Chacón vuela sola y se abraza al PSOE contra el PSC
Los socialistas catalanes rompen por primera vez la disciplina de voto en el Congreso y secundan a CiU
Un alcalde hasta hace muy poco, de una localidad como Terrassa, y ahora primer secretario del PSC, será el responsable de la primera ruptura en el Congreso entre el PSOE y los socialistas catalanes.
Es Pere Navarro, que, con muy poca experiencia, busca un nuevo papel para el PSC, que pasa por los peores momentos de su historia. Frente a él se ha erigido una militante del PSC, Carme Chacón, que se presentó como número uno del PSC por Barcelona en las elecciones generales, y que busca liderar el PSOE. Los 14 diputados del PSC decidieron votar a favor de una resolución de CiU e ICV, sobre el derecho a decidir, en la que se insta al Gobierno catalán y al Gobierno central a negociar una posible consulta en Catalunya. Chacón no la votó, ni a favor, ni en contra. Pero sí lo hicieron los otros 13 diputados. La resolución no prosperó, con 60 votos a favor y 275 en contra.
La tesis de Chacón
Estos son los hechos. Esto es lo que sucedió este martes en el Congreso. Chacón justificó su decisión, en su negativa a “romper” España, y en su apuesta por el entendimiento y el diálogo. La dirección del PSC también hizo lo propio. La decisión se había tomado en la ejecutiva de este lunes, por unanimidad, con el apoyo de la dirección y de los cinco diputados catalanistas díscolos que no obedecieron las órdenes en el Parlament y no votaron en contra de una resolución, esta vez sí, “claramente soberanista”.
Se trató de “una circunstancia excepcional, porque pocas cosas se toman en los últimos tiempos por unanimidad”, asegura un dirigente socialista. Es decir, Chacón sabía lo que se votaba, y era consciente de que el PSC se presentó en las elecciones autonómicas con la defensa del derecho a decidir.
¿Es complicado y caótico el posicionamiento del actual PSC? Lo es porque el escenario político en Catalunya, dominado por CiU y, especialmente por Esquerra Republicana, ha obligado a tomar partido, a estar o no por la soberanía de Catalunya. Y la dirección del PSC defiende que se pueda realizar una consulta en Catalunya, pero pactada y acordada con el Gobierno central, como ha ocurrido en el Reino Unido, con el caso de Escocia. Y todos los pasos que se den hacia esa dirección, el PSC los defenderá, como la resolución presentada en el Congreso. Esos son los argumentos.
El papel del PSOE
Pero aquí entra en juego el PSOE. La dirección socialista, liderada por Alfredo Pérez Rubalcaba, se ha mostrado totalmente en contra de la propia posibilidad de convocar esa consulta. No la entiende. La soberanía recae en el conjunto del pueblo español, y, por tanto, no se pueden celebrar consultas sobre la soberanía particular de Catalunya. Rubalcaba está en esa posición. La práctica totalidad de los barones socialistas están en esa línea.
Y Carme Chacón también, porque su carrera política se ha centrado en lo últimos años en Madrid, como ministra de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. Y aspira a la candidatura a la presidencia del Gobierno, y desea presentarse, si finalmente se convocan, a las primarias para esa elección.
Los 13 diputados, no nacionalistas
Es importante conocer los nombres de los diputados del PSC que decidieron este martes seguir a la dirección de su partido. Entre los 13 que votaron la resolución, figura Germán Rodríguez, ex jefe de gabinete de Chacón; Joan Rangel, ex delegado del Gobierno en Catalunya; José Zaragoza, ex secretario de organización del PSC; Isabel López, una diputada histórica que proviene del sindicalismo; Francesc Vallès, el coordinador del grupo en el Congreso, o Teresa Cunillera, histórica diputada en el Congreso. Todos ellos no se han caracterizado por posiciones nacionalistas, o por abrazar los postulados de CiU y, menos, de Esquerra Republicana.
Es decir, el PSC puede decir que sólo Chacón, “por los motivos que pueda tener” se desmarcó de la decisión. Esa es la realidad.
Rubalcaba, al límite
Pero la dirección del PSOE ha considerado que se ha llegado al límite. Barones como el extremeño Guillermo Fernández Vara, o el madrileño y presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, calentaron las horas previas a la votación, con la idea muy clara de que el PSOE debe tomar una decisión, que podría pasar por presentarse directamente en Catalunya, con las propias siglas
Rubalcaba lo evidenció, al proponer una nueva relación con el PSC, que pase por dos premisas: el PSC no hablará de España sin consultarlo con el PSOE, y éste no lo hará de Catalunya sin consultarlo al PSC. ¿Será suficiente?
El enojo es enorme en la dirección del PSOE. Lo es porque se recuerda el enorme esfuerzo que supuso la aprobación del Estatut, y por todas las últimas decisiones del PSC.
Rubalcaba protagonizó aquellas negociaciones. El propio ex presidente de la Generalitat, José Montilla, recoge en su libro que acaba de publicar, Clar i Català, que él mismo se equivocó, y el conjunto del PSC por no estar más encima del proceso de elaboración de aquel Estatut.
Pero la decisión de Pere Navarro de pedir, por su cuenta y riesgo, la abdicación del Rey Juan Carlos, supuso la pasada semana un golpe demasiado intenso. No por el contenido, sino por no advertir previamente, por parecer más una decisión un tanto alocada de Navarro que una decisión adoptada por toda la dirección del PSC.
Navarro critica a Chacón y los cinco diputados díscolos
Esa crítica, además, la comparten dirigentes del PSC, que en la ejecutiva de este lunes le recriminaron a Navarro que no era necesario buscar ese nuevo conflicto con el PSOE, cuando se sabía que se iba a votar en el Congreso una resolución que se consideraba determinante para el futuro de los dos partidos.
Navarro ha interiorizado esas críticas, y ha ido matizando sus palabras. Respecto a la resolución, expresó su rechazo a la actitud de Chacón, como lo hizo con los cinco diputados catalanistas que no obedecieron las directrices del grupo parlamentario en el Parlament. “Son decisiones de la mayoría del partido, en uno y en otro caso”, aseguró Navarro.
La paradoja del PSC
¿Qué pasará a partir de ahora? “Chacón ha ejercido un papel distorsionador en los últimos tiempos en el PSC”, asegura un dirigente de los socialistas catalanes. Y, por tanto, a juicio de la dirección del PSC, deberá ser ella quien decidida dónde y cómo quiere estar.
Chacón aseguró que habia puesto a disposición de Navarro su acta de diputada, aunque el escaño es personal. Y, justo antes del inicio de las votaciones, remachó que Navarro no le había aceptado una posible dimisión. Pero fuentes de la dirección del PSC aseguran que esa posibilidad no se planteó en ningún momento. Según Navarro, la decisión la debe tomar Chacón. Nadie más que ella.
La paradoja, lo que más le costará ahora al PSC, es explicar que con la resolución de este martes los socialistas catalanes pueden incidir en la agenda política. El argumento es que el proyecto soberanista del President Artur Mas no tiene otra salida que una negociación con el Gobierno central, que pasa por una reforma de la Constitución. No hay otra posibilidad. Y eso es lo que defiende el PSC, constreñido entre CiU y ERC.
Pero en esa tarea difícilmente le ayudará el PSOE, que había iniciado un camino hacia esa reforma constitucional.