Casado inicia en Castilla y León un ciclo electoral con el PP movilizado en los territorios
El líder del PP se centra en ganar en Castilla y León y Andalucía movilizando a sus barones para frenar el ruido interno y allanar su camino hacia La Moncloa
Castilla y León adelanta a Andalucía y abre un nuevo ciclo electoral para un Partido Popular movilizado desde hace meses en los territorios. Pablo Casado advirtió hace meses a sus barones que 2022 «será decisivo» para el rearme del partido en las distintas comunidades y, con ello, lograr el empujón definitivo hacia La Moncloa.
La despoblación, el auge de Vox, el lío interno o las posibles campañas de los socialistas allí donde los populares tienen frentes judiciales pendientes, son algunas de las debilidades que Casado deberá afrontar en los distintos territorios. Por contra, un partido movilizado y a la medida del líder del PP, en la mayoría de sus territorios, esperan ser sus mejores bazas para contrarrestar a las distintas fuerzas. Todo ello, acompañado de un programa renovado de partido que Casado sigue configurando a raíz de la Convención Nacional celebrada en septiembre.
El adelanto electoral en Castilla y León no ha pillado a los populares con el pie cambiado. Es cierto que en la dirección nacional, muchos pensaban que Andalucía sería la comunidad que daría el pistoletazo electoral en 2022 y se equivocaron. Este lunes, el presidente y líder del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, llamó a Casado para anunciarle su meditada decisión.
Castilla y León: el PP descabeza a Cs y sorprende a Podemos
Fuentes del PP nacional como de la comunidad aseguran a Economía Digital que Casado había dejado desde hace tiempo a Mañueco la decisión de convocar elecciones, como a Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía. Ambos decidieron esperar a un escaso año vista de tener que convocar por mandato. Pero, tal y como desvelan fuentes del PP de Castilla y León, «la relación con Cs era un polvorín que iba a explotar en cualquier momento».
De ahí, y para acallar voces, que Casado fuera el primero en respaldar la decisión de Mañueco de convocar elecciones para el próximo 13 de febrero. Así y entre las fortalezas que destacan los populares es que han pillado a sus rivales «con el pie cambiado», con una izquierda más allá del PSOE, Unidas Podemos, que ya mira a la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz para ver qué planes tiene respecto a presentar su movimiento de cara a los comicios y así poder sumar.
Para temor de los morados, movimientos de la ‘España Vaciada’ como ‘Soria ¡Ya!’ han dado el paso presentándose como partido dispuesto a concurrir a los comicios y ya reclaman el trozo de tarta electoral que correspondería a Unidas Podemos y también al PSOE.
Por otro lado, en el PP ya no se fían de sus socios de Ciudadanos, desde el intento de moción de censura en Castilla y León. Varios dirigentes de la formación de Casado confirman que, pese a los contactos Casado-Arrimadas, «las relaciones se enfriaron». «A Mañueco le ha llegado que Ciudadanos, PSOE y Por Ávila se han llegado a reunir para pactar los Presupuestos a nuestras espaldas», señalan. Uno de los motivos anunciados por Mañueco para pulsar el botón de las elecciones.
El PP descabeza así a Cs en la comunidad con el vicepresidente, Francisco Igea, anunciando a través de las redes sociales su intención de volver de nuevo al hospital de Palencia, donde ejercía como médico. Los de Casado obligan a Cs a convocar de nuevo un proceso de primarias, para elegir candidato restando tiempo para preparar los comicios.
Debilidades: los frentes judiciales, la despoblación y el auge de Vox
Sólo PSOE y Vox resisten el embiste en la comunidad. Los primeros con un Luis Tudanca crecido, tras haber ganado las últimas elecciones sin conseguir formar gobierno. Así y entre las debilidades destaca que el PP no domina el tablero de juego. En 2019 fue la segunda fuerza más votada porque la primera fue el PSOE con más de 3 puntos de diferencia.
Otro de los motivos de preocupación es la posible campaña electoral que, ya dan por hecho, «buscará el PSOE» centrada en los procesos judiciales que se le abren este año al PP en la comunidad y entre los que se encuentran dirigentes como el expresidente Juan Vicente Herrera y también algunos cargos en activo.
Los populares auguran una campaña «sucia» pero insisten en la inocencia de los suyos, la cooperación con la Justicia y que a la ciudadanía no le afecten «conjeturas sin sentencia». Las mismas fuentes se refieren a que los castellanoleoneses tendrán que ir a las urnas el próximo 13 de febrero y la penitencia judicial comenzará el próximo 14 de marzo, un mes más tarde, sentando a 12 encausados en la Audiencia de Valladolid por el caso denominado ‘Perla negra’. A este le seguirán las primarias, supuestamente, fraudulentas del PP de Salamanca y le seguirá la ‘trama eólica’.
