Casado insiste en la “ejemplaridad” y anuncia que deja su escaño en el Congreso
El hasta ahora presidente del PP asegura que “lo mejor en este momento” es dejar su escaño y “dar un paso al lado”
En su último discurso como presidente del Partido Popular, Pablo Casado ha recibido una ovación cerrada con el aplauso en pie de muchos de los más de cuatro mil compromisarios que se han dado cita en este XX Congreso del PP en Sevilla. No había felicidad en eso que los crónistas más veteranos han venido a llamar Informe Caritas, pero quizás sí alivio por dar carpetazo al capítulo más negro de la historia reciente de esta formación.
“En estos momentos, lo mejor es dar un paso al lado, dejar mi escaño en el Congreso y dejar mis responsabilidades en el PP”, ha anunciado el ya ex presidente en una intervención que, por momentos, ha sonado al discurso de un líder de la oposición con ínfulas presidencialistas que ya no podrá ser.
“He seguido el discurso del presidente Aznar desde donde se me ha dicho. Es lo que tiene ser un presidente en funciones”. Con este recado a los organizadores del Congreso, Casado ha dejado claro, por un lado, su malestar por cómo se han hecho las cosas en este último mes pero por otro su aviso de que, con todo, no será un obstáculo para lo que el partido decida.
“Me elegisteis presidente nacional en las primeras primarias de nuestra historia. Y con toda esa legitimidad, y sólo con esa, me dirijo hoy a vosotros después de un mes agridulce, que empezó con un sentimiento de injusticia superado pronto por el de una profunda gratitud”, ha expresado con evidente emoción.
Con todo, Casado no ha querido perder la ocasión para reclamar “ejemplaridad”, la misma que a su juicio falto en la gobernanza de Díaz Ayuso por el turbio episodio en el que está envuelto su hermano en el negocio de las mascarillas en la comunidad de Madrid.
“Defendemos el principio de la responsabilidad personal y la regeneración de la vida pública como carta de presentación, la transparencia y la honradez como seña de identidad, y la ejemplaridad de todos nuestros gobiernos como el deber más sagrado de los políticos ante los que nos pagan el sueldo”, ha declarado en su intervención en el que ha querido subrayar su apoyo sin fisuras a Alberto Núñez Feijóo como relevo en el presidencia del PP.
“Querido Alberto, podrás contar conmigo siempre, esté donde esté, para lo que necesites y en lo que pueda ser útil. Mientras, mantendré la prudencia y discreción castellana que siempre he demostrado, y que un gallego como tú sabe valorar frente al ruido”, ha adelantado para agradecerle, no sabemos si con ironía, que vaya a contar con personas de su equipo, “que siempre ha sido el tuyo, igual que el tuyo también será el mío. El que te llevará muy pronto a la Presidencia del Gobierno de España”, en referencia al nombramiento de Cuca Gamarra como secretaria general y una de las personas clave en la dirección nacional de Casado.
Un entierro en directo, un incómodo momento para los organizadores
Para los organizadores del Congreso no era sencillo lidiar con este momento. Para cuando la presidenta del XX Congreso del PP, la histórica ex alcaldesa de Cadiz, Teófila Martínez, ha anunciado la llegada de Pablo Casado y de Alberto Núñez Feijóo apenas se había nombrado siquiera su nombre en la sala. La fórmula de una entrada conjunta al auditorio, pese a que el presidente de la Xunta de Galicia ya había hecho el paseíllo junto al ex presidente Rajoy, que arrancara aplausos ha sido la solución que han entendido como la más manejable para un momento incómodo como pocos: enterrar en directo al presidente del PP protagonista de una de las crisis más graves de toda su historia.
En una tarde de discursos, ha sido tan importante lo que dicho como lo evitado. Como el elefante en la sala, que todos ven pero nadie nombra, los barones autonómicos pasaron de puntilla por la gestión de Casado. Era ese muerto al que cuesta citar, ausente en el discurso del anfitrión Juanma Moreno y del presidente gallego Núñez Feijóo. Juan Vivas, presidente de Ceuta, ha agradecido su “entrega al servicio del PP, de España y de Ceuta” y Fernando López Miras, sin nombrarlo, ha pedido “respeto a las canas, pero también a las ideas nuevas” y que el PP vuelva a ser “ese gran partido de centro derecha donde caben todo y no sobra nadie”.
Para cuando Isabel Díaz Ayuso, la última en tomar la palabra en el turno de intervenciones correspondientes a los presidentes autonómicos, a la postre protagonizaron la conjura contra el presidente del PP, Casado todavía no había llegado a la sala, como se había filtrado horas antes, por lo que no ha tenido que escuchar que, a juicio de la presidenta madrileña, “este Congreso es la respuesta a una crisis que nunca debió existir”.
Han sido los ex presidentes del Gobierno, Aznar y Rajoy, más generosos en la lectura del balance de la etapa Casado. Para Aznar, “hay que dejar atrás los errores… pero no a las personas. Gracias Pablo por tu esfuerzo”; para Rajoy Pablo Casado presidió el PP “en momentos de extrema dificultad, valoro su entrega y su entusiasmo a la hora de defender las siglas de nuestro partido. Todos debemos asumir todo nuestro legado, para defender lo bueno y no repetir lo malo. Tenemos muchos más motivos para sentirnos orgullosos que para arrepentirnos”, ha subrayado en un discurso interrumpido de manera continuada por los aplausos de los compromisarios que ha dado muestra del excelente estado de forma y el sentido del humor que sigue manteniendo el histórico dirigente popular.