Colau subvenciona con 1,4 millones a la FAVB pese a su turismofobia
La federación de vecinos de Barcelona recibe 1,4 millones al año del consistorio mientras ataca una actividad que genera el 15% del PIB de la ciudad
Hay un colectivo en Barcelona que, presuntamente, tiene la solución para acabar con las externalidades del turismo. Tras años de mesas redondas, estudios y diálogos de diferentes agentes de la ciudad, la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona (FAVB) ha dado con la tecla con su nueva campaña: “No digas a nadie que has estado en Barcelona”. Un mensaje para muchos ingenuo contra una actividad que representa entre el 15% y el 17% del PIB de la ciudad y que ha merecido las ayudas económicas del propio Ayuntamiento a lo largo de todo el año.
Según el informe de subvenciones de 2018 elaborado por la Oficina Central de Subvenciones de la capital catalana, la FAVB y sus más de 100 asociaciones vecinales afiliadas recibieron 1,4 millones de euros procedentes del Ejecutivo de Ada Colau durante 2018. La cantidad sirvió para gestionar centros sociales, organizar fiestas mayores y exposiciones, como bien desgranan todos sus pequeños afiliados, pero también para financiar campañas beligerantes contra el turismo en el marco de pagos genéricos a la matriz.
Si bien la mayor parte de la partida se divide entre entidades tan dependientes del turismo como els Amics de la Rambla, que reciben 33.800 euros para sus luces navideñas, la propia FAVB se embolsó hasta 270.498 euros en dos partidas definidas como “asesoramiento vecinal” y un difuso “promoción del asociacionismo vecinal en la ciudad”.
La FAVB y la dependencia de Colau
En principio, ninguna de las dos inyecciones económicas está destinada a la promoción del organismo ni a la realización de campañas publicitarias. Y, sin contar todas las pequeñas ayudas a las distintas federaciones de barrio, ambas representaron el 68% de los 397.808 euros que la agrupación ingresó durante todo el año pasado, según sus propias cuentas. La temporada se cerró con unas pérdidas de 26.415 euros por, precisamente, una subvención que no se cobró tal y como se esperaba.
En 2019, la Generalitat subvencionará a la FAVB con 63.000 euros
Pero para el ejercicio 2019, la FAVB ya nota el favor de las instituciones de forma reforzada. La partida de ayudas del consistorio está previsto que escale hasta los 272.934. Pero no será todo: la agrupación tiene presupuestado un cobro de 63.000 euros de la Generalitat de Cataluña en concepto de subvención, que se une a la ya habitual bonificación del IRPF.
La mayor parte de toda la inyección se destinará al funcionamiento interno. Los gastos internos (mobiliario, material de oficina o suministros) ascienden a 103.624 euros y los salarios del personal —que prestan servicio al centenar de afiliados que tiene— son de 254.125 euros totales. Entre ambas partidas se consume el 81,1% de los ingresos totales: 357.749 euros de los 441.000 euros presupuestados. Mientras, el apartado para Servicios a los ciudadanos cuenta con una partida de 73.078 euros. La previsión, este año sí, es la de cerrar el ejercicio igualando ingresos y gastos.
La FAVB y el gobierno de Colau con el PSC
En cambio, las diferentes asociaciones vecinales sí detallan los servicios que prestarán a la ciudadanía con las subvenciones recibidas, también gracias a la ayuda que reciben desde la sede central de la FAVB a nivel administrativo, que centraliza parte de las funciones de los afiliados.
Así, por ejemplo, la asociación de Les Roquetes recibió 900 euros para la cabalgata de Reyes, la asociación del Raval percibió 4.500 euros para la celebración de la fiesta mayor y la del Baix Guinardó obtuvo 500 euros para formar a los ciudadanos en educación canina.
La FAVB se enfrenta ahora a las primeras divergencias con el Ayuntamiento, que, hasta el momento, había seguido la misma línea que la asociación vecinal. «Hay que hacerles entender que esta ya no es la política del Ayuntamiento, a pesar de que en los últimos años se lanzaron de forma constante varios mensajes para demonizar el turismo”, explican a Economía Digital fuentes internas del consistorio.
“Gracias a las quejas durante los últimos años hemos visto las externalidades que genera el turismo, pero es el momento de abrir el debate a nuevos actores; no sólo a los hoteleros y a los vecinos”, advierten. Por ello, ningún portavoz de la administración salió a apoyar ni a tratar de desacreditar la propuesta de la agrupación. Se emplazan al mes de septiembre para reunirse con la FAVB y explicar el modelo de turismo que tratarán aplicar.
La campaña de la FAVB contra el turismo
La Federación de Asociación de Vecinos de Barcelona lanzó esta semana la campaña “No digas a nadie que has estado en Barcelona” para denunciar la «turistificación» que sufre la capital catalana desde hace tiempo y pide poner freno a los visitantes por los problemas que suponen en barrios como Ciutat Vella y el Eixample.
Con tal de defender el «decrecimiento» y no la «reorganización» que ahora propone el Ayuntamiento, la agrupación siguió el excéntrico ejemplo de los buscadores de setas, que salen a su encuentro sin explicar dónde han encontrado níscalos. «Igual que cuando uno va a la montaña a cazar (sic) setas y no lo explica», comparó su presidenta, Ana Menéndez.
La entidad vecinal distribuyó cientos de dípticos culpando al turismo de fenómenos como el encarecimiento de la vivienda y la pérdida de comercios tradicionales. Por todo ello, reclaman a los visitantes que no expliquen su experiencia en Barcelona para evitar que el boca-oreja siga en aumento.