Ciutat Vella, desesperada con Colau por los narcopisos ‘okupa’: «Nos han amenazado con el dedo en el cuello»

El distrito de Ciutat Vella (Barcelona) sufre las consecuencias del abandono del consistorio de Ada Colau. Varios pisos municipales para la tercera edad o personas vulnerables de gestión municipal sufren deterioro consecuencia de ocupaciones ilegales, con algunos pisos llenos de basura y otros convertidos en narcopisos que causan terror vecinal.

Una de estas fincas afectadas está en la calle Nou de la Rambla 39. Los alquilados, todos personas de la tercera edad que viven en viviendas habilitadas, tienen que sufrir una convivencia insoportable con ocupas que les han proferido amenazas, rompen el mobiliario y –algunos de ellos– venden droga y algunos consumidores acaban durmiendo o metiéndose las dosis en la escalera.

«Nos hacen vandalismo puro», lamenta vecina Josefa Angulo. La anciana ha explicado que varios vecinos han sufrido amenazas. Ella misma lo vivió cuando una persona la intimidó con un cuchillo en la terraza del inmueble. Denunció los hechos a la policía y fueron a juicio, pero las personas citadas no se presentaron: «Dejémoslo correr».

«A partir de las diez de la noche no podemos salir a la escalera»

Angulo ha señalado la indignación que supone vivir con este terror vecinal. «A partir de las diez de la noche no podemos salir a la escalera», lamenta mientras explica que al principio los alquilados hacían mucha vida vecinal hasta la llegada de los ocupas: «Jugábamos al parchís, sacábamos una sillas. Ahora no, ¡qué miedo!«.

Los vecinos sufren situaciones realmente surrealistas. «Nos han amenazado con el dedo en el cuello». Angulo explicó que una vez entraron a robar a una vivienda de una vecina recientemente fallecida, y cuando le recriminaron a la ladrona que no era suyo, esta fue tajante: ¿Es de usted? Pues entonces cállese«.

Ataques con arma blanca y peleas de madrugada

María [nombre ficticio para salvaguardar su identidad] ha lamentado la inseguridad con la que se vive en el vecindario. «Hay ataques con arma blanca, hay peleas a la una de la mañana, maltrato de mujeres que no sé si es porque van a los pisos a comprar o a dormir: lloran, salen gritando, las echan fuera. Es una situación muy desagradable».

Esta vecina afectada ha lamentado la gran cantidad de problemas que generan estos okupas. «Los ascensores están rotos, cuando no es uno es el otro, porque los utilizan de manera vandálica. Hemos estado 15 días sin ninguno de los dos, imagínate lo que eso en una finca con gente mayor».

Incluso una vez llegaron a romper el cajetín del ascensor, lugar en el que están los botones para cambiar de planta, para después romper los cables y lanzar parte del material por el hueco del aparato. En paralelo, hace poco fue desalojado uno de los inmuebles ocupados al albergarse en su interior una plantación ilegal de marihuana.

Angulo está muy descontenta con el ayuntamiento, a quien acusa de haberlos ignorado constantemente, y ha lamentado que Colau se ponga al lado, a su juicio, de las personas que ocupan las fincas: «Les ha dado demasiado mano abierta y ahora no la puede cerrar, o no le interesa cerrarla».

Una vecina, sobre Colau: «Les ha dado demasiado mano abierta y ahora no la puede cerrar, o no le interesa cerrarla»

La situación se da en otras fincas gestionadas por el ayuntamiento dentro del distrito de Ciutat Vella . ERC Barcelona, que ha presentado un ruego ante la Comisión de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, ha pedido al gobierno de Colau que agilice el mantenimiento y rehabilitación del parque de vivienda pública.

Desde ERC Barcelona han explicado que esta situación se repite en otras fincas, como la situada en el carrer Om 9, donde vive el «atacante de la katana», que ha ocupado una vivienda y la ha convertido en un narcopiso. Además, está presionando a los vecinos para que se vayan y poder hacerse con el control de otros inmuebles de forma ilegal.

ERC exige a Colau mayor mantenimiento de la finca

La concejal republicana Eva Baró ha recriminado al consistorio que «la falta de un mantenimiento de mínimos comporta una degradación de los edificios que ha acabado provocando situaciones de conflictividad». Exigen que la administración local se implique, «porque esto tiene una función preventiva que hay que preservar».

«Ya sabemos que con rehabilitación y mantenimiento no se arreglan todos los problemas, pero representan un gran paso. Hace falta que las familias dejen de tener la sensación de dejadez institucional y hace falta que el gobierno municipal haga su trabajo», ha sentenciado la también concejal de ERC Marina Gassol.

Economía Digital se ha puesto en contacto con fuentes oficiales de la concejalía de distrito de Ciutat Vella, todavía a la espera de respuesta. Sin embargo, la regidora de Vivienda y Rehabilitación Lucía Martín ha asegurado en la comisión de este martes que el ayuntamiento está preocupado por estas fincas «de especial gravedad», aunque ha defendido que «no es la norma».

«Estamos preocupadas por la situación de algunas fincas, que son propiedad de la Generalitat pese a que las gestionemos nosotros, y varias casuísticas han hecho que apareciesen en los medios», ha explicado Martín. La concejal ha querido «dimensionar» sin quitar hierro al problema, al recordar que el parque público de la ciudad roza los 10.000 inmuebles.