Casado ligará su futuro al de Ayuso
El líder del PP pide a los suyos volcarse con Ayuso en campaña. El popular unirá así su futuro al de la presidenta de la Comunidad.
El líder del Partido Popular lo tenía claro desde el principio: ligará su futuro al de Isabel Díaz Ayuso. Así lo comunicó a los suyos en el último cónclave que convocó el popular de manera extraordinaria para hablar sobre las mociones de censura presentadas en Murcia, Madrid y Castilla y León para desbancarles. En esta reunión, según ha podido saber Economía Digital, se tomaron dos decisiones importantes: no fiarse de Ciudadanos y apoyar en todo a la presidenta de la Comunidad de Madrid de cara a los comicios del próximo 4 de mayo.
Las elecciones las tienen ganadas y las mociones de censura también. Así se respira en la planta noble de Génova 13 después de que el secretario general, Teodoro García Egea, se plantase en Murcia y acordase con los tres diputados de Ciudadanos llevar al traste la moción presentada contra ellos.
El entorno de Casado felicita a García Egea y no dudaba en que la estrategia saldría como esperaban. Tras el chivatazo en Murcia, el líder del PP decidió convocar elecciones en Madrid e intentar que su ‘número dos’ salvase su región. Los populares contaban con la información de Inés Arrimadas. La líder de Cs telefoneó a Casado, tras anunciar el pacto en Murcia, para asegurarle que sólo habló con los socialistas de cara a esa comunidad.
Una vez desactivadas las mociones de Murcia y Castilla y León, toca preparar las elecciones en la Comunidad. Los populares están seguros de que la Justicia dará la razón a Ayuso y se convocarán los comicios. Por ello, no hay tiempo que perder. La campaña comienza el domingo 18 de abril y termina el 2 de mayo. Los populares establecieron una serie de retos por delante, de cara a enfocar la contienda electoral:
Volcarse con Ayuso, como si fueran generales
El líder del PP se muestra convencido ante los suyos de que su amiga y compañera Isabel Díaz Ayuso sacará mayoría absoluta. «Hay que ir a por la mayoría absoluta», les dijo a los suyos a puerta cerrada.
Las encuestas que realizan en Génova otorgan a Ayuso la mejor puntuación desde hace meses. De ahí que la hayan dejado hacer y deshacer con Sánchez y las medidas sobre la pandemia, algo que ha molestado a más de un barón del PP.
La orden de Casado fue clara: el partido entero se va a volcar con Díaz Ayuso, como se volcaron con Alejandro Fernández en Cataluña. El PP se juega su feudo y la credibilidad y confianza hacia Casado. De ahí que en el partido hablen de que «son unas elecciones generales», señalan desde la cúpula del partido.
Asumen que tendrán que gobernar con Vox
Pero de una cosa son conscientes, con la supuesta desaparición de Ciudadanos se tendrán que apoyar en Vox. Alguna encuesta ya habría anticipado que la formación de Inés Arrimadas no llegaría a ese mínimo, el 5% de votos, requerido para entrar en la Cámara Autonómica.
Asimismo y ante tantas formaciones de izquierda resulta difícil conseguir mayoría absoluta, por lo que ya asimilan que tendrán que gobernar con Vox y piensan en cómo modular el discurso.
Los de Santiago Abascal están dando saltos de alegría. La convocatoria de elecciones en Madrid les pilla fuertes tras su ‘sorpasso’ al PP en las pasadas elecciones catalanas.
En Vox ven lo más lógico gobernar junto al PP y señalan que los «traidores» son los de Ciudadanos. «Nosotros siempre hemos sido leales», destaca un diputado.
Sin duda, para los populares lo más importante será construir muy bien el discurso de Ayuso en campaña. La ruptura de Casado con Abascal condiciona el mensaje, además de prever los embistes de la oposición.
En el entorno de Ayuso destacan que «hay que ir a ganar y dejar de mirar a Vox». La presidenta aspira a conseguir mayoría absoluta y «en eso estará centrado su discurso», zanjan.
Un campaña «sin estridencias»
En el PP asumen que la izquierda les intentará buscar de nuevo las ‘cosquillas’, como en toda campaña electoral que se precie. Así que descartan dedicarles tiempo y señalan que buscan una campaña «sin estridencias». «Dejando hacer a Ayuso como ha hecho hasta ahora», comentan desde su entorno.
También será muy mirada la relación que los populares mantengan con Ciudadanos, después de que éstos acusen a la presidenta de «traidora» y de dinamitar el pacto que tenían con Cs en la Comunidad. El portavoz de Cs en la Asamblea, Cesar Zafra, incluso, dejó caer esta semana que podría presentar otra moción de censura contra la presidente o sumarse a las ya registradas por PSOE y Más Madrid.
Lo cierto es que desde el PP siguen mirando con cariño a Cs, pese a no fiarse de ellos. Asumen que seguirán contando con sus votos y niegan ninguna «absorción», al menos de cara a esta campaña. Después y con vistas a la convención nacional que el partido celebrará en otoño será otra cosa.
La imagen como líder de Casado en entredicho
En definitiva, el PP va a salir a darlo todo en estos comicios sabiendo que se juegan algo más que la Comunidad de Madrid. Se juegan su principal feudo y también la imagen de Casado como líder de cara a los cambios que se avecinan en otoño.
El partido busca volver a atraer a la gente al centro derecho y para eso se harán cambios programáticos y también orgánicos a gran escala, que ya han comenzado con los congresos locales y regionales para ‘limpiar’ al partido.
El líder del PP no quiere ningún vestigio de lo que fue el partido, en su aspecto negativo, y por ello ya ha soltado amarras de sus antecesores. El ‘nuevo PP’ no quiere facturas ni controles, al estilo Felipe González a Pedro Sánchez. Mensaje a navegantes. Pero tampoco quiere ‘palos en las ruedas’ como están viendo estos meses desde algunas comunidades hacia la dirección nacional.
Casado exige tiempo, el mismo que tuvieron Aznar y Rajoy para recomponer el partido. Sin embargo, no tendrá mucho si Bruselas, la crisis y los socios de Sánchez precipitan un adelanto electoral. El conejo de Alicia le persigue en este caso y, por eso, el líder del PP pide a los suyos trabajar sin prisa, pero sin pausa.
La mayoría admite que los comicios madrileños serán la prueba de fuego para presentar a los suyos un programa con ‘garra’ que le valide de cara a la convención nacional, frente a los que preferirían que el partido lo pilotase otro. La suerte de Casado está en Madrid.