Colau protege a los manteros en el metro
"Los manteros son especie protegida en el metro", dice un guardia urbano. Colau aparta a la policía local del centro de control de TMB
Los manteros han encontrado un refugio seguro en las estaciones del metro y del ferrocarril de Barcelona. Ahí están a salvo de la Guardia Urbana. Una circular prohíbe a los agentes intervenir contra el top manta en estos recintos cerrados. Un policía asegura irónicamente que los manteros son una “especie protegida” en el subsuelo barcelonés.
Desde octubre de 2015, poco después de la llegada de Ada Colau a la alcaldía, se aplican las directrices de la “circular Victor Alfa”, que establece las normas de actuación de la Guardia Urbana respecto al top manta. Esta circular prohíbe que los agentes intervengan contra los manteros en los pasillos y andenes por razones de seguridad de los pasajeros. Sólo se les permite actuar en el vestíbulo de la estación de plaza Cataluña, al lado de la Rambla de Canaletes, pero más en actitud disuasoria que persecutoria.
En tiempos de los alcaldes Jordi Hereu o Xavier Trias, la Guardia Urbana intervenía contra la venta ambulante en el interior del metro incluso con patrullas de paisano. Ahora también están prohibidas.
Jordi Gallart, portavoz de Comisiones Obreras en la Guardia Urbana, advierte que la tolerancia con el top manta provoca un “efecto llamada a nivel europeo”. No sólo han venido vendedores de las zonas costeras, que suelen marcharse en invierno por la menor presencia de turistas, sino de otras ciudades del continente en las que ha aumentado la presión policial sobre la venta ilegal.
Top manta: la Guardia Urbana y la oposición cargan contra la tibieza de Colau con los manteros
Lo sindicatos policiales están molestos por la expulsión de la Guardia Urbana del centro de seguridad de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Desde este centro ubicado en la estación de Sagrera se controlan todas las cámaras de vigilancia de la red del metro. Habitualmente, la Guardia Urbana tenía un agente destinado a esta sala de control, en turnos de mañana y tarde, para monitorizar los movimientos de manteros.
Fuentes sindicales indican que TMB expulsó al agente de la sala de control el 16 de diciembre pasado después de que se registrase un enfrentamiento entre manteros y efectivos de la Guardia Urbana en la estación de plaza Cataluña. Los policías perseguían a un vendedor que supuestamente había agredido a un agente. TMB es una corporación pública que preside la concejal Mercedes Vidal.
Sobre el conflicto del centro de control, Gallart lamenta que nadie les dé explicaciones, ni sus superiores ni el comisionado de seguridad, Amadeu Recasens. Curiosamente, el equipo de gobierno municipal no cuenta con ningún concejal de la Guardia Urbana y, en su lugar, está el comisionado y, por encima, la alcaldesa Colau.
Desde el ayuntamiento se apunta que los agentes pueden monitorizar lo que sucede en los pasillos y andenes del metro desde la sala conjunta de mando ubicada en la calle Lleida de Barcelona. Estas instalaciones son compartidas por mossos, bomberos, servicios de emergencia y la Guardia Urbana. No obstante, desde esta sala se controlan fundamentalmente las cámaras de las calles y accesos a la ciudad. Un agente indica que desde ahí no se pueden visionar todas las cámaras del metro. Además, recuerda que la sala de Sagrera sigue contando con agentes de los mossos, aunque estos no están pendientes de los manteros, sino de los carteristas.
La concejal socialista Montserrat Ballarín puso este miércoles contra las cuerdas al gobierno de Colau por su tibieza con el top manta. En una reunión en comisión, preguntó a Recasens por los motivos de la expulsión del agente de la Guardia Urbana de la sala de seguridad del metro. No recibió respuesta.
El Pdecat exige a Colau que endurezca su posición con los materos si quiere que le faciliten la aprobación de los prepuestos. No piensan votarlos a favor, pero una abstención puede ser suficiente. Una de las contrapartidas sería que el equipo de gobierno presente un plan contra el top manta. Quedaría por ver su efectividad.