Colau niega un ‘cambio de cromos’ con ERC con los presupuestos de Ayuntamiento y Generalitat
La alcaldesa de Barcelona asegura que su intención es la de "hacer política útil" y "por encima de intereses partidistas" para salir de la crisis derivada de la pandemia
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado este lunes que los presupuestos para el Ayuntamiento de Barcelona no han sido moneda de cambio a la hora de que su partido diera el ‘sí’ a las cuentas que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, está peleando por aprobar.
Según ha asegurado la alcaldesa en una rueda de prensa tras el anuncio del pacto, “no ha habido ningún intercambio, se ha priorizado Catalunya y Barcelona, un buen acuerdo para las dos”, a la vez que ha celebrado que la capital catalana contará con un presupuesto total para el próximo 2022 de 3.400 millones de euros.
La aprobación de los presupuestos, aunque algo que ya se podía prever, parece haber sorprendido -y molestado- al principal socio del govern y es que la portavoz de Junts, Elsa Artadi, anunciaba esta misma tarde que solicitarían una reunión de urgencia con ERC por el ‘guiño’ que supone este pacto entre Comuns y ERC.
Aseguraba Artadi que esa decisión traería consecuencias, más todavía viniendo de una formación, opinaba, que ha necesitado del apoyo de Barcelona pel Canvi, formación liderada por Manuel Valls, para sacar sus propias cuentas adelante ante la negativa del grupo municipal de ERC.
Colau ha argumentado que su apoyo a los independentistas se debe a que “la ciudadanía nos pide a los responsables de las administraciones públicas” dicha forma de proceder. «Debemos colocar la ciudad, el país, por encima de los intereses partidistas y poner los recursos donde se necesitan; esto tendría que ser la normalidad, a nadie debería sorprender”, ha analizado.
“Si los presupuestos fueron buenos antes, ahora todavía más; estamos haciendo política útil, huyendo de rifirrafes, bloqueos y polarización», ha sentenciado Colau, quien también ha añadido que pactos como el de su apoyo a los presupuestos vienen obligados por “el contexto de salida de la pandemia y de la crisis económica”.
A pesar de la negativa inicial de ERC a aprobar los presupuestos municipales de la Ciudad Condal, el apoyo de los morados a las cuentas de la Generalitat para el próximo ejercicio podría verse como una rama de olivo que haga que Ernest Maragall y su equipo se replanteen su postura de cara al próximo 23 de diciembre, fecha límite en la que se decidirá si Barcelona tendrá nuevos presupuestos para 2022.