CiU y una ERC en descenso empatarían si las elecciones se celebrasen ahora
La encuesta del CEO sitúa a Podemos como tercera fuerza y vaticina una recuperación del PSC
Sin esa lista única que tanto reclamó Artur Mas, las fuerzas independentistas ganarían las elecciones, pero quedarían muy divididas. CiU y ERC obtendrían un empate técnico al conseguir cada una de ellas el 13,3% de los votos, según desvela la última encuesta del Centre d’Estudis d’Opinio (CEO), el equivalente al CIS en Cataluña.
Eso supondría un notable retroceso para los republicanos, que en el anterior sondeo, realizado en el mes de febrero, se postulaban como los vencedores de las elecciones con el 17,3% de los votos. El nuevo barómetro del CEO, que se elaboró entre el 2 y el 24 de junio, sitúa a Podemos como tercera fuerza en el Parlament, con el 10,8% de los votos. Indica una recuperación del PSC, que lograría el 9,2% de los sufragios y coloca a la CUP como quinto partido, con un 7,6. Le seguirían Ciutadans (6,6%), ICV (3,5%) y el PP (2,2%).
Las encuestas del CEO, que dirige Jordi Argelaguet, suelen dar mucho que hablar, pero este último sondeo ha quedado muy deslucido por dos razones: a) la encuesta no contiene, como suele ser habitual, una estimación de los escaños que logrará cada partido y b) las cosas han cambiado mucho en las últimas semanas en la convulsa política catalana.
Cuando se preguntó a los encuestados, CiU aún estaba entera y Podemos todavía no había entrado en negociaciones con ICV para coaligarse. Además, el presidente de la Generalitat tampoco había lanzado su último órdago, consistente esta vez en demandar a la sociedad civil que se sume a su lista.
Las cosas son ahora muy diferentes. Unió presentará candidatura en solitario, seguramente con Ramon Espadaler como cabeza de lista. Nadie sabe cuál es la fuerza real de los democristianos, pero es muy posible que logren atraer a votantes de CDC moderados. Por otra parte, la coalición entre Podemos e ICV, a la que podría sumarse alguna otra fuerza de izquierdas, parece cosa hecha y no es improbable que esa candidatura popular obtenga un muy buen resultado en las autonómicas, previstas para el 27 de septiembre, como ya ocurrió en las municipales de Barcelona.
La que ya es más improbable es que Mas logré ese apoyo que demandó a la sociedad civil, es decir a la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y a Òmnium Cultural, pero no se puede descartar que al final, y tras tantos dimes y diretes, estas entidades decidan lanzarse al ruedo y presenten sus propias candidaturas incluyendo o no a la que queda de CDC o a ERC.
Por último, está por ver qué pasará con la CUP. Se da por hecho que irá en solitario, pero es posible que, tras los comicios, se decida a pactar con la coalición de Podemos en lugar de hacerlo con la lista de Mas. Tampoco queda claro en este barómetro cuál será el papel de Ciutadans. El CEO le da un no muy honroso sexto puesto, pese a que otras encuestas lo sitúan como tercera, e incluso, segundo partido del Parlament.
Ciutadans subirá, pero habrá que ver cuánto, pues también durante el periodo de elaboración de la encuesta, se supo que Albert Rivera, su omnipresente líder, no será el candidato a la presidencia de la Generalitat y que esa plaza la ocupará la diputada Inés Arrimadas, que es mucho menos conocida.
Argelaguet ya ha anunciado que no hará nuevas encuestas antes de las elecciones, pero quizá debería repetir este último sondeo, porque el panorama ha cambiado tanto que los resultados se han convertido un papel mojado.