Casado ensalza ahora su relación con Arrimadas
El presidente del PP afirma que la relación con la líder de Cs es "excelente" y que arroparán su coalición con un acto conjunto en Euskadi
Pablo Casado e Inés Arrimadas asumen que la campaña electoral en País Vasco necesitará refuerzos y que no es momento de airear sus tensiones, sino todo lo contrario.
Tanto es así que la líder de Ciudadanos interrumpirá su baja de maternidad para participar en algunos de los actos de campaña, uno de ellos junto al presidente del Partido Popular, que ha anunciado personalmente este lunes esta cita en el calendario.
Aún sin fecha ni lugar definidos, el acto de los número uno del PP y Cs previsiblemente será el punto cumbre de la campaña de la coalición que se estrenará en los comicios del 12 de julio en el País. La coalición podría significar la entrada de los naranjas en el Parlamento Vasco pero también una pérdida de escaños en comparación con los actuales del PP, según encuestas como el CIS.
Un acto que, igualmente, servirá para exhibir unidad en un momento en el que las relaciones entre los partidos no son sencillas, tanto por los acuerdos de Cs con el Gobierno de Pedro Sánchez como por las tensiones en la Comunidad de Madrid, donde gobiernan juntos con el apoyo externo de Vox, y donde planea una moción de censura a Isabel Díaz Ayuso.
Casado ha calificado de «excelente» su relación con Arrimadas. El líder del PP ha afirmado que ambos han visto «muy claro desde hace mucho tiempo» que era necesario ir juntos a las elecciones vascas y, en general, a comicios en «comunidades autónomas en las que sigue existiendo un nacionalismo radical». En Euskadi, ha dicho, son «la mejor alternativa a un gobierno PNV-PSE«.
Alternativa a Bildu
El presidente del PP ha visitado este lunes por la mañana, junto al candidato a lehendakari de la coalición PP+Cs, Carlos Iturgaiz, el complejo petroquímico de Petronor en la localidad vizcaína de Muskiz, y ha informado de que estará presente en dos días de actos en cada provincia del País Vasco para reforzar la campaña.
Su aspiración es que PP+Cs posibiliten «la alternancia» al nacionalismo en Euskadi, dado que los socialistas gobiernan con el PNV en el Ejecutivo vasco, las diputaciones forales y los ayuntamientos. A su juicio, tanto los nacionalistas vascos como los socialistas han demostrado en estas administraciones que «han roto ese tópico de buena gestión y de honestidad».
Además de oponerse a la gestión del PSE y el PNV, Casado cree que la unión de populares y naranjas puede hacer frente al «nacionalismo radical» de EH Bildu, «que ni siquiera ha condenado el historial terrorista de ETA, con 850 víctimas inocentes». «Más que nunca tenemos que unirnos los que no queremos homologar a Bildu como un interlocutor político», ha reclamado.