Puigdemont prepara una venganza contra Junqueras

Las conversaciones de dos íntimos de Puigdemont retratan con crudeza al líder huido: quiere dinero y planea una venganza contra Junqueras

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Si algo ha caracterizado al procés ha sido su grandilocuencia. Sus impulsores, de Artur Mas a Carles Puigdemont, no han ahorrado ni un ápice de lírica en el viaje hacia «un país mejor», en la travesía hacia «una nación de hombres y mujeres libres» y en la superación de un Estado «demofóbico».

Toda esa fanfarria ha servido para envolver de épica un proyecto político que escondía una realidad mucho más prosaica: el procés ha sido una manera de ganarse la vida y, si es necesario, Puigdemont incluso está dispuesto a venganzas internas que afecten incluso a Oriol Junqueras, condenado a 13 años de prisión. 

«Vivimos de una simbología, de que uno está en el exilio y otros están en prisión. Pero los de la prisión están locos por salir y el del exilio está loco por que le den un sueldo». Quien retrata con esta crudeza a Puigdemont es Miquel Casals, un hombre que formó parte del círculo íntimo del expresidente de la Generalitat. De esos con quienes se comparten planes junto a la pareja. De esos a los que uno recibe en casa llegada la Nochevieja (como ocurrió en Waterloo en 2017).

Las palabras de Casals se recogen en un informe de la Guardia Civil elaborado a finales de julio de este año y forman parte del sumario Catmon, que investiga la concesión de subvenciones de forma irregular mediante coacciones a funcionarios y desde las administraciones catalanas.

Puigdemont: el gran desengaño

La Guardia Civil intervino varias conversaciones telefónicas de Miquel Casals —condenado por asociación con banda armada (Terra Lliure) en el pasado— con Víctor Terradellas, antiguo responsable de relaciones internacionales de CDC. Ambos pasan por haber sido dos íntimos de Puigdemont.

Y ambos quedaron desengañados del líder huido, a quien ven como un hombre preocupado únicamente de su futuro económico y dispuesto a despedazar a Junqueras para multiplicar sus ganancias en un libro.

Xevi Xirgo y el libro contra Junqueras

De este libro da cuenta Casals después de haber mantenido una cena con el director de El Punt-Avui, Xevi Xirgo, y con Josep Maria Matamala, el amigo que acompañó a Puigdemont en su fuga. Xirgo, de hecho, es el elegido para hacer el trabajo sucio contra Junqueras a través de las verdades del expresidente de la Generalitat.

Lo que sigue es una parte de la conversación telefónica entre Casals y Terradellas:

Casals.—»¿Ahora sabes qué esperanza tiene? Ahora el libro. Dice que el libro lo explica todo y que Junqueras queda como un mierda» 

Terradellas.— «Ya. Y que venderá mil ejemplares… pero él se piensa que venderá un millón» 

A lo largo de su charla, Casals y Terradellas describen la trastienda de un procés alejado de toda estrategia política y simplemente articulado para la supervivencia personal de uno de sus grandes protagonistas, Puigdemont.

Casals.— «Aquí es sálvese quien pueda. Todo el mundo va a solucionarse la vida. Todo son soluciones personales para aguantar viviendo, para no morirse de pena y solucionarse la vida. Pero no hay un interés de liderar nada, ni de jugársela nada. Está muerto este tío».

El propio Casals abunda en este mismo argumento en otro momento de la conversación con Terradellas: «Todo esto de la República es verbal, nadie la quiere. Los aparatos solo quieren un sueldo cada mes y lo demás les da igual. Mucho lazo amarillo, pero en el fondo lo que quieren es seguir cobrando dietas y pasar los años».

El impuesto revolucionario de Puigdemont

Terradellas confirma la voracidad económica de Puigdemont y explica a Casals: «Han venido a ver un amigo mío pidiendo 100.000 euros y la excusa es que se les acaba el dinero». 

A partir de esta confesión, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, considera «muy relevante» a Terradellas para aclarar si la administración o si entidades privadas soberanistas como Catmon, receptoras de subvenciones, han desviado recursos a Waterloo.

A falta de conclusiones judiciales, vale la pena fijarse en las rotundas opiniones de Casals. «Puigdemont quiere seguir viviendo en Bruselas e ir haciendo dinero. Seguramente acabará en un piso», dice.

El desengaño respecto a Puigdemont es de tal magnitud que Casals se muestra muy contrariado porque fue Puigdemont quien sucedió a Artur Mas. «Teníamos que haber puesto a otro tío, no sé ahora ves a Cuixart…», desliza. En este punto, Terradellas sentencia: «Puigdemont ha sido un fracaso». Y tampoco salva de la quema al vicario del huido: «Y después Torra, también es otro error. No tiene nada».

El procés, vistas estas conversaciones, no parece estar en las mejores manos.

 

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