Casado lamenta que Sánchez se «parapete» tras las autonomías y no asuma su responsabilidad

El PP no ve con buenos ojos que el Gobierno de Pedro Sánchez convoque a los presidentes autonómicos para evaluar la actuación que se debe llevar a cabo ante el aumento de contagios en la sexta ola. Su líder, Pablo Casado, ha lamentado este domingo que el presidente se haya vuelto a «parapetar» tras las regiones para no asumir su responsabilidad en la lucha contra la pandemia, cuando según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las normas estatales la competencia es suya «desde el principio de la pandemia».

El jefe del Ejectuvo ha pronunciado este domingo una declaración institucional desde Barcelona en la que ha anunciado que el próximo miércoles, a tan solo dos días de la Nochebuena, se reunirá con los dirigentes regionales para estudiar «nuevas medidas compartidas» ante la emergencia sanitaria. Casado, que este domingo ha participado en el XIV Congreso Autonómico del PP en Aragón, ha aprovechado para recordar que el PP le ha tendido la mano a Sánchez para crear una ley de pandemias, pero «sigue negándose», ha lamentado el dirigente popular.

«Todas las autonomías ha tenido que afrontar sin apoyo del Gobierno de España la lucha contra el virus»

En esta sexta ola, y con 120.000 fallecidos, el Gobierno de España solo ofrece volver a reunirse con los presidentes autonómicos «para ver qué le cuentan y él, desearles suerte», ha señalado Casado. «Todas las autonomías ha tenido que afrontar sin apoyo del Gobierno de España la lucha contra el virus», ha insistido el presidente del PP, quien ha criticado la «grandilocuente convocatoria» de Sánchez que, «como siempre, ha sido de mucho ruido y pocas nueces».

Una ley de pandemias estatal es lo que se necesitaría, según Casado, quien ha recordado que esta norma la han pedido el Consejo de Estado, los presidentes autonómicos, los alcaldes, los jueces, Europa y los sanitarios. 

Casado: «No callaremos en nuestra labor constitucional de oposición»

Pablo Casado está convencido de que su partido está «en el lado correcto de la historia» y de que nadie, y menos os que gobiernan «con quienes quieren destruir España», va a dar lecciones a los populares. Por ello ha advertido de que nadie les podrá callar, entre otras cosas porque lo que hace el PP es cumplir «su obligación constitucional» de oposición.

Casado ha arropado a Jorge Azcón, alcalde de la capital aragonesa y que ha sido elegido nuevo presidente de esa formación con el 97,9% de los votos, en sustitución de Luis María Beamonte.

Durante su intervención, en la que ha advertido de que no se va a dejar «amordazar», Casado ha hecho una vehemente defensa de la labor del PP, que tiene una obligación constitucional, ya que un país sin una oposición parlamentaria «no es democrático», y el PP debe hacer valer su creencia en una España con un futuro en libertad, sus agendas de reformas y trasladar a los ciudadanos que está preparado para gobernar. Un mensaje de esperanza que contrasta con la realidad que ha dibujado y de la que ha responsabilizado al presidente de España, Pedro Sánchez.

Casado vuelve a arremeter contra Calviño

Casado ha recordado que se ha vuelto a registrar un «precio histórico» de la energía eléctrica, que en enero volverá a subir otro 15 %, según ha dicho, mientras la izquierda se opone a los parques eólicos, y ha subrayado que a los españoles cada vez les cuesta más hacer la compra y que el país es el primero en la caída del PIB durante la pandemia y el que tiene mayor índice de paro de Europa.

La responsable de esa situación, para el líder del PP, es la ministra de Economía, Nadia Calviño, de quien ha dicho que se empieza a hablar de ella en Bruselas como un «bluf» porque en la Unión Europea «no son tontos».

Además de criticar la irresponsabilidad de Sánchez por no aprobar una ley de pandemias y por trasladar la responsabilidad a las autonomías en una declaración institucional en Barcelona, Casado ha hecho referencia a varios asuntos de importancia en Aragón. De hecho, al término del cónclave ha salido para visitar algunas de las zonas afectadas por la reciente avenida extraordinaria del Ebro.

Para Casado, la naturaleza «no se puede controlar», pero sí sus estragos si se hacen las cosas que hay que hacer, como limpiar el cauce o dragar lo que sea necesario. A Sánchez, que ya visitó la zona la semana pasada, le ha pedido que cumpla sus promesas y que, entre otras cosas, impulse una política de agua «común» para toda España, un Pacto Nacional como al que llegaron los presidentes del PP de toda España, «tanto de las cuencas cedentes como de las que necesitan agua», ha recordado Casado.

Los fondos europeos para la sostenibilidad serían, a su juicio, una buena oportunidad para acometer obras e infraestructuras para evitar crecidas, por un lado, y almacenar agua, por otro, y darían solución a zonas «donde hay problema de inundaciones y donde hay problema de sequía».