Cataluña mantiene el impuesto de sucesiones gracias a los independentistas y el PSC
El Parlament rechaza la bonificación al 99% del impuesto de sucesiones y donaciones solo con el voto a favor de Vox, Cs y PP
El Parlament ha rechazado una propuesta de resolución para bonificar al 99% el impuesto de sucesiones y donaciones, lo que suponía su práctica desaparición ante un impuesto polémico, y que ni siquiera Artur Mas eliminó pese a su promesa de hacerlo si llegaba a la Generalitat en 2010.
El texto presentado por Vox y apoyado por Cs y el PP–que han rechazado PSC, ERC, Junts, CUP y Comuns– proponía la suspensión de este impuesto que «carece de utilidad en la materialización de los principios de redistribución, de progresividad y de igualdad en la consecución del anhelo liberal de evitar la concentración intergeneracional de riqueza«.
«El preso de este tributo recae, en una enorme proporción, sobre familias de clase media y trabajadora, y sobre el caudal que estas han ido generando con su ahínco y esfuerzo a lo largo de los años con el objetivo de satisfacer sus legítimas aspiraciones vitales y, una vez completas, dejar frutos a sus descendientes directos».
«El tipo fiscal de Cataluña es de los más altos de España»
El portavoz del partido en la comisión de Economía, Antonio Gallego, ha denunciado que «el tipo fiscal de Cataluña es de los más altos de España»: «Es un impuesto que desincentiva el ahorro y es una vergüenza que muchos ciudadanos, 8.500 catalanes de media según el Consejo General del Notariado, tengan que renunciar a la herencia porque no tienen suficiente líquido».
La supresión del impuesto no es posible, puesto que se trata de uno estatal transferido a las comunidades autónomas, aunque su bonificación al 99% supondría su práctica desaparición. Un sistema aplicado ya por Isabel Díaz Ayuso, cuya región es de las que tiene los impuestos más bajos de España dentro del modelo económico liberal que impulsa el PP en Madrid.
Más allá de la mayoría de izquierdas que hay en el Parlament, el rechazo a la propuesta de Vox también viene motivada por el llamado «cordón sanitario» contra la «extrema derecha» en el que participan ERC, Junts, CUP, PSC y Comuns. Los partidos se han conjurado para evitar que la formación de Ignacio Garriga tenga espacios de representación o iniciativa legislativa.