Colau gastó el 10% de su presupuesto extraordinario en pandemia en urbanismo táctico

El Ayuntamiento de Barcelona dedicó 8,4 millones de euros de los gastos extraordinarios por la pandemia, lo que supone cerca de un 10 %, a efectuar actuaciones relacionadas con el urbanismo táctico, una fórmula de transformación urbana que permite modificar el uso de un espacio con elementos temporales y económicos como franjas de colores, mobiliario urbano o jardineras.

En concreto, de los 12 millones de euros que se destinaron a obra pública, 8,4 millones de euros se dedicaron a acciones de urbanismo táctico, según un informe sobre los gastos del consistorio de la ciudad condal a causa de la pandemia recogido por El Periódico.

La adaptación del espacio público para la reapertura de las terrazas, después de que las restricciones sanitarias y la situación epidemiológica lo permitieran, que se llevó a cabo con la instalación de bloques de hormigón amarillo conocidos como new jersey, conllevó un gasto de 4,4 millones de euros.

Por otro lado, el coste de actuaciones como los cortes de tráfico en los laterales de la Diagonal y la Gran Vía ascendió a 3,86 millones de euros y la instalación y desmantelamiento de estaciones de Bicing comportó un gasto de 18.125 euros.

Entre algunas de las polémicas actuaciones que acometió el Gobierno de Colau destaca la ampliación de las aceras de la Via Laietana. Con el objetivo de dar más espacio a los peatones, en un momento marcado por el inicio del desconfinamiento, se amplió las aceras de esta vía, pintando de amarillo dos franjas al lado de las dos aceras. Sin embargo, estos carriles fueron ocupados por bicicletas y patinetes.

También, los ejes de peatones de las calles Girona, Rocafort y Consell de Cent, se llevaron a cabo con bloques de hormigón que se degradaron rápidamente y dificultaron el paso de vehículos y el acceso a los comercios de la zona. Además, se comenzó a dar un uso diferente al pensado originalmente, puesto que algunas personas comenzaron a estacionar o parar el vehículo en estos carriles.

En un informe, en el cual el Tribunal de Cuentas fiscalizó los contratos realizados por los ayuntamientos de más de 300.000 habitantes durante la pandemia, detectó que en el 14 % de los contratos del consistorio de la ciudad condal «la justificación de la tramitación de emergencia resulta indebida, inadecuada o insuficiente», o bien ponía de manifiesto «una actuación acorde a la norma pero una defectuosa planificación de la gestión contractual».

De entre los más de 1.000 contratos fiscalizados del Ayuntamiento Barcelona, con un importe de 68 millones de euros, doce eran obras de espacio público y movilidad y conllevaron un gasto de 3,2 millones de euros. Entre las cuales, destacan actuaciones de urbanismo táctico para ensanchar aceras en Via Laietana, Consell de Cent, Rocafort, Girona, Diagonal o Gran Via durante la desescalada.