CEOE teme represalias de Marruecos contra las empresas españolas
Los empresarios con intereses en Marruecos piden ayuda a Moncloa, sin todavía obtener respuesta.
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) teme represalias de Marruecos contras las empresas españolas que operan en el país. La crisis marroquí podría frenar las inversiones españolas en aquel país, donde operan 21.800 empresas con capital español con un stock de inversión acumulada de alrededor de 8.454 millones de euros, según los datos del ICEX que se contabilizaron en 2019 (antes de la pandemia).
Según ha podido saber Economía Digital, grandes empresarios con intereses en la zona han contactado estos días con el Gobierno para pedir ayuda y cobertura frente a la tensión que se está viviendo en los grandes centros financieros como Casablanca y Rabat. Fuentes cercanas al Ejecutivo confirman contactos con Abengoa y Endesa, aunque desde los departamentos de comunicación de ambas empresas los hayan negado a ED.
Desde la federación ceutí de la CEOE advirtieron esta semana, en los inicios de la crisis diplomática entre España y Marruecos, que las autoridades marroquíes ya hablaban de tomar «represalias comerciales y frenar las inversiones españolas» en el país. Frente a estas tensiones, «nos tememos un escenario de represalias», comentan desde la patronal y desvelan que desde el Gobierno «todavía no hemos obtenido ninguna respuesta».
Desde CEOE, y según ha podido saber ED, ya han advertido al Ejecutivo. Además, la patronal forma parte de los representantes del Consejo Económico Hispano-Marroquí, con el objetivo de profundizar en las relaciones entre los empresarios de ambos países, CEOE y su homólogo marroquí, la CGEM.
Freno de las inversiones
Los empresarios temen que la crisis diplomática entre ambos gobiernos les conduzca a tres escenarios posibles: el freno de las inversiones españolas en los grandes proyectos de infraestructuras y turismo que tiene en marcha Marruecos; que se encarezca la financiación a los empresarios españoles que quieran operar en el país y, en tercer lugar, la preocupación porque Marruecos ya ha abierto la puerta a las grandes empresas internacionales estadounidenses que, sin dañar la hegemonía francesa, se comen el terreno de las empresas españolas.
Este último punto se ha visto fortalecido por el ‘capote estadounidense’ que este mismo martes le dio el gobierno de Joe Biden a marruecos, mediante una llamada para reforzar sus relaciones bilaterales. Algo que todavía no ha hecho con España. Pedro Sánchez sigue esperando la llamada de La Casa Blanca, aunque fuentes diplomáticas aseguran que sí que ha habido contactos «a nivel de Asuntos Exteriores».
Los empresarios advierten que el problema diplomático entre los gobiernos «llevará tiempo» y mientras están en juego el volumen de exportaciones españolas, que han pasado del 1,9% en 2011 al 3,0% en 2019 y al 2,6% en 2020. En enero de 2021, las exportaciones españolas a Marruecos han sido de 601 millones de euros.
La Secretaría de Estado de Comercio considere a Marruecos como país PASE (Países de Actuación Sectorial Estratégica), en el marco de la Estrategia de Internacionalización de la Economía Española 2017-2027, para priorizar la inversión en sectores como automoción, energía, agricultura y alimentación.
Sin embargo, desde la patronal advierten que, pese a este hecho, lo cierto es que la Oficina Comercial española reconoce en su informe de 2021 como uno de los principales «obstáculos» para el acceso al mercado marroquí, no solo los aranceles y las exigencias nuevas de certificación industrial, sino que «el gobierno está considerando la extensión de la preferencia nacional en las compras públicas«. «Todo son obstáculos y nos jugamos mucho», recuerdan fuentes empresariales.
11 acuerdos firmados
Pedro Sánchez viajó a Marruecos en febrero de 2019 acompañado de los Reyes y una delegación económica y comercial dirigida por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.
En ese encuentro se firmaron 11 acuerdos bilaterales entre los que destaca un memorando de entendimiento que establece una asociación estratégica entre Marruecos y España, firmado por Nasser Bourita, Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, y Josep Borrell i Fontelles, ex ministro de Asuntos Exteriores de España, Unión Europea y Cooperación.
