Colau da por hecho que el Primavera Sound se quedará en Barcelona

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha convocado este viernes una reunión extraordinaria con el teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí, tras las amenazas del festival Primavera Sound con abandonar la ciudad por falta de sintonía con el ayuntamiento. 

Las fuertes discrepancias entre los promotores del festival de música y el Ayuntamiento de Ada Colau han abierto una brecha que amenaza con acabar con esta relación. Después de 15 años instalado en la capital catalana, el certamen podría vivir en 2022 su última edición en su lugar de origen y migrar a otra zona.

«Está fuera de discusión que el festival se queda en Barcelona”, ha proclamado la alcaldesa, y ha añadido, en este sentido, que «está garantizado el formato ampliado también para el año 2023». Sin embargo, los responsables del Primavera Sound han advertido que si el Gobierno municipal no da su brazo a torcer con algunas de las peticiones que han realizado para mantener el modelo de festival urbano, se verán obligados a buscar otras localizaciones a partir del próximo año. 

El principal punto de fricción pasa por renovar el acuerdo para utilizar las inmediaciones del Parc del Fòrum. El festival lleva dos años sin celebrarse por la pandemia, por lo que tiene previsto resarcirse en 2022 con un evento de formato mayor, en que pasa de un fin de semana a dos e incrementa el número de artistas y público.

De esta manera, los promotores aspiran a conseguir que el festival se realice durante dos fines de semana consecutivos (del 2 al 12 de junio) en su ubicación tradicional, pero desde el Consistorio han advertido sobre el impacto que tendría para los vecinos de la zona.

Ada Colau, ante estas declaraciones del jueves, ha dejado claro que su gobierno está a favor de mantener ese modelo por lo menos un año más: “Estamos trabajando para que la edición ampliada se dé en 2022 y también en 2023”. No obstante, la intención del Primavera Sound es que el formato de doble fin de semana sea definitivo.

Por otro lado, los promotores han denunciado que el Ayuntamiento de Barcelona ha multiplicado por 17 el precio del alquiler de la zona después de la pandemia y que no han querido buscar una solución a corto plazo. Por eso, se han puesto de fecha límite el cierre del año, ya que necesitan trabajar con tiempo para cerrar el cartel de artistas de las próximas ediciones.

La alcaldesa catalana, por su parte, ha negado que exista un problema de dinero y ha recalcado que nunca ha «tenido dudas de la complicidad entre Barcelona y el Primavera Sound y si había alguna, quedará resuelta en la reunión que se celebrará hoy”.

«Tenemos que trabajar conjuntamente para que se den las mejores condiciones y estas ediciones ampliadas sean un éxito para todos: para el festival, para el sector cultural y musical, para los barrios en los que se hace y para el conjunto de la ciudad», ha concluido Ada Colau.