Catalunya Ràdio critica que el independentismo «le ponga en bandeja» las cosas al constitucionalismo
El código deontológico de la CCMA obliga a sus trabajadores a reservarse sus opiniones en público para evitar que se ponga en cuestión la imparcialidad de los medios públicos
Saül Gordillo, director de Catalunya Ràdio (izquierda), y Vicent Sanchis, director de TV3, en una comparecencica en la comisión de medios del Parlament. EFE
Nuevo episodio que compromete la imparcialidad de los medios públicos catalanes, esta vez por las afirmaciones de un periodista. El suceso se produjo el pasado 12 de mayo en el programa La Nit dels Ignorants. Una oyente criticó por teléfono la situación actual de desunión en el independentismo, por lo que el periodista respondió: «Se lo estamos poniendo en bandeja».
La oyente se quejaba de la falta de acuerdo para los independentistas, a los que percibía como más preocupados por repartirse sillas y poder que con la voluntad de formar el Govern, e insistía en que «esos de ahí» [en referencia a los no-independentistas] estaban «esperando» para acabar de «ponernos la pezuña encima».
La expresión de opiniones personales por parte de periodistas no es nueva, pese a que contradice el libro de estilo de la propia Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA). El código de buenas admite que no pueden «adoptar posiciones en relación con debates políticos y sociales cuando, por el trabajo que desarrollan, pueda quedar comprometida nuestra imparcialidad».
El PSC ha llevado esta cuestión al Parlament de Cataluña. La diputada socialista Beatriz Silva ha presentado preguntas escritas al consejo de Govern de la CCMA, para saber qué se va a hacer al respecto y cómo se va a actuar para que este periodista y otros de los medios públicos catalanes eviten pronunciarse en público sobre cuestiones políticas.
«Queremos saber qué medidas se tomarán en este caso concreto y también qué harán para garantizar que los y las presentadores de nuestra radio pública no asuman posturas políticas que comprometan la obligada imparcialidad y credibilidad de servicio público de Catalunya Ràdio», explica la parlamentaria.
Otros casos: de morir por Cataluña a desear a jueces que se atraganten
No es la primera vez que los medios públicos catalanes se ven envueltos en escándalos de este tipo. El Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC) –ente que regula los medios de radio y televisión en la autonomía– avaló el programa de humor Bon dia de merda amparándose en la sátira política.
El programa ha suscitado polémica. El presentador, el polémico Jair Domínguez, dedicó un «bon dia de merda a la gente que no está dispuesta a dar su vida por Cataluña». A partir de una anécdota sobre un hombre en Dublín que planteaba cuantos estaban dispuestos a morir por Irlanda, el conductor del espacio se preguntó «cuanta gente así tenemos» en la autonomía.
También en TV3 se han dado casos de este estilo. El programa Està Passant, dirigido y presentado por Toni Soler, envió una peculiar felicitación navideña donde pedía un “recuerdo muy especial” a los “presos políticos” y “exiliados”, y esperaba que los jueces y políticos “responsables” de su encarcelamiento se ahogaran: “A ver si se atragantan un poco con turrón de Alicante”.
“Nos vamos, gracias a todos, gracias a todo el equipo, a TV3, a Minoría Absoluta. Un recuerdo muy especial para los presos políticos, para los exiliados, para la gente que volverá a pasar la navidad en la prisión on el exilio: pensamos en vosotros. Y a los jueces y políticos que tienen la culpa a ver si se atragantan un poco con turrón de Alicante. A los demás. ¡Felices Fiestas!”.