Un acuerdo que expira el 16 de diciembre de 2021 y que podría no ser renovado automáticamente, según fuentes de la patronal si todavía no se han encauzado las relaciones entre ambos países. De hecho y según ha podido saber ED, el gobierno de España y el marroquí se encontraban en negociaciones para firmar un nuevo marco financiero bilateral.
También entre estos 11 acuerdos firmados se encuentra un acuerdo de cooperación en la lucha contra el crimen, firmado por los ministros del Interior de los dos países, respectivamente Abdelouafi Laftit y Fernando Grande-Marlaska o un memorando de entendimiento para el establecimiento de una asociación estratégica de energía, firmado por Aziz Rebbah, Ministro de Energía, Minas y Desarrollo Sostenible, y José Dominguez Abascal, ex secretario de Estado de Energía de España.
Grandes empresas españolas
Desde CEOE recalcan que los intereses de España son muchos y la presencia de grandes empresas españolas está en juego, nombres como Abengoa, Endesa, Naturgy o Acciona tienen negocios estratégicos que podrían ver sus intereses dañados si los gobiernos no consiguen encauzar sus relaciones.
Abengoa trabaja en la desaladora de Agadir (Marruecos) y ejecutando el contrato de mantenimiento de Ain Beni Mathar. La empresa lleva varios años centrada en la ingeniería y construcción para terceros. «La situación en Marruecos no va a afectar a inversiones en el país pues no hay ni están previstas», comentan a ED desde la empresa.
De hecho, Agadir es una de las pocas concesiones que quedan y que tras el fin de obra, el objetivo es realizar la desinversión, tal y como está previsto en el plan. Por ello, desde Abengoa no anticipan incidencias en los proyectos en curso actualmente en el país.
Endesa, por su parte, tiene una participación minoritaria en la central de Tahaddart, una planta térmica de gas con tecnología de ciclo combinado que proporciona el 10% aproximadamente de la energía magrebí. Pero no tiene clientes, ni filiales ni redes de distribución. La participación en la planta es heredada (de 2005) y no prevén impacto en el país. Actualmente, el Gobierno de Marruecos es el mayor accionista de la planta con el 50%, le sigue el grupo Simens con el 30% y Endesa, con el 20%.
Naturgy sí tiene que renovar el próximo mes de octubre la concesión del gasoducto del Magreb, que es prorrogable a 25 años. Su actividad se centra principalmente en la operación del tramo marroquí, de 540 km, del gasoducto Magreb-Europa, operado por EMPL.
Este gasoducto es una canalización de 1.400 kilómetros de longitud que recorre Marruecos desde el yacimiento argelino de Hassi R’Mel hasta llegar a la Península, donde se conecta con una extensa red europea de gasoductos.
Europe Maghreb Pipeline Limited (EMPL) fue constituida en julio de 1992 para promover, financiar y operar el Gasoducto Magreb-Europa a través de Marruecos y, al mismo tiempo, se constituyó Metragaz para realizar, inicialmente, la actividad de construcción y, posteriormente, la operación y mantenimiento de las instalaciones del gasoducto. Sagane es la sociedad a través de la cual participan en Metragaz (76,68%) y EMPL (77,2%). Desde la compañía prefieren no hacer declaraciones al respecto.
Entre las grandes también encontramos a CaixaBank, que opera con licencia bancaria como un banco de Marruecos y no como una representación; el Banco Sabadell que tiene oficina propia y el Banco Santander que tiene una participación en una entidad marroquí (Attijariwafa Bank).
Asimismo, están muy presentes Alsa, Acciona, Abengoa o Gamesa y cabe destacar la importancia para Marruecos de los turistas españoles. Estos representan el segundo país de origen alcanzando en 2019 más de 2,5 millones de visitantes españoles. El sector turístico español se ha volcado de forma estratégica en Marruecos, con importantes inversiones de empresas como Barceló, Melià o Riu, atrayendo a pymes españolas al mercado marroquí.
Por todo ello, los empresarios llaman a la «concordia» y la diplomacia para que «pronto» vuelvan a encauzarse la relación entre ambos países y que esto no suponga ningún freno a la inversión española.