Cataluña alcanzará los 900 pacientes covid en la UCI a las puertas de las elecciones
El Servicio Catalán de Salud vaticina que habrá que posponer operaciones de menor urgencia ante la saturación provocada por la pandemia
Las previsiones sanitarias vaticinan unas semanas duras en Cataluña, que prevé alcanzar un volumen de 900 pacientes graves ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) si la situación epidemiológica no mejora. El escenario anticipa una fuerte presión en los hospitales de la comunidad a las puertas de las elecciones autonómicas del próximo 14 de febrero.
El director del Servicio Catalán de Salud, Adrià Comella, ha previsto la delicada situación a la que se enfrentará el sistema sanitario que podría alcanzar una sobrecarga de las dimensiones de la primavera. «La tercera ola de la epidemia no tendrá nada que ver con la segunda y se parecerá más a la primera», ha informado en rueda de prensa.
El último informe epidemiológico ha revelado que ya hay 621 pacientes en estado crítico ingresados en estas áreas de los hospitales catalanes. Son nueve más que la jornada anterior y ya supera al récord de la segunda ola con un máximo de 594 enfermos graves que se contabilizaron el 10 de noviembre.
La presión de las UCI no justifica el aplazamiento electoral en Cataluña
A pesar de estas condiciones sanitarias, la Generalitat no ha logrado aplazar la fecha de los comicios al 30 de mayo tal y como tenía previsto. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha tumbado su decreto, tras valorar los tres informes que han presentado para advertir sobre la amenaza sanitaria.
La presión de las UCI ha sido uno de los argumentos que ha esgrimido el Gobierno de Esquerra Republicana y Junts Per Catalunya para tratar de posponer la llamada a las urnas en su alegación, firmada por el director de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, Xavier Llebaria.
Cataluña se prepara para desprogramar operaciones quirúrgicas
La saturación de los hospitales puede desencadenar la desprogramación de algunas de las operaciones quirúrgicas menos urgentes o las visitas presenciales a especialistas médicos. Un fenómeno que ya se vivió durante la primera ola de contagios en la primavera, cuando permanecimos casi tres meses en confinamiento domiciliario.
El director del Servicio Catalán de Salud calcula que entre un 10% y un 15% de las actuaciones médicas previstas podrían verse obligadas a cambiar sus fechas. A los 900 enfermos de coronavirus que previsiblemente albergarán las UCI, hay que sumar otros 300 pacientes de otras patologías que también necesitarán observación continuada.
La bajada del riesgo de rebrote es la gran esperanza en Cataluña
A pesar de que las cifras de contagios y de hospitalizados continúan al alza, las autoridades sanitarias catalanas tienen la esperanza puesta en otros indicadores epidemiológicos que sirven para estimar el potencial impacto de la pandemia. El riesgo de rebrote ha vuelto a caer por cuarto día consecutivo hasta los 664 puntos, doce menos que el miércoles.
También se ha reducido la velocidad de propagación de la enfermedad dos centésimas hasta 1,07. Cada vez se encuentra más cerca de rebasar la barrera que marca que la región ya no se encuentra en una fase expansiva de contagios.
Son los efectos del nuevo mapa de restricciones que se alargarán por lo menos hasta el próximo 7 de febrero. El confinamiento perimetral de los municipios, los cierres de actividades no esenciales los fines de semana o las franjas horarias en la hostelería son algunas de las medidas clave.
A pesar de este fenómeno, el último informe epidemiológico ha sumado 4.431 contagios y 69 fallecidos más de Covid-19 en las últimas 24 horas. Mientras, la incidencia acumulada continúa en ascenso hasta alcanzar los 649 positivos por cada 100.000 habitantes. Son dos puntos más que la jornada anterior y más del doble del umbral de riesgo extremo para la salud pública.