CiU se niega a ofrecer a ERC una fecha para el referéndum soberanista
Los republicanos no entienden que se pueda posponer una consulta que motivó el adelanto electoral
La evidencia es la siguiente: los resultados del 25N no facilitaron la convocatoria del referéndum soberanista que había prometido Artur Mas. Para los sectores más nacionalistas esa interpretación es errónea. El argumento es que Esquerra Republicana aumentó su apoyo electoral y que entraron en el Parlament los independentistas de izquierda de la CUP. Pero para CiU todo ha cambiado.
Mas mantiene su promesa, pero se resiste a fijar una fecha. El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, presiona para que la dirección de Convergència no acepte las reivindicaciones de Esquerra.
Y Mas, por el momento, es consciente de que no puede llegar tan lejos. La estabilidad del próximo Govern es lo más urgente. Aprobar el presupuesto de 2013, es una necesidad imperiosa y gestionar el día a día es tan o más importante que buscar una fecha a la consulta independentista.
El papel de Duran
CiU “no se debe someter” a la condición de ERC de fijar una fecha para la consulta, aseguró este martes Duran Lleida. Tampoco se mostró partidario en la petición de pactar la pregunta en ese referéndum, porque, a juicio de Duran, esa será una responsabilidad del conjunto del Parlament.
Y la dirección de Convergència ha comenzado a asumir la realidad. “No hay que encorsetarse en una fecha», advirtió el secretario general de CDC, Oriol Pujol.
La intención es trazar un camino previo, que pasa por buscar el encaje de la consulta en el ordenamiento jurídico español, a través de la necesaria modificación de la Constitución, y tras el previsible fracaso de este intento, buscar el amparo internacional. Todo ello implica la dificultad de fijar que la consulta sea, por ejemplo, en septiembre de 2014, como pide Esquerra Republicana.
Un obstáculo para el acuerdo
Para la formación que lidera Oriol Junqueras, se trata del punto esencial del posible acuerdo con CiU. Si Mas decidió adelantar las elecciones para convocar el referéndum, los republicanos no entienden que ahora no se pueda fijar un calendario concreto.
Por el momento, las negociaciones han ido avanzando, hasta el punto de que Esquerra asume los recortes del presupuesto de 2013, a cambio de recuperar algunas figuras impositivas, como Sucesiones o la rebaja del mínimo exento de Patrimonio. Pero la imposibilidad de concretar la consulta, podría llevar a una ruptura en el diálogo entre las dos formaciones. Un alto dirigente de Convergència asegura que lo que todos tienen claro es que “es imposible el no acuerdo”. Pero no hay nada cerrado.
Las entidades empresariales van expresando su opinión cada día. Este martes ha sido la Cambra de Terrassa. El organismo empresarial insta al nuevo Govern a buscar, precisamente, fórmulas para celebrar el referéndum vinculante, pero, de forma paralela reclama un acuerdo político que permita “una salida a la crisis económica y social”.
Un doble propósito que CiU y ERC no pueden todavía asegurar.