 escaños, mientras que Daniel Sirera (PP) logró 4 y Gonzalo de Oro-Pulido (Vox), 2. Pero el segundo puesto no quedó claro hasta que estuvo el 100% escrutado y lo conservó el PSC por solo 141 votos. De hecho, hasta que no estuvo claro, no comparecieron Collboni y Colau, ya pasadas las 12 de la noche.
El primero de ellos fue el socialista, que apareció 11 minutos después de que se confirmara que había quedado segundo. Y lo hizo con un mensaje claro: quiere ser alcalde a toda costa y se vendió como el primero de los partidos de izquierdas, que tienen mayoría, por lo que optará por la vía de buscar un gobierno de izquierdas.
“Felicito a Trias por la victoria pero quiero decir de forma muy clara que Barcelona ha votado iniciar una nueva etapa. Tenemos el deber de abrir una nueva etapa de progresismo en la ciudad, y por eso quiero decir que el PSC no renuncia a nada, porque los mejores años de Barcelona están por venir y nosotros los haremos posibles”, dijo el candidato del PSC.
Fue terminar él y aparecer Ada Colau y su discurso fue prácticamente idéntico al de Collboni, con la única diferencia de que sabe de que sus días como alcaldesa han terminado y no puede aspirar a ello, aunque sí a seguir en el equipo de gobierno municipal. No dijo que fuera a dejarlo tras la derrota, por lo que se debe suponer que quiere estar en el equipo de Collboni, como Collboni ha estado en el suyo como primer teniente de alcalde.
“La primavera ha llegado para quedarse y seguir abriendo caminos”, dijo Colau, pero en seguida pasó de su versión poética a otra más práctica: “Ahora bien, cuando entras en política, tienes que ser pragmático y llegar a acuerdos, lo importante es que el cambio siga. Esta es una ciudad progresista que necesita acuerdos progresistas”.
Colau insistió en la idea del pacto de izquieras y tras asegurar que ya había llamado a Trias para felicitarle, le dejó las cosas claras: “Trias ha quedado primero, pero con solo 11 concejales, y las fuerzas progresistas tenemos 24. Por tanto, es una obligación que las fuerzas progresistas nos sentemos a hablar y veamos si esta mayoría puede tener alguna expresión de gobierno”.
Con PSC y BComú en el ajo, Collboni necesitará otro apoyo y el que buscan es el de ERC, para completar la reedición del tripartito que tantas alegrías le dio a los socialistas en el ayuntamiento barcelonés y le permitió incluso gobernar la Generalitat. No es extraño que quiera reeditarlo, pues ya lo recuperaron Pere Aragonès y Salvador Illa hace pocos meses para aprobar los presupuestos de la Generalitat de Catalunya con los Comuns.
Maragall, ambiguo
La duda es si ERC estará por dicho pacto. Ernest Maragall fue ambiguo pero señaló a Xavier Trias como quien tiene que intentar ser alcalde: “A Trias le corresponde la responsabilidad y la iniciativa de intentar formar un gobierno estable. A nosotros lo que nos toca es ponernos a disposición de la ciudad y hacer lo que haga falta para hacer ese gobierno estable que Barcelona necesita”.
No fue claro Maragall, pero por estas declaraciones –no pasó de ahí– parece que no tiene intención de formar parte de ningún bloque. Sin embargo, compareció mucho antes que Collboni y Colau le hicieran la oferta al pacto de izquierdas, y los socialistas podrían utilizar la estabilidad en el Govern de la Generalitat como moneda de cambio.
Además, es tan probable que Maragall esté pensando en la ciudad como que Oriol Junqueras, que mueve los hilos del partido, esté pensando más allá, en la estrategia del partido de cara a los próximos meses y años. ERC ha empeorado resultados estando en el Govern y pactando con Pedro Sánchez, así que puede que quiera cambiar de estrategia, y más viendo que el PSOE va directo a una previsible derrota en las generales.
ERC será el árbitro de la alcaldía de Barcelona, pero si decidiera mantenerse al margen y no votar a ningún candidato –o incluso a Trias–, Collboni tendría otra opción. En las municipales, el ganador no necesita mayoría absoluta para ser elegido, solo que nadie la consiga, por lo que ese será el objetivo del PSC. Con BComú suman 19 concejales, por lo que les faltan dos. Así, sería suficiente con el apoyo del PP o de Vox.
Daniel Sirera (PP) rechazó hacer alcaldesa a Colau, pero no a Trias ni Collboni. No obstante, aseguró que si alguien quería su apoyo, debía asumir sus políticas, y no parece que el PSC pueda hacerlo, y menos si forma un gobierno con los comunes. Con Vox aún es más difícil de imaginar. Pero quién iba a decir hace cuatro años que Manuel Valls, que vino de Francia para echar a Colau, y aliado con Cs, terminaría haciéndola alcaldesa.