Cataluña da la llave de Gobierno a Pedro Sánchez, pero decidirá Puigdemont

El triunfo del PSC y el resultado de los partidos independentistas da alas a otro ejecutivo del PSOE junto a Sumar, aunque Junts no dará sus votos “a cambio de nada”

El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, durante la noche electoral. EFE/Rodrigo Jiménez

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Cataluña tiene las llaves de la Moncloa para Pedro Sánchez y Junts tendrá la última palabra. El resultado de las elecciones generales de este domingo en la comunidad autónoma, con el triunfo inducible del PSC y los escaños de los partidos independentistas, que pese a empeorar sus registros se mantienen como las formaciones regionales con más diputados, mantienen las opciones del candidato del PSOE para continuar al frente del ejecutivo español en los próximos cuatro años.

Las urnas han dado al Partido Popular 136 diputados, una amplia mejora respecto a los 89 escaños que obtuvo hace cuatro años, pero queda lejos de la mayoría absoluta de 176 diputados necesarios para formar gobierno. Si pactara con Vox, sumaría 169 votos favorables en el debate de investidura, insuficientes sin el apoyo o la abstención de otras formaciones.

Con estos datos, la dinámica de pactos mantiene la puerta abierta a renovar la coalición del PSOE y Sumar, impulsados por el resultado en Cataluña. El PSC ha teñido la comunidad de rojo, tras ganar ampliamente las elecciones con más del 34% de los votos. Los catalanes han dado a la candidatura de Meritxell Batet, y por ende a la investidura de Pedro Sánchez, siete diputados más de los que consiguió en 2019, alcanzando los 19. “Cataluña ha sido decisiva para frenar la derecha”, ha manifestado Batet durante la noche electoral, “ha dicho sí a Pedro Sánchez”.

Por su parte, ERC ha perdido casi la mitad de los diputados que obtuvo hace cuatro años, en las que fueron las mejores elecciones para los independentistas catalanes. Aun así, sus siete diputados serán clave para determinar las posibilidades de mantener el actual gobierno de coalición. Pere Aragonés anunció la semana pasada sus exigencias para investir al todavía presidente: avances en la mesa de diálogo, acabar con el déficit fiscal de la Generalitat y el traspaso de Rodalies, el Cercanías catalán.

Rufián: «O Cataluña o Vox»

El candidato de los republicanos al Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, fue breve y conciso la noche de domingo: “O Vox o Cataluña”, dijo en referencia a una potencial repetición electoral que pudiera resultar en un triunfo del PP y un posible gobierno con la formación de Santiago Abascal. Rufián aprovechó su intervención para apelar directamente a las otras formaciones independentistas para “ponerse de acuerdo”.

Y es que serán los siete diputados de Junts, comandados por el expresident catalán Carles Puigdemont, quien tome la decisión final. De conseguir el sí de todas las formaciones regionales que ya le apoyaron en 2019, Sánchez tendría 172 votos. Ante esta cifra, necesitaría el voto favorable de los junteros para ser investido en primera vuelta o una abstención para conseguirlo en segunda.

Durante la actual legislatura, Junts nunca se ha mostrado favorable a facilitar la gobernabilidad del ejecutivo de izquierdas, ni en su investidura, ni en los grandes proyectos, ni en los presupuestos. “Mantenemos nuestra posición. No haremos presidente a Pedro Sánchez a cambio de nada. Nuestra prioridad es Cataluña, no la gobernabilidad del Estado español”, valoró Míriam Nogueras, su candidata a la cámara baja, después que se conocieran los resultados.

El independentismo pierde 200.000 votos

Los independentistas tendrán mucho que decir durante las negociaciones, pese a obtener los peores resultados en años por el desgaste del procés. En total, el secesionismo ha perdido más de 217.000 votos, incluyendo el resultado de ERC y Junts, así como el de la CUP y el PDeCAT, que han quedado fuera del hemiciclo al no conseguir ni siquiera el mínimo que marca la ley electoral, del 3%.

La llamada al voto útil para frenar un cambio de gobierno se ha traducido en Cataluña en un trasvase de muchos de los votantes de Esquerra Republicana hacia el PSC. Como ya pasó en mayo durante los comicios municipales, la abstención, que alcanzo este domingo el 34,59%, también ha perjudicado a los independentistas.

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