China rastrea alimentos congelados sin pruebas de transmisión de Covid-19
Aumenta la monitorización de comidas importadas en China, pero los expertos restan importancia a la presencia de coronavirus en el empaquetado
China libra «una guerra» contra la importación de alimentos congelados después de encontrar pequeñas muestras de coronavirus en algunos empaquetados. Los cuestionamientos de socios comerciales como la Unión Europea, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Canadá no han evitado que las autoridades del país hayan reivindicado el rastreo de estas importaciones y hayan anunciado que incrementarán sus pesquisas.
Las inspecciones llevadas a cabo por China han hallado restos del virus en envasados de ternera congelada de Argentina, cerdo procedente de Francia, pescado indio e indonesio, carnes brasileñas y otros productos procedentes de Alemania, Rusia y los Países Bajos, entre otros países. La situación ha escalado al punto de que algunos supermercados promocionan sus productos importados como «libres del virus«.
Pero los expertos ponen en duda el riesgo de esta exposición al coronavirus y critican la actuación de China sin apenas evidencias de que se trata de un problema de gran magnitud. El debate tiene que ver con las vías de transmisión de la Covid-19, que se sabe que tienen como actores principales a gotas y micropartículas que salen de la boca y la nariz, y no tanto a los restos de virus que quedan en las superficies.
Al principio de la pandemia, las superficies fueron una gran preocupación, pero con el paso de los meses y las distintas olas los científicos han restado importancia a este tipo de transmisión, toda vez que no parece tener relevancia alguna en los contagios detectados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que los casos de virus vivos en envases son «raros y aislados», informa The Associated Press. El coronavirus puede «sobrevivir mucho tiempo en condiciones de almacenamiento en frío», ha explicado el organismo de Naciones Unidas, pero no hay evidencia de que las personas puedan contraer la Covid-19 por consumir alimentos.
Los expertos restan importancia al coronavirus en alimentos congelados
China sostiene que el empaquetado de los alimentos congelados «no está exento» de portar el coronavirus, según el subdirector del Centro Nacional de Evaluación de Riesgos de Seguridad Alimentaria, Li Ning. Hasta ahora, la tasa de positividad de las pruebas en los envases ha sido de 0,48 por 10.000, pero las autoridades chinas aseguran que la proporción está aumentando a razón de hacer más pruebas.
Sin emargo, los expertos tienen muchas dudas. «No he visto datos convincentes de que el SARS-CoV-2 en los envases de alimentos represente un riesgo significativo de infección», ha dicho a AP Andrew Pekosz, de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins (EEUU). Y ha añadido que una prueba positiva «no indica un virus infeccioso, solo que alguna señal del virus está presente».
Timothy Newcome, virólogo de la Universidad de Sídney, ha añadido que las pruebas que usa China para detectar virus en superficies son extremadamente sensibles, por lo que pueden detectar virus activos o sus restos, sin poder discernir entre ellos. Tampoco se sabe si los virus que se encuentran en los envases pueden ser infecciosos, ha asegurado.
«Es posible y puede representar algún riesgo, pero ciertamente está en el extremo inferior del riesgo de transmisión», dijo Newcome. “Sabemos que las bajas temperaturas estabilizan el virus. No obstante, creo que las cosas que se han transportado y la transmisión por superficie tienen un riesgo bajo».
Lo que sabemos del coronavirus en superficies
Pese a que el virus que causa la Covid-19 se transmite de forma mayoritaria a través de gotas y pequeñas partículas que fluyen por el aire, también hay alguna información relativa a su presencia en superficies. Se sabe, por ejemplo, que cuanto más frías y secas sean las condiciones, mayor tiempo podrá sobrevivir el coronavirus en las superficies.
China reconoce que aún no se ha descubierto ninguna infección causada por «el consumo directo de productos de esta cadena de frío» en la que han detectado el virus en alimentos importados, en palabras de Zhang Liubo, director de desinfección del Centro chino para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Asimismo, al hacerse más estable el coronavirus en condiciones frías y secas, la desinfección de los envases a temperaturas bajo cero crea «desafíos especiales», ha transmitido Zhang Liubo. Es decir, que incluso cuando la desinfección funciona y el virus ya no es infeccioso, los restos pueden permanecer en el empaquetado y las pruebas pueden seguir siendo positivas.
El Gobierno chino ordenó inspecciones exhaustivas de las importaciones de alimentos congelados después de que las autoridades sanitarias detectasen en Pekín restos del virus en tablas que se usaban para cortar salmón llegado del extranjero, lo que ocasionó un brote con 300 infectados. Tras varios meses sin contagios de transmisión local, esto encendió todas las alarmas en China.
En octubre, se encontró coronavirus en un embalaje de bacalao congelado. El CDC dijo entonces que el riesgo de contagio entre los consumidores de estos productos era «muy bajo» pero destacó que era «la primera vez en el que nuevo coronavirus vivo se ha aislado en el envoltorio exterior de alimentos en la cadena de frío y que se confirma que el contacto con el empaquetado contaminado puede causar contagio».
Socios comerciales de China han dicho a los medios que no hay evidencia sólida de que sus productos transportasen el virus al gigante asiático. Las autoridades chinas aseguran que solo obedecen al principio de «proteger la salud» de los ciudadanos y han avisado que aumentarán la vigilancia en este sentido, sin haber informado aún de ningún caso confirmado por esta vía de transmisión.