Los populares logran quitarse así las comisiones de investigación abiertas en sede parlamentaria y relacionadas con estos casos, pero admiten que la investigación y el desfile de dirigentes en los tribunales podría pasarles factura en las urnas.
Asimismo, admiten que el partido tendrá que estar «muy movilizado para que la gente acuda a votar». Desde el PP temen que al ser en invierno los comicios, en muchos pueblos no se recaben los votos suficientes al haberse trasladado estos ciudadanos a la ciudad.
Y, finalmente, el auge de Vox es otro de los motivos de preocupación del PP. «El votante de Vox está muy movilizado en estas zonas», señalan fuentes populares. Cabe destacar un dato, con la repetición electoral en 2019, Vox multiplicó por seis sus resultados y desde entonces su influencia no ha dejado de crecer por lo que no se puede descartar que los de Santiago Abascal sean el partido que más crezca en la próxima cita con las urnas.
Un cargo popular en la Junta ya vaticina que el PP «se verá abocados a pactar con Vox», tras romper los puentes con Cs. Los populares tendrán difícil volver a pactar con los naranjas habiéndoles acusado de «traidores», zanja.
Según ha podido saber Economía Digital, los barones del PP siguen con el compromiso de participar en todos los congresos que puedan y en ser caras visible y de apoyo para el resto de compañeros, es el caso de Mañueco. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido la primera en expresar públicamente su apoyo al presidente de Castilla y León. «Cuenta conmigo», le ha dicho a través de los medios.
Pero Ayuso no será la primera ni la última porque la orden de Génova de hace meses sigue en pide: «Máxima movilización en los territorios y, especialmente, en elecciones». El próximo día 28 de diciembre comenzará la campaña electoral y hasta el 11 de enero se podrán ver caras conocidas como la del presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo o la del murciano Fernando López Miras, más allá de la de Casado, por supuesto, arropando con su discurso a Mañueco.
Con la vista puesta en Andalucía
Tras el anuncio de Mañueco este lunes, las miradas se han dirigido a Juanma Moreno, el presidente de la Junta de Andalucía. El Gobierno andaluz envía, por el momento, un mensaje tranquilizador asegurando que mantiene su hoja de ruta y no habrá adelanto electoral hasta junio u octubre, tal y como ya advirtió Moreno públicamente.
Andalucía se convierte así en la única comunidad autónoma en la que se mantiene un gobierno de coalición entre el PP y Ciudadanos ya que todas las demás lo han disuelto: Madrid, con la convocatoria adelantada; Murcia con la moción de censura y ahora Castilla-León que celebrará elecciones el próximo 13 de febrero.
Pero la situación entre los mismos socios, PP y Cs, en el gobierno andaluz es bien distinta. «Lealtad» y «estabilidad política», es lo que transmiten los de Moreno y Marín cada vez que los periodistas les preguntan. El adelanto electoral en Castilla-León se produce «en condiciones y circunstancias que distan mucho de Andalucía», insisten.
Fuentes del ejecutivo andaluz desvelan que nada más conocerse el adelanto electoral en Castilla y León, el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta, Elías Bendodo, telefoneó a su compañero, el vicepresidente Juan Marín, para aclararle que todo se mantiene en los mismos términos en Andalucía.
Pero, según ha podido saber Economía Digital, los de Casado ya mantienen «contactos frecuentes» con los de Moreno sobre el adelanto electoral para configurar desde la lista, a la posible inclusión de dirigentes de Cs bajo la marca PP.
Casado se la juega: ganar o ganar
El líder del PP se juega, por un lado, demostrar que es la fuerza del partido y no solo la de Díaz Ayuso la que está provocando en España el ansiado cambiado de ciclo para conquistar La Moncloa.
Desde el punto de vista interno, con un amplio triunfo de Casado en Castilla y León y Andalucía no tendría mayor contestación en su ‘guerra interna’ contra la presidenta de la Comunidad. Y, asimismo, el líder del PP también demostraría que está preparando para enfrentarse a Pedro Sánchez en unos comicios generales que se antojan complicados para el líder del PSOE a costa de la economía, el tema estrella de los populares.
De lo contrario y si Mañueco y Moreno no lograsen una amplia victoria, se podría volver a cuestionar a Casado. La militancia y los barones podrían volver a sugerir a Ayuso que indique el camino a seguir. Las elecciones generales podrían hacérsele cuesta arriba y con mucho ruido para el líder del PP. La presión aumenta y Casado se la juega. Ganar o ganar.