CiU y ERC escenificarán el acuerdo sobre presupuestos y la consulta antes del 20D
El President Mas deja claro que “es una evidencia” que se preguntará a la ciudadanía en 2014
Voluntad política. Con ella se puede conseguir casi todo, aunque las reglas de la economía digan otra cosa. Pero el Govern de Artur Mas ha elaborado unos presupuestos para 2014, tras “un sinfín de reuniones” con los dirigentes de Esquerra Republicana, en el que primero se ha situado el objetivo: conseguir unos 2.318 millones con operaciones de privatización de activos, lo que supone el 10% del total de las cuentas públicas, y posteriormente ya se buscará cómo se logra y qué se vende.
Sin embargo, el acuerdo se ha alcanzado y Artur Mas y Oriol Junqueras pueden iniciar ya el camino que les lleve a la consulta soberanista, antes del referéndum en Escocia, que tendrá lugar el 18 de septiembre.
Primer paso, el 20N
El proceso de la aprobación de los presupuestos tendrá dos momentos culminantes, el 20 de noviembre, con la votación de las enmiendas a la totalidad –Artur Mas retó al resto de grupos a presentarlas con alternativas concretas a su plan de privatización– y el 19 de diciembre, que, tras el debate en comisión, será el momento de debatir y votar la Ley de Presupuestos y la Ley de Medidas Fiscales, o de acompañamiento que incorpora nuevas tasas, como el recuperado impuesto de Sucesiones.
De forma paralela CiU y ERC están aproximando posiciones sobre la fecha y la pregunta de la consulta soberanista. En el pleno del 20 de noviembre, el Parlament aprobará trasladar al Congreso la petición, que, según fuentes de la dirección de Convergència, pasará por la propuesta de que el Gobierno traspase, a través del artículo 150.2 de la Constitución, la competencia para poder celebrar un referéndum.
Y, al mismo tiempo, la cámara catalana trabaja para aprobar una ley catalana de consultas, “con ánimo de convocar consultas en general”, como precisó el President Mas este miércoles, pero que debe servir para preguntar a los catalanes sobre el futuro de Catalunya. Esa ley estará lista, previsiblemente, en febrero.
Convencer a ICV y PSC
Pero antes, CiU y ERC deben convencer a otros grupos, especialmente ICV y, en menor medida, al PSC, sobre la fecha y la pregunta. Y aquí Artur Mas y Oriol Junqueras, según fuentes del Govern, y de la oposición, quieren escenificar el acuerdo sobre los presupuestos y sobre la consulta –el verdadero motivo del pacto político entre la federación nacionalista y los republicanos– en el pleno del 19 de diciembre.
Es decir, antes de Navidades, CiU y ERC ya podrían tener encauzada la legislatura, porque la aprobación de los presupuestos de 2014 es, para muchos dirigentes de CiU, la garantía de poder llegar hasta mediados o finales de 2015 si el proyecto soberanista acaba fracasando y Mas opta por unas elecciones anticipadas de carácter plebiscitario.
Unió y PSC, determinantes
La dirección de ICV, con Joan Herra y Dolors Camats, que defienden, con matices diferentes, la consulta soberanista, recibirá, a partir de ahora, una gran presión. Su concurso es importante, porque representa la transversalidad, tras el acuerdo nacionalista de CiU y ERC. También la posición de Unió será determinante. Y la salida puede ser, según se apunta desde diferentes ámbitos políticos del arco parlamentario, “una pregunta más abierta de lo esperado”, con la posibilidad real de que también se una el PSC.
Y es que la pregunta concreta a la consulta no se introducirá en la ley de consultas catalana. En el momento en el que se introdujera la palabra “autodeterminación”, el Gobierno central podría presentar un recurso. Según fuentes de la dirección de Convergència será un reglamento, surgido de la ley, la que acabe de cerrar o incorporar la pregunta.
Pese a todo, Mas sigue, como un equilibrista sin red, determinado a llevar a cabo una misión, la de intentar que la ciudadanía catalana se exprese sobre la autodeterminación de Catalunya. Y, el primer paso, es conseguir ese primer acuerdo el 19 de diciembre.
Ideal para ERC
Para Esquerra es el escenario ideal, porque podría unificar la aprobación de los presupuestos –que será difícil de digerir para los electores y militantes republicanos a medida que avance el ejercicio y se compruebe que la venta de patrimonio no acaba de llegar y que se impondrán recortes para cumplir con el 1% de déficit– con la fecha y la pregunta de la consulta.
Mas, de hecho, lleva muchos meses trabajando para Esquerra Republicana.